Gran Bretaña pierde una parte de su tradición industrial, aunque descartan que sea por el efecto del Brexit: la fundición de campanas "más famosa del mundo", como la define la prensa anglosajona, la Whitechapel Bell Foundry, cierras las puertas y pone fin a una historia de 500 años.
La Whitechapel, situada en un edificio protegido de Grado II, se fundó en 1570 y lleva fabricando campanas desde la época del reinado de Isabel I.
Suyas son la famosa campana del Big Ben y la Liberty Bell de Filadelfia, en Estados Unidos.
Para la fábrica más antigua del Reino Unido, el anuncio llegó sorpresivamente, según escribió el Mail online: a causa de la crisis, los hornos se apagarán en mayo de 2017, hicieron saber los propietarios, Alan y Kathryn Hughes.
"Hemos tomado esta decisión a regañadientes, después de la evolución de la realidad ligada a la gestión de una actividad de este tipo", escribieron los Hughes en un comunicado.
La famiglia Hughes, que posee la empresa desde 1904, evitó dar detalles, limitándose a decir que todos los proyectos en curso serán completados, pero no se aceptarán nuevas órdenes.
En 2002 la fábrica realizó también la Bell Of Hope, Londres donó a Nueva York para conmemorar los ataques terroristas del 11/S.
NIEGAN EFECTO BREXIT