AFP
Instalaciones subterráneas de Finlandia, como piscinas o parques de atracciones, que pueden servir también de refugios antiaéreos, despiertan el interés de varios aliados del país nórdico, en un contexto en el que Europa busca prepararse al riesgo de una guerra.
Construido en el lecho de roca magmática de Helsinki, a decenas de metros bajo tierra, gente de todas las edades nada y chapotea en las distintas piscinas o se relaja en los saunas del parque acuático Itakeskus.
Este complejo acuático es uno de los 50.500 refugios de defensa civil de Finlandia, que pueden acoger en total a 4,8 millones de sus 5,6 millones de habitantes.
Las piscinas, con capacidad para 3.800 personas, pueden ser vaciadas y convertirse en apenas 72 horas en un refugio a prueba de bombas. “Este es el refugio de protección civil más grande del mundo equipado con una piscina”, explica Teemu Raatikainen, jefe de mantenimiento.
La estrategia de seguridad de Finlandia, basada en inversiones a largo plazo en el ámbito militar y en la preparación de situaciones de emergencia, despierta el interés sobre todo tras la invasión rusa de Ucrania en 2022 y el deterioro de la situación de seguridad en toda Europa. Los refugios están preparados para resistir explosiones, derrumbes, radiaciones y sustancias tóxicas.