Redacción El País con información de EFE y AFP
Israel inició una ofensiva terrestre en Rafah, el último enclave "seguro" al sur de Gaza, donde el ejército israelí dice que quedan por desmantelar batallones de Hamás.
Según el asesor del Gobierno israelí Tzachi Hanegbi, Israel busca junto con las autoridades egipcias mitigar el "contrabando de armas" desde Egipto hacia Gaza, dando a entender que las tropas no abandonarán esta localización una vez la dominen militarmente.
"Debemos cerrar la frontera entre Egipto y Gaza. Nadie se ofrecerá a protegernos y tendremos que protegernos nosotros mismos", dijo Hanegbi.
Las advertencias a Israel por el ingreso a Rafah
Luego de que comenzara la ofensiva terrestre el 6 de mayo, el pasado viernes la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó a Israel detener sus operaciones militares en Rafah, en el sur de Gaza.
“El Estado de Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar en Rafah y cualquier otra acción que pudiera infligir al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que provoquen su destrucción física total o parcial”, afirma la sentencia de la máxima instancia judicial de Naciones Unidas.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que las sentencias de esta corte son vinculantes y que las partes deben acatarlas. Pero el gobierno israelí rechazó los argumentos del tribunal.
“Israel no ha llevado ni llevará a cabo operaciones militares en la zona de Rafah que generen condiciones de vida que puedan causar la destrucción de la población civil palestina, total o parcialmente”, declaró el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, en un comunicado conjunto con el portavoz de la cancillería.

El ataque a un campo de refugiados en Rafah
A pesar de lo declarado por Israel ante la ONU, al menos 45 personas murieron en la noche del domingo como consecuencia de un ataque israelí en una supuesta “zona segura” en el barrio de Tal al Sultan, en el noroeste de Rafah, donde había cientos de personas desplazadas en un campamento improvisado que Israel aún no había ordenado evacuar.
El Ejército indicó que se trató de una “operación precisa basada en inteligencia” dirigida a eliminar a dos altos mandos de Hamás que se encontraban en un edificio en la zona; aunque admiten que luego se generó un incendio que provocó un alto número de víctimas mortales.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, admitió el lunes que la muerte de civiles en dicho ataque fue un “trágico accidente”. Sin embargo, el martes, el ejército israelí afirmó que sus municiones eran insuficientes para provocar un incendio de tal magnitud.
“A pesar de nuestros esfuerzos por limitar las víctimas civiles, el incendio que se declaró fue inesperado y no intencionado”, insistió, añadiendo que aún se estaba llevando a cabo una investigación.
Por otra parte, Israel negó haber bombardeado una “zona humanitaria” al oeste de Rafah, donde habrían muerto al menos 21 personas.
Antes de esta operación, la ONU estimaba que había cerca de 1,4 millones de personas en la ciudad, en su mayoría desplazados desde otras regiones de la franja, y que cerca de un millón han huido desde entonces.

Tras ataque al campo de refugiados: cómo sigue Rafah
Los habitantes de Rafah señalaron este jueves nuevos bombardeos y combates en esta ciudad del sur de la Franja de Gaza. El ejército israelí informó el miércoles que tomó el control del corredor Filadelfia, una franja de 14 kilómetros a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto.
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó que las tropas encontraron "cerca de 20 túneles" en esta área.
"El corredor Filadelfia era un balón de oxígeno para Hamás que lo utilizaba habitualmente para trasladar armas hacia Gaza", sostuvo Hagari.
Egipto, un mediador clave en el conflicto y cada vez más crítico con las operaciones militares israelíes, rechazó las afirmaciones de que en la zona hubiera túneles activos de contrabando.

"Israel usa estas acusaciones para justificar la continuación de las operaciones en la ciudad palestina de Rafah y seguir la guerra con fines políticos", afirmó un alto funcionario egipcio al medio Al Qahera News, vinculado a los servicios de seguridad de ese país.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, instó desde China a aumentar la asistencia humanitaria para Gaza, cercada por Israel casi desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, y pidió a la comunidad internacional obrar contra "cualquier intento de obligar a los palestinos a huir de sus tierras".
El presidente de China, Xi Jinping, abogó por la convocatoria de "una conferencia internacional de paz con una amplia base, autorizada y eficaz" para resolver el conflicto, en un encuentro con dirigentes árabes en Pekín.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, ha instado a Israel a abstenerse de lanzar una invasión a gran escalada en Rafah, pero la Casa Blanca afirmó que no considera que se hayan cruzado hasta ahora las "lineas rojas" marcadas por el presidente Joe Biden.
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