Violencia
Se registraron 63.880 el año pasado, 3,7% más que en 2016.
Brasil registró una cifra récord de homicidios el año pasado, tras aumentar un 3,7% desde el 2016 a 63.880 según un estudio publicado esta semana. La violencia se ha convertido en un tema crucial de la campaña electoral para las elecciones del 7 de octubre.
En el 2017 Brasil tuvo una tasa de homicidios de 30,8 por cada 100.000 personas frente a 29,9 en el 2016, según datos publicados por el Anuario Brasileño de Seguridad Pública 2018. México, que también sufrió un número récord en el 2017, registró una tasa de homicidios de alrededor de 20 por cada 100.000 personas.
En Uruguay, según cifras del Ministerio del Interior, en 2017 la tasa de homicidio se situó en 8,1 cada 100.000 habitantes (era de 8,5 en 2015). Sin embargo, en el primer semestre de 2018 los homicidios aumentaron un 66,4% en comparación con el mismo período de 2017. Así, la cantidad de homicidios pasó de 131 entre enero y junio del año pasado a 218 en el mismo período de 2018.
El anuario brasileño es publicado por el centro de estudios Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Avivada por pandillas que aprovechan los presupuestos más reducidos para la aplicación de la ley y un vacío político tras escándalos de corrupción, la creciente violencia es una preocupación clave para los votantes antes de las elecciones de octubre.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, quien lidera las encuestas en la carrera presidencial excluyendo al encarcelado Luiz Inácio Lula da Silva, quiere flexibilizar las leyes de armas y endurecer la vigilancia policial para hacer frente a la violencia.
Los datos del anuario mostraron que muchas de las cifras récord de homicidios, que incluyen a policías muertos en el cumplimiento del deber, se concentraron en los estados más pobres del noreste de Brasil.
El estado de Río Grande del Norte anotó la tasa de homicidios más alta en el 2017, con 68 por cada 100.000 personas, seguido de Acre, en el extremo oeste del país que limita con Perú, con 63,9 por cada 100.000 personas.
El estado más rico del país, San Pablo, registró la tasa de asesinatos más baja, con 10,7 homicidios por cada 100.000 personas.