ESTADOS UNIDOS
El presidente saliente, Donald Trump, prometió una “transición ordenada”, pero sin admitir la derrota en las elecciones de noviembre.
Horas después de que cientos de partidarios de Donald Trump irrumpieran en el Capitolio en un ataque a la democracia estadounidense, un Congreso convulsionado certificó formalmente en la madrugada de este jueves la victoria electoral del demócrata Joe Biden, que con las dos bancas en el Senado ganadas en Georgia tendrá mayorías en ambas cámaras.
Justo después, la Casa Blanca hizo público un comunicado de Trump comprometiéndose a una “transición ordenada” cuando Biden asuma el cargo el 20 de enero, aunque sin admitir oficialmente su derrota.
“A quienes desataron el caosen nuestro Capitolio: ustedes no han ganado. La violencia nunca gana”, dijo el vicepresidente saliente de Estados Unidos, Mike Pence, cuando se reanudó la sesión conjunta de ambas cámaras.
Más de siete horas después, la sesión concluyó con Pence, que durante los últimos cuatro años ha sido el escudero fiel de Trump, declarando la derrota de ambos en las elecciones de noviembre, y la victoria de Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris.
“Este anuncio (...) debe considerarse una declaración suficiente de quiénes son las personas elegidas como presidente y vicepresidenta de Estados Unidos”, afirmó Pence pasadas las 03:40 de la madrugada en Washington (05:40 en Uruguay).
El Senado y la Cámara de Representantes rechazaron dos objeciones al recuento de votos y certificaron el cómputo final de 306 votos para Biden y 232 para Trump en el Colegio Electoral.
Tras la certificación del Congreso, Trump hizo público un comunicado a través del asesor de la Casa Blanca Dan Scavino, afirmando que “aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de la elección, y los hechos me lo confirman, habrá una transición ordenada el 20 de enero”.
“Esto representa el fin de uno de los mejores primeros mandatos presidenciales y es solo el inicio de nuestra lucha para devolver a Estados Unidos su grandeza”, agregó, dando a entender que podría pelear por un nuevo mandato en 2024.
"Una mancha en nuestro país".
La insurrección de los seguidores de Trump en el Capitolio disuadió a al menos tres senadores republicanos de seguir adelante con su plan de respaldar la impugnación de los resultados en varios estados clave, y nadie en el Senado presentó objeciones al resultado en Georgia, Michigan, Nevada o Wisconsin, como estaba previsto inicialmente.
El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, se había opuesto al intento de sus colegas de cuestionar el resultado de las elecciones en la sesión, y pidió desarrollar el proceso sin contratiempos después de la “insurrección fallida” en el Capitolio.
Chuck Schumer, el líder de la minoría demócrata en el Senado, fue más duro y culpó a Trump del caos en el que derivó lo que debía haber sido un mero trámite. “Esto será una mancha en nuestro país, que no se borrará fácilmente. La última (muestra) del terrible e indeleble legado del presidente número 45 de Estados Unidos, sin duda el peor que hemos tenido”, afirmó Schumer en el pleno del Senado.
El resultado del proceso de certificación nunca estuvo en duda, pero la sesión fue interrumpida por la turba que invadió el Capitolio. La policía dijo que cuatro personas murieron durante los disturbios, una por heridas de bala y tres por emergencias médicas, y que 52 personas fueron arrestadas.
El asalto al Capitolio fue la culminación de meses de una retórica divisionista de Trump, denunciando un fraude electoral que nunca pudo probar. El caos se desató después de que Trump se dirigió a miles de seguidores cerca de la Casa Blanca y les instó a marchar hacia el Capitolio para expresar su ira a los congresistas que estaban certificando la victoria de Biden.
Senado demócrata.
La invasión de la turba trumpista al Capitolio se produjo un día después de que el Partido Demócrata ganara las dos bancas al Senado por el estado de Georgia, lo que le dará al presidente electo mayoría en ambas cámaras del Congreso.
Raphael Warnock, de 51 años, derrotó al republicano Kelly Loeffler y se convirtió en el primer senador negro de este estado del sur, tradicionalmente muy conservador.
Y Jon Ossoff, de 33 años será el senador demócrata más joven de la historia del país, después de Biden, que logró el cargo en 1973.
Así, los demócratas tienen 50 escaños en el Senado, al igual que los republicanos, pero como prevé la Constitución, la futura vicepresidenta Kamala Harris tendrá el poder de desempatar las votaciones y de hacer que la balanza se incline a favor de los demócratas.
Al final de su mandato de cuatro años, Trump logró perder la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y ahora el Senado ante los demócratas.
Georgia, un estado sureño que se ha inclinado por los republicanos durante dos décadas, ha dado la sorpresa política dos veces en dos meses: en noviembre, cuando Biden derrotó por estrecho margen a Trump y luego en la segunda vuelta, donde fueron derrocados dos senadores republicanos leales a Trump.
Los principales diarios estadounidenses coincidieron ayer jueves en responsabilizar a Donald Trump de la violencia en el Congreso, por haber incitado a sus seguidores con denuncias de un fraude electoral que no ha podido demostrar, y pidieron su salida del cargo.
“Trump provocó el asalto al Capitolio. Debe ser destituido”, tituló The Washington Post su editorial, en el que asegura que su negativa a aceptar su derrota electoral y su incitación a sus seguidores provocaron el asalto al Capitolio “por parte de una turba violenta”.
“La responsabilidad de este acto de sedición recae directamente en el presidente, quien ha demostrado que su permanencia en el cargo representa una grave amenaza para la democracia estadounidense. Debería ser destituido”, agregó.
The New York Times coincidió en responsabilizar a “la retórica sediciosa de Trump” y a “sus facilitadores republicanos en el Congreso” del ataque y aseguró que “debe haber consecuencias”.
“Les dijo que pelearan, que podía unirse a ellos e, incluso mientras asaltaban el edificio, se negó durante horas a decirles que se detuvieran, a condenar sus acciones, a levantar un dedo en defensa de la Constitución que juró preservar y proteger”, dijo el NYT.
“Fue la actuación de un hombre que no estaba dispuesto a cumplir sus deberes de presidente ni a afrontar las consecuencias de su propio comportamiento (...) Debe rendir cuentas a través de un juicio político o de la justicia penal”, agregó.
Los Angeles Times cargó contra el Partido Republicano y dijo que lo sucedido se puede considerar “un motín, una insurrección, una tragedia, un intento de golpe de Estado”, pero de ningún modo “una sorpresa”.
El diario californiano considera que con las dos semanas de mandato que le quedan a Trump, “no parece haber tiempo suficiente para llamarlo a rendir cuentas de la única forma significativa que establece la Constitución, que sería un nuevo juicio político”. “En cambio, simplemente debemos contar con el Congreso y los miembros responsables de la Administración actual para evitar que (Trump) haga más daño antes de que se escape de la ciudad para siempre”, agregó.
El Miami Herald es más directo y pide “invocar la 25 enmienda” de la Constitución para destituir a Trump.