Agencia EFE
Commander se volvió famoso meses atrás, no solo por ser el perro de la familia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sino por la cantidad de incidentes que tuvieron lugar al interior de la Casa Blanca que lo tuvieron a él como protagonista.
Este jueves, se conoció que el can alcanzó a morder a personal del servicio secreto del país en al menos 24 ocasiones, en incidentes ocurridos tanto en la residencia presidencial como en otros lugares, según informó la cadena CNN.
El medio estadounidense, que cita como fuente documentos internos de los servicios secretos (USSS por sus siglas en inglés), asegura que estos hechos revelan hasta qué punto la agresividad del can se había convertido en un problema grave para los cientos de empleados que trabajan en la Casa Blanca. También indican cómo el personal de la agencia tuvo que cambiar sus hábitos para evitar resultar herido por el conocido pastor alemán de los Biden.
Esta no es la primera vez que se informa de incidentes protagonizados por Commander, que desde el pasado 4 de octubre no se encuentra en la Casa Blanca después de haber mordido a varios agentes secretos.
Ahora la cadena estadounidense ha obtenido documentos que confirman que, a los ya conocidos, se han sumado otros 24 ataques del perro.
"Las recientes mordeduras del perro nos han obligado a ajustar nuestras tácticas operativas cuando Commander está presente", escribió a su equipo un agente especial anónimo a cargo de la División de Protección Presidencial del USSS en un correo electrónico de junio de 2023. En ese correo el agente advirtió a sus compañeros de que "debían ser creativos para garantizar su propia seguridad personal". Esa advertencia se produjo meses antes de que el perro saliera definitivamente de la Casa Blanca.
La cadena muestra una fotografía sin fecha, obtenida a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información, que muestra una imagen de la camisa rota de un agente del Servicio Secreto de EE. UU. tras la mordedura del perro. Los incidentes documentados incluyeron a miembros de la división uniformada del Servicio Secreto, miembros del equipo de protección del presidente y otros funcionarios del USSS.
Todos ellos tuvieron lugar dentro y fuera de la residencia de la Casa Blanca, pero también en las casas de la familia Biden en Wilmington y Rehoboth Beach (Delaware), en Camp David y en Nantucket (Massachusetts), donde la familia pasa las vacaciones de Acción de Gracias.
Una fuente cercana a la familia Biden le dijo a CNN que la familia se siente "apesadumbrada" y ha estado "desconsolada" por esta serie de incidentes con mordeduras. "Están desconsolados por esto. Han pedido disculpas a los que han sido mordidos y han llevado flores a algunos. Se sienten muy mal. Commander fue sobreprotector y, aunque intentaron y trataron de trabajar en ello, tuvieron que llevarlo a vivir con otros miembros de su familia", dijo la fuente.
Los Biden intentaron en repetidas ocasiones controlar la situación, que comenzó en octubre de 2022 con incidentes que abarcaron un año completo. El pastor alemán se había unido a la familia cuando era un cachorro en diciembre de 2021, fue un regalo que recibió el presidente meses después de la muerte de Champ, un pastor alemán que acompañó a la pareja durante 13 años.