La tormenta gélida que desde la semana pasada ha afectado Estados Unidos y que ya dejó medio centenar de muertos se acerca a la costa oeste del país, mientras las temperaturas se suavizan moderadamente en el este y prosigue todavía el caos aéreo, según las últimas previsiones del servicio meteorológico nacional.
El National Weather Service (NWS) indicó este martes en su página web que en el medio oeste y en el este se espera que las temperaturas sean moderadas en los próximos días.
En tanto, las labores de rescate continúan en el condado de Erie, noroeste de Nueva York. La tormenta ha causado 28 muertes en esta zona y ha dejado a miles de personas sin electricidad.
A las 7.00 de la mañana hora local de ayer, todavía continuaba vigente la prohibición de conducir en la ciudad de Búfalo y en la localidad adyacente de Lackawanna, mientras que en el resto del condado de Erie se mantenía la advertencia de solo usar los vehículos en caso de necesidad, informó en la mañana el máximo responsable político de Erie, Mark Poloncarz.
Los servicios civiles continúan en estas zonas las labores de limpieza y retirada de nieve y la policía sigue revisando dentro de los vehículos que fueron abandonados durante el fin de semana por sus propietarios ante la imposibilidad de conducir, debido a la nieve y a la falta total de visibilidad.
Según el último parte meteorológico, todavía se espera la caída de nieve en Búfalo mientras suben las temperaturas, lo que podría causar “pequeñas inundaciones”, debido a la gran cantidad de nieve acumulada.
La compañía eléctrica National Grid informó en la mañana de ayer que mantenía sobre el terreno a 2.850 operarios y que había conseguido restaurar el servicio en la mayoría de las más de 100.000 viviendas que se quedaron sin luz.
Sin embargo, hasta ayer en la tarde, todavía estaban trabajando para restablecer la corriente eléctrica en 6.200 hogares.
El sur de Florida, por su parte, seguía ayer martes bajo los efectos de la tormenta invernal que azota Norteamérica con temperaturas muy por debajo de lo normal, lluvia, cielos brumosos y miles de personas llegadas para pasar las Navidades varadas en los aeropuertos.
En la noche del lunes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó la declaración de emergencia para el estado de Nueva York para facilitar la ayuda federal necesaria para paliar sus efectos y atender a los afectados, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Con esta declaración el Gobierno estadounidense aprueba la ayuda federal al gobierno estatal y los locales para hacer frente a las consecuencias de esta tormenta severa.
El presidente autorizó así al Departamento de Interior y a la Agencia para el Manejo de Emergencias (FEMA) a coordinar las acciones que sean necesarias para afrontar esta situación y “aliviar la adversidad y el sufrimiento” provocados por el temporal.
Estados Unidos intenta recuperarse de los estragos provocados por el frente ártico que se ha llevado la vida de más de 50 personas, la mitad en la zona de Búfalo, en el estado de Nueva York.
La tormenta Elliot, calificada como “única en una generación” por el servicio meteorológico nacional (NWS, en inglés), ha causado gélidas temperaturas desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, hasta el río Grande (también llamado río Bravo), en la frontera con México. Alrededor del 60% de la población estadounidense se ha enfrentado a algún tipo de aviso o advertencia relacionado con el clima invernal en los últimos días, con temperaturas drásticamente bajas.
Las fuertes nevadas y los vientos huracanados han dejado a miles de personas atrapadas en sus casas y en las carreteras, miles de pasajeros varados en Nochebuena por la cancelación de vuelos y miles de hogares sin luz por el colapso de la infraestructura eléctrica.
En base a EFE