ANÁLISIS
Millones de personas en todo el mundo pensaron que se les había roto el celular. Whatsapp no funcionaba, Facebook no respondía e Instagram devolvía un mensaje de error.
Tal vez el domingo, cuando 60 Minutos, entrevistó a Frances Haugen, Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, pensó que era un mal día. Es que uno de los programas periodísticos más prestigiosos de Estados Unidos, hizo pública la identidad de la fuente que le dio a The Wall Street Journal decenas de documentos con los que el diario denunció que Instagram estaba haciéndole daño a las adolescentes con sus prácticas y que ambas redes tenían una lista de personas que podían publicar lo que quisieran sin que les eliminaran contenido. Haugen, que trabajó años para la compañía, se sentó frente a una cámara y frente a miles de personas dijo que a Facebook le interesa mucho más hacer dinero que la seguridad de la gente.
Zuckerberg puede haber pensado que era un mal día pero no tenía idea lo que le esperaba el lunes. Sobre las 12 del mediodía hora uruguaya, millones de personas en todo el mundo pensaron que se les había roto el celular. Whatsapp no funcionaba, Facebook no respondía e Instagram devolvía un mensaje de error.
Cinco horas después, nada parecía que fuera a cambiar, y la empresa seguía en silencio a excepción de un tuit: “Estamos al tanto de que alguna gente está teniendo problemas para acceder a la app de Facebook. Estamos trabajando para volver a la normalidad lo más rápido que podemos, nos disculpamos por cualquier inconveniente”. Después, silencio.
Según el sitio Down Detector (a dónde hay que ir a mirar para saber si se te rompió el celular o te olvidaste de pagar internet) los países más afectados (con millones de personas reportando no poder acceder a las redes o la plataforma de mensajería) eran Estados Unidos, Alemania, Holanda, Gran Bretaña, Italia, Canadá, Francia, Rusia, España, India, Polonia, Brasil, México y decenas de países más. La página registraba sobre la tarde de ayer más de 10.500.000 de reportes de error.
¿Qué es lo que sabemos que pasó? Muy poco. Hasta ahora la teoría con más asidero, es la que instaló uno de los ejecutivos de CloudFlare en un hilo de Twitter. Dane Knecht aseguró que es un problema en el DNS lo que causó la caída de las tres gigantescas redes de comunicación propiedad de Facebook. Un DNS (en inglés Domain Name System) es un sistema de nombres de dominio, algo así como un traductor que convierte códigos ininteligibles para vos y para mí en indicaciones para los servidores de hacia donde querés llegar. Algo así como una guía telefónica que cuando escribís www.google.com indica al sistema que es necesario ir a 216.58.210.163 para poder llegar.
Entonces, ¿algo le pasó al traductor? Sí y no. En realidad lo que se supone que ocurrió en este caso es lo que se conoce como un problema de “enrutamiento BGP”. El BGP vendría a ser algo así como la empresa de correos de internet, una suerte de sistema a partir del que los routers de cada proveedor saben cómo hacer llegar cada paquete que “se envía” a internet. Lo que pasó entonces fue que por causas que aún no están claras Facebook sacó las rutas del sistema BGP. Algo así como si salieras a la puerta de tu casa y arrancaras el número de puerta y el cartel con el nombre de las calles de todas las esquinas.
¿Y esto cómo pasó? Podría deberse a dos motivos. El primero que en alguna actualización de la configuración de algún sistema se haya producido un problema que causó una especie de efecto dominó. La otra, y acá es que volvemos al principio, es que Facebook haya sido víctima de un ciberataque. Ojalá lo sepamos pero, a juzgar por el comportamiento de Zuckerberg y los suyos en el pasado, es muy poco probable que algún día nos enteremos con seguridad qué fue lo que pasó.