AFP
Cuando todavía el país no sale de la conmoción que causó el caso del marido que drogó a su esposa por años para que la violaran otros hombres, Francia volvió a sacudirse ahora por el juicio a un cirujano acusado de abusar sexualmente de unos 300 pacientes durante décadas, en su mayoría niños. Con una personalidad “particularmente atípica”, el cirujano Joël Le Scouarnec, de 74 años, pudo ocultar durante décadas sus parafilias.
Los cuatro meses de juicio contra Le Scouarnec comenzarán el 24 de febrero, dos meses después del final de otro proceso que conmocionó a Francia y al mundo: el de las violaciones en serie a Gisèle Pelicot.
Le Scouarnec nació en París de padre ebanista y madre conserje. El mayor de tres hermanos era un muy buen alumno, más bien solitario, que soñaba desde los 10 años en convertirse en cirujano, lo que logró en los años 1980. Se casó y tuvo tres hijos entre 1980 y 1987. Pero bajo la imagen de una familia sin problemas, la relación del matrimonio fue cada vez más tensa a medida que aumentaban las tendencias pedófilas del médico. “Joël está habitado por el diablo (...) y no sospechaba nada”, dijo en 2019 al diario Le Télégramme su ahora exesposa, de la que se separó a inicios de los años 2000 y se divorció oficialmente en 2023.
La mujer aseguró además que “nunca” sospechó de él, incluso si lo sorprendió “mirando de forma rara” a jóvenes vecinos.
En los diferentes hospitales del oeste de Francia en los que ejerció, la mayoría de sus excompañeros lo describen como un hombre “discreto” y un médico “competente”, que nunca despertó dudas, salvo para dos de ellos.
Le Scouarnec cambió de hospital en varias ocasiones por diversos motivos: conflictos con sus compañeros, oposición a la compra de una clínica por un grupo de “financieros”, cierre de su servicio, etc.
Fuera del hospital, se aislaba. En su domicilio, coleccionaba decenas de muñecas, con las que practicaba actos sexuales, y tomaba fotos y videos de sus prácticas, también zoofílicas, escatofílicas, sadomasoquistas.
Según sus declaraciones, citadas por la acusación, el acusado exploró “lo más sórdido, lo más tenebroso” y se entregó “al mundo de la pedofilia”, creyéndose intocable.
En sus cuadernos, descubiertos durante un allanamiento en 2017, registró y enumeró su vida sexual, afirmando estar “obsesionado, incluso tiranizado, por todo lo relacionado con el sexo”.
Los investigadores encontraron más de 50.000 fotos y 5.000 videos violentos.
“Los expertos psiquiátricos y psicólogos permitieron esclarecer las diferentes tendencias de una personalidad particularmente atípica”, indicó la fiscalía a la prensa.
La justicia lo descubrió en 2004. Su tarjeta bancaria, que utilizaba para acceder a sitios de pornografía infantil, lo traicionó y un tribunal de Vannes lo condenó en 2005 a cuatro meses de prisión, con suspensión de pena.
Esta condena no le impidió seguir con su carrera de cirujano hasta 2017, cuando se jubiló.
Ese mismo año, cuando su vecina de seis años denunció una violación, el alcance del número de sus víctimas salió a la luz. Además de cientos de pacientes, también agredió sexualmente a dos de sus sobrinas.
Ante el tribunal de Saintes, en diciembre de 2020, era un anciano de pelo blanco, encorvado, sin mucho carisma, el que estaba en el banquillo de los acusados.
Desde entonces, cumple una pena de 15 años de cárcel por haber violado a su vecina y a una sobrina en los años 90, y por abusos sexuales a otra sobrina y a una paciente menor de edad durante el mismo período.
El juicio contra Le Scouarnec comenzará en Vannes el 24 de febrero y terminará en junio. Su duración es similar al de Dominique Pelicot y otros 50 acusados por violar a Gisèle Pelicot, que se desarrolló del 2 de septiembre al 20 de diciembre de 2024. La justicia consideró ambos “fuera de lo común”.
En ambos casos, la cuestión de la sumisión química y de las agresiones cuando la víctima o las víctimas estaban “inconscientes” estarán en el corazón de las discusiones.
En el caso de Le Scouarnec, “se trata de un hombre que es un pervertido y un cirujano pediátrico”, por lo que las víctimas se encuentran “sedadas por la anestesia”, señala Cécile de Oliveira, abogada de víctimas.
Si comparamos ambos casos, “evidentemente, lo que tienen en común es la ausencia de consentimiento provocada por la sedación total de las víctimas”, señala la letrada.
Según Francesca Satta, otra de las abogadas de las víctimas del cirujano, estos casos son además “totalmente únicos”.
“Por un lado, tenemos a una persona adulta que ha sido drogada (...) por su marido. Por otro, estamos en un entorno hospitalario, con niños que sufrieron abusos cuando se despertaron o después”, agrega.
Otro punto en común es que los acusados dejaron rastros de los hechos: Pelicot registró en video las agresiones, mientras que Le Scouarnec las anotó en cuadernos.
En el caso del cirujano, “tenemos escritos que son obra del acusado. Desde ese punto de vista, puede haber algunas similitudes, aunque siguen siendo casos diferentes”, apunta Thibaut Kurzawa, uno de los abogados defensores.
El primer pedófilo con tantas víctimas
Con 264 periodistas acreditados, de 62 medios, el juicio contra Le Scouarnec debería recibir una cobertura mediática similar al del caso Pelicot, que acabó convirtiéndose en un icono feminista mundial. “Creo que tendrá una repercusión aún mayor, dado que Le Scouarnec es el primer pedófilo internacional que ha causado tantas víctimas”, según Francesca Satta, abogada de las víctimas.
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