CAMBIO CLIMÁTICO
Numerosos países en desarrollo y también europeos desean que la COP27 establezca que hay que abandonar progresivamente el uso de energías fósiles.
Después de 24 horas de intensa negociación, las casi 200 delegaciones acordaron ayer un fondo específico con el que asistir a los países en desarrollo frente a las pérdidas y los daños sufridos por los desastres climáticos.
Sin embargo, en las conferencias del clima todas las decisiones están entrelazadas y se toman por consenso. Al mismo tiempo persistía una gran división en torno a cómo mencionar el futuro de las energías de origen fósil, emisoras de CO2 y metano, dos gases causantes del efecto invernadero.
Numerosos países en desarrollo y también europeos desean que la COP27 establezca que hay que abandonar progresivamente el uso de energías fósiles, un extremo al que se oponen naciones productores de petróleo como Arabia Saudita.
“Ha habido muchos países que han expresado que ese lenguaje [sobre energías fósiles] se debía endurecer”, dijo a la prensa la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, añadiendo que la negociación se encuentra en un “momento complicado”.
“Tenemos que empezar a trabajar en la salida de los combustibles fósiles, porque es la única manera de mantener el objetivo de un calentamiento de 1,5º C” respecto a la era preindustrial, añadió Malcolm Stufkens, subsecretario de Ambiente de Honduras.
“Esperamos tener las dos cosas que harán de esta una COP viable: el compromiso con 1,5º C, con decisiones claras, y el fondo”, explicó la ministra colombiana de Ambiente, Susana Muhamad.
Borrador
La presidencia egipcia distribuyó ayer un nuevo borrador entre las partes negociadoras, una vez vencido el plazo oficial de la conferencia el viernes.
El nuevo texto egipcio llegó después de un ultimátum europeo, que denunció lo que consideraba un “retroceso inaceptable”. Según los europeos, la presidencia egipcia quería hacer retroceder el compromiso para seguir reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que se conoce como el capítulo de mitigación en las negociaciones.
La UE prefiere “no tener un resultado que un mal resultado” llegó a declarar el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
La mitigación es imprescindible para mantener en pie el objetivo de limitar el calentamiento del planeta en +1,5º C, planteado en el Acuerdo de París de 2015.
Pérdidas y daños
Los países del Sur más impactados por los desastres naturales llevaban reclamando ese fondo específico desde hace 30 años. Este fue el tema dominante cuando se abrió este evento, el 6 de noviembre.
Según un nuevo borrador, el fondo busca ofrecer financiación “predecible y adecuada” a esos países, que históricamente han contribuido apenas al calentamiento global y sin embargo sufren más duramente sus efectos. La financiación y el funcionamiento de ese fondo, si se confirma, serán trabajados por un comité de transición, con vistas a una adopción de este nuevo mecanismo en la COP28, dentro de un año.
Las negociaciones se aceleraron después de que los europeos se abrieran a contemplar ese fondo, a cambio básicamente de dos condiciones.
Primero, “ampliar la base de donantes”, es decir, integrar a aquellos países que se han convertido en grandes emisores, como China. Y en segundo lugar, un compromiso explícito en torno a la mitigación.
El representante chino, Xie Zhenhua, dijo que la participación de los países en desarrollo a ese fondo debe ser “voluntaria”.
Fondo se concretará si se abre el abanico de donantes, según la UE
Según confiaron a un pequeño grupo de periodistas fuentes europeas en la cumbre del clima de la ONU en Sharm el Sheij, la polémica en torno a quién deberá aportar dinero al fondo de pérdidas y daños y quién se beneficiará de esas ayudas para reparar los impactos del calentamiento está ahora más cerca de favorecer la postura de la UE.
El bloque negociador europeo considera que el fondo para pérdidas y daños solo sería efectivo si se abre el abanico de posibles donantes -a otras potencias económicas o incluso a entidades del sector privado- y si el dinero movilizado para las indemnizaciones climáticas se destina únicamente a los estados “particularmente” afectados por el calentamiento global, en lugar de a todas las naciones en desarrollo.
La línea de base para la clasificación de estados en el diseño del fondo podría ser la de 1992, como proponían desde el grupo G77 (países en desarrollo) y China, e incluir la referencia a la clasificación de la Red de Santiago, aunque aún quedaba convenir qué estados pueden considerarse “vulnerables”.
Uno de los temas que más trancaba era sobre si se abre el espectro de donantes para alimentar dicho fondo.