CRISIS POLÍTICA
Cada vez está más claro que el fin de esta situación pasará precisamente por quien la provocó, Matteo Renzi, quien hace dos semanas sacó a su partido, Italia Viva (IV), de la coalición de Conte.
La búsqueda de refuerzos al primer ministro de Italia en funciones, Giuseppe Conte, para formar un nuevo Gobierno tras dimitir se antoja cuesta arriba, aunque dispone de dos días tras la ronda de consultas iniciada ayer miércoles para tratar de seguir a flote.
Cada vez está más claro que el fin de esta situación pasará precisamente por quien la provocó, Matteo Renzi, quien hace dos semanas sacó a su partido, Italia Viva (IV), de la coalición de Conte acabando con su mayoría absoluta.
Vista su debilidad, el primer ministro no ha tenido más remedio que presentar su renuncia al jefe del Estado, Sergio Mattarella, quien ha abierto las consultas para buscar una salida a la crisis. Pero Conte no quiere irse y aspira a lograr un nuevo encargo para su tercer Ejecutivo en dos años y medio, pues ha encabezado las dos alianzas del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), primero con la ultraderechista Liga y luego con la izquierda.
Para ello, busca apoyos que le permitan apuntalar su coalición, la del antisistema M5S, el Partido Demócrata (PD) y Libres e Iguales (LeU, izquierda).
Hasta la fecha, los partidos que le sostienen han cerrado filas en torno a él como “punto de equilibrio”, si bien en la política italiana todo cambia rápidamente y nadie descarta que en estos días surja un nuevo nombre para sustituirle.
Por el momento tiene diez senadores: seis del partido de los italianos en el extranjero MAIE, dos antiguos miembros del M5S, una tránsfuga de la formación de Silvio Berlusconi y una ex del PD. Pero estos números no son suficientes. (Con información de EFE)