AFP
El asesinato del candidato Fernando Villavicencio sacudió el tablero político de Ecuador en la recta final hacia las elecciones del próximo domingo, al beneficiar según analistas a los candidatos que prometen mano dura contra el crimen organizado.
El atentado significó además un nuevo golpe para la imagen del exmandatario Rafael Correa, cuya candidata Luisa González encabezaba las encuestas de intención de voto antes del asesinato.
Villavicencio, experiodista de investigación, había ventilado casos de corrupción durante el mandato de Correa (2007-2017) hoy exiliado en Bélgica.
Sin que se resuelva el asesinato, por el que están detenidos seis colombianos, el hecho generó un terremoto político: asistió en razones a los candidatos que prometen acabar con la violencia, especialmente el derechista Jan Topic.
La ley prohíbe publicar encuestas la semana previa a los comicios. Antes de su muerte, Villavicencio estaba segundo en la intención de voto de acuerdo con la firma Cedatos, una de las múltiples encuestadoras del país.
“El problema de la inseguridad y del crimen organizado que está atravesando Ecuador ya era la principal preocupación para la mayoría de la población, según las encuestas”, dice a la AFP Paolo Moncagatta, decano de Ciencias Sociales de la privada Universidad San Francisco de Quito.
En ese sentido “obviamente cuando se asesina al candidato que tenía un discurso más directo en contra (de la delincuencia) esto va a fortalecer a los candidatos que tienen el discurso de mano dura”.
El exvicepresidente Otto Sonnenholzner (2018-2020) ha sido uno de ellos, pero especialmente el derechista Jan Topic, un exitoso empresario, exparacaidista y exfrancotirador de la Legión Extranjera del ejército francés que quiere llegar al poder para arrasar con las bandas criminales.
Apodado como “Rambo”, el candidato de la Alianza por un País sin Miedo propone la construcción de más cárceles al estilo del presidente salvadoreño Nayib Bukele.
Tras un debate televisado el domingo, el único oficial de la campaña, expertos y medios dieron a Topic como uno de los vencedores.
“Fue el gran beneficiado”, dice el politólogo Santiago Basabe, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Quito.
Hablar de seguridad es tocar las fibras de los ecuatorianos. “La gente está cansada de tanta violencia (...) es el tema de los secuestros, del sicariato, de los asesinatos, que son delitos que no eran comunes en Ecuador”, opina a su vez la académica Saudia Levoyer.
El impacto del asesinato se sintió con fuerza en las bases de Correa, quien vive en Bélgica desde que dejó el poder.
En el funeral, simpatizantes de Villavicencio gritaban “Correa asesino”. La viuda, Verónica Sarauz, dijo sin que el expresidente tenía conocimiento del asesinato. Lo acusó además de tener “vínculos con las bandas delictivas”.
También señaló que la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, cercana a Correa y a quien una pesquisa ligó con el presunto testaferro del chavismo venezolano Alex Saab, lo había amenazado.
Pese a que la justicia no investiga esas acusaciones, la “imagen del correísmo está muy golpeada”, dice Levoyer.
Es una incógnita quién pagó a los sicarios que mataron a Villavicencio.
Correa niega cualquier nexo criminal y asegura que se trata de un “complot” para restarle votos a González.