La Nación/GDA
El primer avión hipersónico del mundo, capaz de cubrir la ruta entre Londres y Nueva York en tan solo una hora, comenzará su fase de pruebas. Esta innovadora tecnología promete revolucionar la forma en que nos desplazamos por el mundo con un objetivo claro: reducir los tiempos de viaje que consideramos normales.
Los viajes aéreos transformaron la manera en que la humanidad se conecta globalmente. Antes de la invención del avión, las personas que querían viajar entre continentes tenían que enfrentarse a largas travesías en barco. Para cruzar el Atlántico entre Londres y Nueva York, se tardaban entre siete y diez días en alta mar.
Viajar por tierra dentro de un país extenso, como Estados Unidos, tampoco era sencillo: cruzar de la costa este a la costa oeste podía llevar entre cuatro y seis días. Hoy en día, las aerolíneas comerciales permiten cubrir distancias enormes en cuestión de horas. Sin embargo, esta nueva tecnología promete llevar esta experiencia a otro nivel.
¿Qué es un avión hipersónico?
A diferencia de los aviones comerciales que conocemos, que vuelan a una velocidad promedio de entre 800 y 900 km/h, un jet hipersónico es capaz de volar a velocidades increíbles y alcanzar los 4828 kilómetros por hora. Esto significa que la distancia entre Londres y Nueva York, que es de unas 5569,94 kilómetros, podría ser cubierta en apenas una hora, algo que hasta hace poco parecía imposible.
Aunque la aviación a gran velocidad no es una idea nueva, los avances en ingeniería mecánica están abriendo nuevas posibilidades. El Concorde, retirado en 2003, demostró que los vuelos hipersónicos eran viables, pero su costo elevado y su impacto ambiental limitaron su permanencia (más allá de sus resonantes accidentes que marcaron trágicamente a la aviación). Con estos nuevos jets se espera reducir tanto el tiempo de vuelo como los inconvenientes asociados a sus predecesores.
La compañía responsable de esta hazaña de ingeniería es Venus Aerospace, que actualmente está desarrollando el revolucionario motor Venus Detonation Ramjet, con una potencia de empuje de 907,1847 kilos. Si esta tecnología tiene éxito, los vuelos a velocidades de Mach 6 (aproximadamente a 5793 kilómetros por hora) se convertirán en una realidad. Este nivel de velocidad permitiría que un vuelo entre Londres y Nueva York demorara tan solo una hora (incluso teniendo en cuenta, dentro de ese cálculo, el tiempo necesario para el despegue, el ascenso a la altitud adecuada y la desaceleración al aterrizar).
Venus Aerospace tiene previsto comenzar sus primeras pruebas de vuelo en 2025. El objetivo final de la compañía es hacer que los viajes hipersónicos sean accesibles no solo para la aviación comercial, sino también para la defensa, lo que abriría un abanico de oportunidades tanto para los viajeros como para el ámbito militar de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Andrew Duggleby, cofundador de Venus Aerospace, expresó su entusiasmo durante la conferencia Up. Summit, donde se presentó el motor: “Este motor hace realidad la economía hipersónica. Estamos emocionados de asociarnos con Velontra para lograr esta revolución en los vuelos de alta velocidad, dada su experiencia en combustión de aire a alta velocidad”. Esta colaboración entre Venus Aerospace y Velontra promete ser un paso crucial en la evolución de los viajes aéreos.
¿Podrán los jets hipersónicos superar al Concorde?
El Concorde fue el único avión supersónico civil en servicio. Tenía el prestigio de ser el único capaz de cruza el Altántico a la velocidad del sonido, pero nunca generó muchas ganancias directas a las compañías aéreas que interrumpieron su uso en 2003.
Si bien el Concorde fue una maravilla de la ingeniería de su tiempo, los desafíos económicos y ambientales pusieron fin a su historia. Los aviones hipersónicos, sin embargo, están diseñados para ser más eficientes, rápidos y sostenibles, lo que podría garantizar una mayor viabilidad a largo plazo.
Si estos vuelos logran superar las barreras tecnológicas y comerciales, no solo cambiarán la forma en que viajamos, sino que podrían transformar industrias enteras. La posibilidad de realizar viajes transatlánticos en una hora abriría nuevas oportunidades en los negocios globales, el turismo y la logística, acercando aún más los continentes.