AFP
Los países de la Amazonía coincidieron ayer martes sobre la “urgencia” de actuar para frenar la destrucción de la mayor selva tropical del planeta y se mostraron dispuestos a adoptar un ambicioso acuerdo en una cumbre liderada por Lula da Silva en Brasil.
La primera reunión en catorce años de los ocho países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se desarrolla hasta hoy en la ciudad de Belém (Pará, norte de Brasil), para debatir estrategias comunes de combate a la deforestación, el crimen organizado y el desarrollo en la selva.
Los líderes amazónicos coincidieron en que una acción conjunta es inaplazable, aunque pusieron énfasis en diferentes soluciones.
El anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que habrá un “antes y un después” de esta cumbre y reafirmó el compromiso de Brasil de erradicar para 2030 la deforestación en la Amazonía, vasta región que alberga alrededor del 10% de la biodiversidad del planeta.
“Nunca fue tan urgente retomar y ampliar nuestra cooperación”, dijo Lula.
“Estamos empeñados en revertir el cuadro” de las actividades ilegales en la Amazonía, afirmó Lula, quien celebró la reducción de más de 40% de la deforestación en los primeros siete meses de su gobierno.
Considerada durante años el pulmón del planeta, la Amazonía se encamina según los científicos a un punto de no retorno, a partir del cual pasará a emitir más carbono del que absorbe, agravando el cambio climático.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, afirmó en su discurso que eliminar por completo la deforestación “no es suficiente” si los grandes emisores de carbono no reducen el uso de combustibles fósiles.
También participan en el encuentro los mandatarios de Bolivia, Luis Arce, de Perú, Dina Boluarte, así como el primer ministro de Guyana, Mark Phillips, y la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, que sustituyó a Nicolás Maduro, ausente por una infección de oído.
Ecuador y Surinam están representados por sus cancilleres.
Los acuerdos de la cumbre de la OTCA, organización creada en 1995 para preservar la selva, estarán plasmados en una declaración divulgada al cabo de la cumbre.
“No será apenas un mensaje político: es un plan de acción detallado y abarcativo para el desarrollo sostenible en la Amazonía”, donde viven casi 50 millones de personas, afirmó Lula.
La postura sobre la explotación de hidrocarburos en la selva es uno de los “disensos”, mencionado por el presidente colombiano en su discurso.
Si “lo que produce la extinción (de la humanidad) es el uso del petróleo y la selva nos ayudaría a salvar la vida, ¿qué estamos haciendo? Dejando que en la selva se exploten hidrocarburos. ¿No es un contrasentido total?”, cuestionó Petro.
El debate llega mientras Brasil tiene en la mira una nueva y polémica frontera exploratoria de la estatal Petrobras frente al delta del río Amazonas, cuya licencia fue negada recientemente por el regulador ambiental de Brasil, pero que cuenta con el apoyo de Lula.
Los ecuatorianos decidirán este mes en un referendo si se suspende la explotación de crudo en el estratégico bloque ITT, que está dentro de la reserva Yasuní y del que se extrae un 12% de los barriles diarios que produce.