TRIBUNAL DE PARÍS
“Yo he matado al menos 83 personas, pero nunca he matado inocentes”, aseguró el terrorista que sueña con terminar de cumplir su condena en Venezuela.
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El venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos “El Chacal”, compareció ayer miércoles ante el tribunal de París que debe fijar la pena por su responsabilidad en un atentado en una galería comercial en 1974 que dejó dos muertos y 34 heridos.
Este juicio representa “la última ronda judicial” para un “veterano del terrorismo” y “un viejo conocido de la justicia francesa”, en palabras del diario Le Parisien, y sobre quien ya pesan dos cadenas perpetuas.
“Yo he matado al menos 83 personas, pero nunca he matado inocentes”, aseguró este terrorista de los años 1970-1980 y que, a sus 71 años, sueña con terminar de cumplir su condena en Venezuela.
Carlos ya fue condenado dos veces a perpetuidad por un triple asesinato en 1975 en París y cuatro atentados con bomba cometidos en Francia en 1982 y 1983 (11 muertos y 191 heridos). Ahora se enfrenta a una nueva cadena perpetua.
Está encarcelado en Francia desde su detención en Sudán en 1994.
“Estoy de vacaciones forzadas desde hace 27 años y medio”, dijo ayer Ramírez Sánchez, vestido con chaqueta oscura y con mascarilla por debajo de la nariz, al presidente del tribunal cuando le pidió identificarse al inicio del juicio.
Sobre su personalidad, un psiquiatra que lo examinó en 2013 y 2021 descartó un trastorno mental y aseguró que se presenta como “un preso político en un entorno hostil”.
Entre los testigos que declararon ayer, estuvo Amparo Silva Masmela, una colombiana que fue su amante y en cuyo domicilio fueron encontradas armas escondidas por el venezolano. “No lo veía como una persona capaz de hacer eso”, dijo la mujer de 74 años.
Al retirarse la testigo, Carlos le dijo en español: “Gracias y perdón”.
En la audiencia de ayer un agente de los servicios de inteligencia franceses lo presentó en cambio como un “combatiente revolucionario”, “manipulador”, “romántico” y “seductor”.
El ataque en Drugstore Publicis tuvo lugar el 15 de septiembre de 1974 en París. Sobre las 17.10, una granada lanzada desde un restaurante ubicado en un piso superior estalló en la planta baja de la entonces popular galería comercial.
Según la acusación, se buscaba facilitar la liberación de un japonés detenido en Francia, miembro del Ejército Rojo japonés, un grupo armado de extrema izquierda que simultáneamente raptó rehenes en la embajada francesa en La Haya.
A falta de muestras de ADN y de confesión, el venezolano fue condenado por una serie de elementos de cargo, entre ellos el testimonio de un antiguo compañero de armas, el alemán Hans-Joachim Klein.
Según la investigación, la granada usada en el Drugstore procedía del mismo lote robado en una base militar en Alemania que unas halladas en la casa de la amante de Carlos y que las abandonadas en la toma de rehenes en La Haya.
El juicio contra “El Chacal” debe prolongarse hasta mañana viernes, cuando se conocerá su nueva condena.
“El Chacal” fue un brazo armado del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). Los servicios secretos franceses le atribuyeron varios atentados y acciones espectaculares, como la toma de rehenes en la embajada francesa en La Haya, el intento de ataque contra dos aviones israelíes en Orly y el secuestro de los ministros de Petróleo de la OPEP en Viena, todos ellos cometidos entre 1974 y 1975.
Tras varios años refugiado en países del este de Europa, con regímenes comunistas, o en países árabes, los servicios secretos franceses lograron arrestarlo en Sudán en 1994 y trasladarlo a Francia.