AFP, EFE
Más de 500.000 personas de todo el mundo acudieron hasta ayer domingo a los actos con los que la capital alemana celebró el fin de semana los 35 años de la caída del muro de Berlín.
Según informaron ayer domingo los organizadores de los actos programados con motivo de la caída del muro que marcó la Guerra Fría y la historia de Alemania, desde el primer día de las festividades, que comenzaron el jueves 8 de noviembre, “miles de berlineses” han visto los cuadros expuestos en lo que fueron cuatro kilómetros del recorrido de la destruida frontera artificial.
El “momento álgido” de las conmemoraciones fue el concierto simultáneo que ofrecieron el sábado en la capital 700 músicos convocados para tocar, entre otros, clásicos del rocanrol como ‘People have the power’ de Patti Smith o ‘Rocking in the free world’ de Neil Young.
Las festividades del 9 de noviembre, día en que cayó el muro en 1989 tras 28 años de separación de la ciudad, terminaron con otro concierto ayer a cargo de la banda de punk rusa Pussy Riot, conocida por su carácter opositor al régimen de Vladimir Putin.
Alemania, además de celebrar cada 9 de noviembre la caída del muro de Berlín, conmemoró en paralelo la trágicamente recordada “noche de los cristales rotos”, en la que las tropas de asalto nazis y ciudadanos germanos atacaron sinagogas, comercios judíos y alemanes de cultura hebrea.
Murieron cerca de un centenar de personas y ardieron más de un millar de sinagogas en ese pogromo alemán.
“Modo electoral”
Alemania ha entrado en modo electoral después de la ruptura de la coalición gubernamental, un escenario que dejará durante meses fuera de juego a la primera economía de la Unión Europea en un momento en el que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la guerra en Ucrania y la falta de competitividad de la Unión Europea (UE) exigiría su liderazgo.
Jacob Ross, analista del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, afirmó que la incertidumbre en la que se ha sumergido Alemania tiene consecuencias en la acción internacional, en un momento en el que tanto el canciller, Olaf Scholz, como el presidente francés, Emmanuel Macron, “están en una posición muy débil”.
Ello cuando “los europeos tienen ocho semanas para encontrar acuerdos y prepararse hasta que tome posesión en Washington Donald Trump”, sostuvo.
Alemania es el segundo mayor contribuyente de ayuda militar a Ucrania por detrás de EEUU, donde Trump se ha mostrado reacio a seguir destinando dinero a Kiev.
El Gobierno no contará con un presupuesto para 2025 si la oposición no apoya al ahora Ejecutivo en minoría de socialdemócratas y verdes tras la expulsión de los liberales. Las obligaciones corrientes con Ucrania estarán garantizadas, según airman, pero no eventuales ayudas adicionales.