ELECCIONES 2022
Los modelos económicos que proponen los candidatos Jair Bolsonaro y Lula da Silva son diametralmente opuestos.
El presidente y candidato Jair Bolsonaro (Partido Liberal) y su archirival y expresidente Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) proponen dos modelos de país opuestos, ante una ciudadanía también dividida.
Quien resulte ganador deberá lidiar con la delicada situación de la primera economía de Latinoamérica, con 213 millones de habitantes, de los cuales 33 millones están en pobreza y 9,9 millones desempleados.
El tema de la deforestación en la Amazonia y la ola de violencia serán también temas prioritarios en la agenda.
Analistas afirman que los programas de ambos candidatos han sido poco precisos, pero las bases de sus modelos económico-políticos son claramente antagónicos.
Prioridades
Lula difundió su programa de gobierno, en el que defiende una mayor participación del Estado en la economía, a diferencia del gobierno actual de privatizar empresas como el holding eléctrico Eletrobras, el servicio Correios y las petroleras Petrobras y Pré-Sal Petróleo (PPSA).
“Lula y su Partido de los Trabajadores están reforzando su antigua visión del papel de las empresas estatales como una especie de rama del gobierno en los sectores económicos en los que operan”, dijo a BNamericas el analista político sénior Mario Sergio Lima, de Medley Global Advisors.
Según BNamericas, la estrategia actual de Bndes deja más espacio para que los bancos privados otorguen préstamos a compañías y proyectos, situación que podría ser difícil de revertir. “Antes, el mercado de financiamiento de infraestructura dependía bastante del Bndes, pero actualmente depende mucho menos”, dijo a BNamericas Fernando Guimarães, jefe de project finance de Bradesco BBI, rama de Banco Bradesco.
Bolsonaro, por su parte, anunció que mantendrá el subsidio “auxilio Brasil”, que es una reformulación del “Bolsa Familia” creado bajo la administración Lula, y promete aumentar los aportes, además de una mayor generación de empleos, fundamentalmente para jóvenes y mujeres, subir el mínimo no imponible del impuesto a la renta y mejorar la infraestructura en regiones postergadas. A diferencia de Lula, afirma buscar profundizar las privatizaciones.
Lula también promete lanzar un “Bolsa Familia” aumentando los aportes, tendrá como eje la inversión pública y plantea mejorar el salario mínimo y la asistencia a los sectores más desprotegidos de la población. En lo laboral, buscará ampliar la protección social y el diálogo y negociación.
En esa línea, Lula defiende una profunda revisión de las leyes laborales, y aumentar la base para un amplio debate y más negociaciones. Propone, además, especial atención a los trabajadores independientes.
En otro frente, Bolsonaro se mantiene como gran defensor de la familia tradicional y combate la ideología de género. Lula apunta más a la diversidad, promete defender los derechos y territorios de los pueblos indígenas y se comprometió públicamente a crear un “Ministerio de los pueblos originarios”.
Basó su campaña en discursos a favor de nuevas políticas de salud, educación, empleo y seguridad, y la ampliación de cupos sociales y raciales en universidades.
Amazonia y otros
Bolsonaro plantea continuar con operaciones militares para combatir los incendios y la criminalidad en la Amazonia, mientras que Lula promete combatir la minería ilegal y la deforestación en la selva amazónica, a través del fortalecimiento de órganos de preservación y control. Ambos plantean asegurar la “transición energética” de Brasil.
En materia de seguridad, Bolsonaro plantea aumentar la inversión en órganos de seguridad pública como policías estatales y Fuerzas Armadas, y facilitará más el acceso a las armas.
Lula, en cambio, afirma que sustituilrá el actual “modelo bélico” de combate al narcotráfico, con estrategias que privilegien la “investigación y la inteligencia” para desarticular las organizaciones criminales.
El programa de Lula se opone a cualquier intento de posibilitar faenas mineras en tierras indígenas de la Amazonia. “Debe mejorarse el estándar de regulación minera y abordarse la minería ilegal, particularmente en la Amazonía”, dice el programa del Partido de los Tragbajadores.
Bolsonaro se enfocará en acuerdos bilaterales y multilaterales y aspira a concluir el proceso para que Brasil ingrese a la OCDE, en tanto Lula anunció que ampliará acuerdos comerciales internacionales, así como el fortalecimiento del Mercosur, la Unasur, la Celac y de los Brics, según afirmó.