Corea del Norte lanzó este sábado un misil balístico intercontinental (ICBM) que cayó aguas de la zona económica exclusiva (ZEE) japonesa, lo que envía un contundente mensaje en vísperas de que Seúl y Washington inicien maniobras militares conjuntas.
El lanzamiento llega después de que Pionyang, que en 2022 realizó un número récord de lanzamientos de misiles, haya estado más de mes y medio sin realizar un solo test de armas, un lapso sin actividad norcoreana en este terreno que hacía tiempo que no se veía en la península.
Su último test databa del 1 de enero, cuando apenas transcurridas tres horas del nuevo año, disparó un proyectil de corto alcance con un lanzacohetes múltiple de gran tamaño.
Pero ya en la víspera Corea del Norte lanzó el primer mensaje tajante desde el mencionado ensayo, amenazando con una respuesta "sin precedentes" a las maniobras militares anuales de primavera, llamadas "Freedom shield", que han comenzado a ultimar para marzo el Sur y EE.UU., que además la semana próxima realizarán un ejercicio teórico que simula un ataque nuclear del régimen.
Y hoy el régimen parece haber enviado una seria advertencia con carácter preventivo al lanzar un ICBM que ha mostrado capacidad potencial para alcanzar todo el territorio estadounidense.
¿Un nuevo tipo de misil?
A la espera de conocerse más datos sobre el proyectil, cuya tipología exacta posiblemente revele mañana Pionyang, analistas y Gobiernos tratan hoy de establecer si lo disparado es un nuevo tipo de ICBM como el que el régimen hizo desfilar por primera vez hace diez días durante los fastos del 75 aniversario de su ejército.
Lo mostrado en aquel desfile parece ser un nuevo ICBM de combustible sólido, un tipo de misil más eficiente (el combustible sólido hace más segura la carga y el almacenamiento y facilita el despliegue del proyectil) que Corea del Norte se propuso desarrollar tras aprobar un plan de modernización armamentístico en 2021.
Según el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, el lanzamiento de hoy se realizó en torno a las a las 17.22 (8.22 GMT) desde la zona de Sunan, donde se encuentra el aeropuerto internacional de Pionyang y desde donde el régimen ha lanzado en más de una ocasión el Hwasong-17, su ICBM de mayor alcance potencial dentro de su arsenal.
"El misil balístico norcoreano fue lanzado en un ángulo muy abierto y cayó en el mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas) tras volar unos 900 kilómetros", explicó el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano en un comunicado.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, condenó el lanzamiento e indicó que el misil, que según el Ministerio de Defensa nipón alcanzó una altura de unos 5.700 kilómetros, parece haber caído dentro de la zona económica especial (ZEE) japonesa, a unos 200 kilómetros al oeste de la isla de Oshima, situada al suroeste de la isla septentrional de Hokkaido.
Captado en televisión
Una cámara de la radiotelevisión pública nipona NHK situada en la cercana localidad de Hakodate aparentemente captó fragmentos del proyectil en llamas iluminando el cielo nocturno en su fase de reentrada.
Se estima que el misil se estrelló en el agua torno a las 18.27 hora local (9.27 GMT), por lo que habría volado durante más de una hora, y el ministro de Defensa nipón, Yasukazu Hamada, aseguró que podría haber volado unos 14.000 kilómetros si se hubiera lanzado con una trayectoria normal, suficiente para alcanzar cualquier región del planeta a excepción de Sudamérica.
Por su parte el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) surcoreano se reunió de urgencia y condenó "enérgicamente" el ensayo norcoreano, que consideró que supone "una grave violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y una grave provocación que aumenta las tensiones en la península de Corea y en la región".
Pionyang realizó el año pasado un número récord de lanzamientos de misiles, en torno a medio centenar, en muchos casos en respuesta a maniobras conjuntas del Seúl y Washington y al despliegue de activos estratégicos del Pentágono en la península.
Fotos por satélite muestran además que el centro de pruebas nucleares de Punggye-ri (noreste del país) lleva completamente rehabilitado desde hace casi un año y está listo para albergar una nueva prueba atómica.
EFE