BOGOTÁ

El gobierno y delegados de los grupos que están encabezando las protestas en Colombia, reunidos en Bogotá ayer martes, dieron los primeros pasos hacia un acuerdo para apaciguar el estallido social que deja casi 60 muertos en un mes de manifestaciones contra el presidente Iván Duque.

Fabio Arias, uno de los voceros del Comité Nacional de Paro, que reúne a un grupo de sindicalistas, señaló que están en curso “acercamientos para levantar” los bloqueos de rutas que afectan especialmente al suroeste del país.

El gesto fue celebrado por el gobierno, que exige el levantamiento de los cierres para iniciar las negociaciones.

Los delegados de Duque y del Comité de Paro han sostenido varias rondas de conversaciones desde el 7 de mayo, sin alcanzar un acuerdo para iniciar negociaciones.

Si bien se trata del colectivo más visible, el Comité de Paro no aglutina a todos los sectores que están movilizados contra el gobierno de Duque. No obstante, un eventual acuerdo con esa organización es visto como un paso hacia el fin de la crisis.

El gobierno atribuye a los bloqueos la muerte de dos bebés que quedaron atrapados en ambulancias y millonarias pérdidas económicas. “En la primera semana (de protestas) tuvimos 800 bloqueos, hoy quedan 36”, aseguró el ministro de Defensa, Diego Molano.

Las partes dialogan en una sede neutral en Bogotá, cuando el país todavía procesa la jornada más violenta en esta crisis, detonada por una reforma tributaria que gobierno se vio obligado a retirar.

El viernes 28 de mayo, mientras miles de personas conmemoraban en las calles el primer mes de levantamiento popular, 13 personas murieron en Cali, la tercera ciudad de Colombia y una de las más afectadas por las movilizaciones y los bloqueos.

Ese día hubo choques que involucraron a manifestantes, uniformados y civiles armados hasta con fusiles que dispararon en presencia de la policía, lo que ha hecho temer que fuerzas paraestatales estén cobrando protagonismo.

En un mes de protestas han muerto 59 personas, según reportes de la Defensoría del Pueblo (Ombudsman) y de autoridades civiles. La Fiscalía sostiene que 20 de estos casos “guardan relación directa con las manifestaciones”.

A raíz de lo ocurrido el viernes, Duque ordenó el despliegue de tropas en Cali y otros puntos del país bajo la figura de la “asistencia militar”, que faculta al ejército a apoyar las tareas de vigilancia de la policía.

En medio de las negociaciones con los manifestantes, el Ministerio de Defensa anunció el fin de Los Caparros, uno de los cinco grandes grupos criminales de Colombia, responsables asesinatos de líderes sociales, masacres, narcotráfico y reclutamiento forzado de menores.

“Hoy podemos asegurarle a Colombia que Los Caparros llegó a su fin”, aseguró el ministro Molano.

El pasado jueves el Gobierno anunció que habían abatido en una operación militar al líder de Los Caparros, Robinson Gil Tapias, alias “Flechas”, acusado de secuestrar y reclutar a menores de edad.

Los Caparros eran uno de los cinco grandes grupos criminales junto con las disidencias de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Clan del Golfo y Los Pelusos, un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL).