AFP, EFE, The New York Times
Cada minuto cuenta. La búsqueda de las cinco personas del sumergible que se perdió en el fondo del Atlántico cuando iban a observar al Titanic, se está haciendo con un buque con capacidad para operar drones bajo el agua y varios aviones de la Guardia Costera estadounidense y de las Fuerzas Armadas canadienses. La urgencia está marcada por un dato: quedan pocas horas para que se agote el oxígeno dentro del sumergible.
Los rescatistas enfrentan una tarea gigantesca que pondrá a prueba los límites del conocimiento técnico. Pero barrer un área oceánica de 20.000 km2 con profundidades de cerca de 4 kilómetros no será fácil.
“Está muy oscuro ahí abajo. Hace mucho frío. El lecho marino es barro y está ondulado. No puedes verte la mano delante de la cara”, dijo el experto sobre el Titanic, Tim Maltin, en declaraciones a NBC News Now. “Realmente se asemeja un poco a ser un astronauta en una misión hacia el espacio”.
OceanGate Expeditions, la empresa a cargo del sumergible Titan, cobra 250.000 dólares por puesto en sus excursiones hacia el Titanic.
La embarcación llevaba a bordo tres turistas cuando desapareció el domingo: el multimillonario británico Hamish Harding, el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman.
También iban a bordo Stockton Rush, director ejecutivo de la compañía, y el operador de submarinos francés Paul-Henri Nargeolet, apodado de “Señor Titanic” por sus frecuentes expediciones hacia los restos del barco.
Jamie Frederick, capitán del servicio de Guardacostas estadounidense –la agencia que coordina la misión de búsqueda y rescate–, explicó que están usando diversos métodos a medida que peinan la vasta área en busca del Titán, de 6,5 metros de longitud, que perdió contacto con su buque madre horas después de sumergirse en las inmediaciones del lugar donde están los restos del Titanic.
“Los esfuerzos de búsqueda se han centrado tanto en la superficie con aviones C-130 que buscan a simple vista y con radar, como en la subsuperficie con aviones P3, con los que podemos lanzar y monitorizar boyas sonar”, dijo Frederick.
Hasta anoche, los esfuerzos no habían arrojado resultados.
La búsqueda se vio reforzada ayer martes por un enorme buque que cuenta con un vehículo operado por control remoto (ROV) que esperaban poder desplegar en la última posición conocida del Titan.
El investigador Jules Jaffe, quien formó parte del equipo que desarrolló el sistema óptico usado para encontrar el Titanic en 1985 dijo que los rescatistas deberán buscar en tres lugares.
“(El Titan) está en el lecho marino, en algún lugar de la columna de agua o en la superficie”, dijo a ABC10 en San Diego, California. “Podría estar en la columna de agua. Creo que es lo más probable”.
“Para encontrarlo hay que usar el tipo de sonares que usamos para mapear el lecho marino”, que de acuerdo con él mostraría la embarcación como un reflejo brillante.
Jamie Pringle, profesor de ciencias geográficas forenses en la Universidad británica de Keele, dijo que si el submarino se hubiera asentado en el fondo del océano, podría ser muy difícil de detectar. “El fondo del océano no es plano, hay un montón de colinas y cañones”, dijo Pringle a NBC.
La enorme presión a 4.000 metros de profundidad, unas 400 veces superior a lo que es en la superficie, dificulta el desafío en este complicado paisaje marino.
Una presión de tal fuerza ejerce una enorme carga en el equipo, y no hay muchas embarcaciones que puedan aguantar en esas profundidades. El Titanic a unos 600 kms de Terranova, en el Atlántico Norte.
Ayer martes los socorristas calculaban que el sumergible dispone de oxígeno para menos de dos días.
“Quedan unas 40 horas de oxígeno” en el sumergible, dijo Frederick ayer a las 14.00 de Uruguay.
En 2018 el exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions fue despedido después de que planteara preocupaciones sobre la seguridad de Titán. David Lochridge citó el “diseño experimental y no probado del Titán” de la empresa en una demanda judicial.
Mike Reiss, guionista de televisión estadounidense que visitó los vestigios del “Titanic” en el mismo sumergible el año pasado, declaró a la BBC que la experiencia fue desorientadora. Con una presión 400 veces superior a la de la superficie, “la brújula dejó de funcionar inmediatamente y empezó a dar vueltas, así que tuvimos que dar vueltas a ciegas en el fondo del océano, sabiendo que el Titanic estaba en algún lugar”, explicó.
Todo el mundo era consciente del peligro de la expedición, dijo a la BBC. “Firmas un documento antes de subir y en la primera página se menciona la muerte tres veces”.
El Titanic se hundió en su viaje inaugural entre la ciudad inglesa de Southampton y Nueva York en 1912 tras chocar con un iceberg; 1.500 personas de las 2.224 que emprendieron el viaje murieron en el naufragio
Los restos del transatlántico, partido en dos, fueron descubiertos en 1985. Desde entonces, visitan el área buscadores de tesoros y turistas.
Dificultades para un rescate en las profundidades
Numerosas complicaciones podrían obstaculizar los esfuerzos para rescatar a las cinco personas a bordo del sumergible Titán. Para cualquier operación de búsqueda y rescate en el mar, las condiciones meteorológicas, la falta de luz por la noche, el estado del mar y la temperatura del agua pueden influir en la búsqueda y el rescate de los marineros afectados. Para un rescate bajo las olas, los factores que intervienen en un rescate exitoso son aún más numerosos y difíciles.
El primer y más importante problema a resolver es simplemente encontrar el Titán.
Muchos vehículos submarinos están equipados con un dispositivo acústico, a menudo llamado pinger, que emite sonidos que los rescatistas pueden detectar bajo el agua. No está claro si Titán tiene uno.
Si el sumergible se encuentra en el fondo, las profundidades extremas limitan los posibles medios de rescate. El Titanic se encuentra en unos 14.000 pies (4.200 metros) de profundidad, que los humanos solo pueden alcanzar dentro de sumergibles especializados que mantienen a sus ocupantes calientes, secos y con aire respirable.
El único rescate probable vendría de un vehículo sin tripulación, esencialmente un dron submarino. La Marina de los Estados Unidos tiene un vehículo de rescate submarino, aunque puede alcanzar profundidades de solo 2.000 pies.
Para recuperar objetos del lecho marino en aguas más profundas, la Marina se basa en lo que llama vehículos operados a distancia, como el que usó para rescatar un F-35 Joint Strike Fighter estrellado a unos 12.400 pies en el Mar de China Meridional a principios de 2022. Ese vehículo, llamado CURV-21, puede alcanzar profundidades de 20.000 pies.
Aventurero Guinness y empresario
El empresario británico Hamish Harding, una de las cinco personas a bordo del sumergible desaparecido cuando exploraba los restos del Titanic, no le teme a las aventuras extremas, ya sea en el espacio o en las profundidades de los océanos, y cuenta con varios récords Guinness. Aparte de las aventuras que describe en las redes sociales, pocos detalles se conocen sobre la trayectoria y la fortuna de este hombre, presidente de la empresa de jets Action Aviation, fundada en 2004.
El magnate, de 58 años, anunció el sábado en Instagram que formaba parte de la tripulación de cinco personas para explorar los restos del famoso transatlántico en el océano Atlántico.
En mayo de 2021 se describía en Instagram como un “marido, padre de dos hijos, un apasionado explorador” residente en Dubái.
Harding fue al espacio hace un año, a bordo del cohete de Blue Origin, New Shepard, para un vuelo de 10 minutos, en la quinta misión tripulada lanzada con éxito por la empresa de Jeff Bezos.
El empresario británico cuenta con varias menciones en el Guinness de los récords.
En julio de 2019, formó parte de un equipo que realizó la vuelta al mundo en avión más rápida hasta entonces, pasando por los dos polos, en 46 horas, 40 minutos y 22 segundos.
Casi dos años más tarde, buceó, con otro explorador, Victor Vescovo, hasta los abismos de la fosa de las Marianas, el área más profunda de los océanos que se conoce hasta ahora, a bordo de un sumergible de dos plazas. Esta misión fue la de más duración en una profundidad así (4 horas y 15 minutos) con la mayor distancia recorrida (4.600 metros).
Harding es licenciado en Ciencias Naturales e Ingeniería Química por la Universidad de Cambridge.
Con su esposa Linda, tiene dos hijos. Uno de ellos, Giles, se convirtió en 2020 a los 12 años en la persona más joven en viajar al Polo Sur, según el diario Times.
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