CONFLICTO ARMADO
Es el segundo gran ataque contra la capital karabají desde que estallara el pasado domingo el conflicto armado en torno al enclave.
Stepanakert, capital de Nagorno Karabaj, fue atacada ayer viernes por fuego de artillería de Azerbaiyán, cuyo Ejército continúa su ofensiva contra las posiciones de las fuerzas armenias.
“Habrá una respuesta proporcionada, la familia Alíev será responsable”, alertó Vagram Pogosián, el portavoz del presidente de Nagorno Karabaj, en referencia al mandatario Ilham Alíev y su esposa Mehirban, quienes gobiernan Azerbaiyán.
Es el segundo gran ataque contra la capital karabají desde que estallara el pasado domingo el conflicto armado en torno al enclave, situado en territorio azerbaiyano pero poblado por armenios.
El ataque de este viernes se saldó con diez heridos y graves daños a la sede de los Servicios de Salvamento de Artsaj” (nombre armenio del enclave), según el Centro de Información Unido de Armenia.
En las imágenes difundidas por la televisión armenia, se aprecian los destrozos causados a la edificación: ventanas rotas, paredes derrumbadas y automóviles dañados en el aparcamiento.
Stepanakert y su población solo tuvieron unas horas de descanso, porque tras una breve pausa, el Ejército de Azerbaiyán reanudó los ataques con mayor intensidad, según las autoridades karabajíes.
El Ejército azerbaiyano atacó el puente sobre el río Hakari, que une Nagorno Karabaj con Armenia, y en dos ocasiones la ciudad de Gadrut con lanzaderas de misiles, hiriendo a cinco civiles.
“Esta guerra se diferencia de la de 2016, tanto por su magnitud como por el armamento utilizado. Estamos preparados para una guerra de larga duración”, señaló a EFE Masis Mailián, jefe de la diplomacia de la república separatista.
Armenia declaró ayer su disposición a negociar una tregua aprovechando el llamado al cese al fuego de Rusia, Estados Unidos, Francia, pero reafirmó su voluntad de continuar “repeliendo de manera decidida la agresión de Azerbaiyán”.
Las autoridades de Nagorno Karabaj no se plantean declarar una tregua unilateral, ya que su intención es “imponer la paz” a Azerbaiyán, señaló Mailián.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, volvió a acusar a Turquía de enviar mercenarios a la región y condicionó un eventual cese al fuego a la retirada turca de la zona.
Pashinián mantuvo ayer una conversación con el presidente ruso, Vladímir Putin, en la que ambos mostraron su inquietud por la presencia de mercenarios en el conflicto.
Mientras Moscú, Washington y París exigen el cese de las hostilidades y el diálogo como única solución a este conflicto de larga data, Turquía es el único país que respalda plenamente a Azerbaiyán.
“El Ejército de Azerbaiyán ya ha liberado de la ocupación a unos cuantos lugares. La lucha continuará hasta que Karabaj sea liberado de la ocupación”, afirmó el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que anteriormente expresó su preocupación con el papel de Turquía en este conflicto y el envío de mercenarios, exigió hoy a la OTAN que mire “de frente” las acciones desestabilizadoras del gobierno turco.
Macron reiteró que dispone de información que “de manera fehaciente” confirma que un grupo de trescientos combatientes sirios de grupos yihadistas se han desplazado a Nagorno Karabaj y añadió que “se está preparando otra operación idéntica” para los próximos días.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 28 combatientes proturcos, de 850 enviados a ayudar a las tropas azerbaiyanas, murieron esta semana de combates.