EFE
Los incendios forestales se encuentran azotando a Canadá, que tenía 413 fuegos activos el lunes, según informaron autoridades del país, quienes advirtieron que será una de las peores temporadas debido al cambio climático.
Justin Trudeau, el primer ministro, calificó de "aterradora" en una comparecencia de prensa que dio junto a seis ministros para subrayar la gravedad del problema.
El país está registrando un número de incendios inusual para esta época, que han provocado la evacuación de 26.206 personas, según datos facilitados por el gobierno de Canadá.
En lo que va de 2023 se han producido 2.214 incendios forestales, que han consumido más de tres millones de hectáreas de bosque, cuando la media en la última década era de 1.624 incendios y 254.429 hectáreas consumidas, según el Ministerio de Recursos Naturales.
"Nuestras previsiones señalan que todo este verano puede ser una temporada de incendios especialmente grave", dijo Trudeau en la rueda de prensa celebrada en Ottawa. El jefe del gobierno canadiense intentó tranquilizar a la población y afirmó que su Ejecutivo tiene "planes de contingencia" en caso de que la situación empeore, que incluyen el uso de ayuda internacional.
Una de las provincias más afectadas en estos momentos por los incendios es Quebec, donde arden más de 160 fuegos que están en su mayoría fuera de control. La magnitud de los incendios en la provincia francófona está provocando que la calidad del aire en toda la provincia se encuentre bajo mínimos por el humo de los fuegos.
El primer ministro de Quebec, Francois Legault, recomendó el lunes a los habitantes de la provincia que cierren sus ventanas y eviten realizar actividades físicas en el exterior, especialmente las personas que sufren problemas respiratorios.
Legault anunció que Quebec espera la llegada de 200 bomberos especializados en la lucha contra incendios forestales procedentes de Francia y Estados Unidos y que está en conversaciones con otros países, como Costa Rica y Chile, para el envío de más personal si es necesario.
En el oeste de Canadá, en las provincias de Columbia Británica y Alberta, aunque la situación ha mejorado en las últimas horas gracias a las condiciones meteorológicas, los incendios forestales también están causando problemas de calidad del aire en algunas zonas.
En Alberta, los incendios han consumido ya más de un millón de hectáreas de bosque.
Y en la costa del Atlántico canadiense, en Nueva Escocia, los servicios de lucha contra incendios han conseguido controlar las llamas que amenazaban la ciudad de Halifax, la más importante de la provincia.