AFP, EFE
Corea del Sur vivió ayer martes una jornada de caos y desgobierno, que dejó al descubierto la crisis entre el presidente Yoon Suk Yeol y el Congreso de mayoría opositora. Yoon se vio forzado a levantar la ley marcial que había decretado, después de que el Legislativo se pronunciara en contra de la medida.
“Hace un momento, la Asamblea Nacional pidió que se levante el estado de emergencia, y hemos retirado a los militares desplegados para las operaciones de la ley marcial”, declaró Yoon en un discurso televisado a las 04.30 hora local de este miércoles (16.30 de ayer martes en Uruguay).
Yoon, del Partido del Poder del Pueblo (PPP), anunció la implantación de la ley marcial en el marco de una pugna con la oposición por el presupuesto, tras más de dos años de un gobierno marcado por su baja popularidad.
La decisión fue impugnada poco después mediante un voto en la Asamblea Nacional y el jefe de la oposición, Lee Jae-myung, instó a la población a manifestarse frente al Parlamento, que fue precintado.
Es la primera vez que Corea del Sur aplica la ley marcial en 40 años.
El vicesecretario de Estado de Estados Unidos, Kurt Campbell, afirmó que Washington seguía los acontecimientos “con gran preocupación”. La Casa Blanca afirmó no haber sido notificada “con antelación” de que se iba a aprobar una ley marcial en Corea del Sur, donde Estados Unidos tiene desplegados cerca de 28.500 soldados para hacer frente a Corea del Norte y su programa armamentístico.
Los manifestantes apostados fuera del Parlamente celebraron la decisión de Yoon de revertir el decreto, tras una tensa jornada marcada por el despliegue de los militares.
Yoon decretó la ley marcial en un dramático discurso afirmando que buscaba “salvaguardar a una Corea del Sur liberal de las amenazas que plantean las fuerzas comunistas de Corea del Norte y para eliminar los elementos antiestatales”.
Corea del Sur sigue técnicamente en guerra con Corea del Norte, que está en una carrera para dotarse de un arma nuclear.
La Constitución surcoreana estipula que la ley marcial debe levantarse si una mayoría del Parlamento lo pide.
Yoon ganó las últimas elecciones en 2022 por estrecho margen frente al jefe de la oposición.
El mandatario recurrió a esta maniobra debido al enfrentamiento de su partido y el principal de opositor, el Partido Democrático, sobre el proyecto de presupuesto para el próximo año.
Los diputados de la oposición, que tienen mayoría en el Parlamento de 300 escaños, aprobaron la semana pasada un plan presupuestario significativamente reducido.
Yoon acusó a los legisladores de la oposición de recortar “todos los presupuestos clave para las funciones fundamentales del país, como la lucha contra los delitos relacionados con las drogas y el mantenimiento de la seguridad pública”. También los acusó de ser “fuerzas antiestatales que intentan derrocar el régimen”.
Vladimir Tikhonov, profesor de estudios coreanos en la Universidad de Oslo, afirmó que la medida de Yoon de imponer la ley marcial es “un intento de dar marcha atrás a la historia”, en referencia a la dictadura que terminó a finales de la década de 1980. “No creo que la sociedad civil surcoreana pueda seguir reconociendo a Yoon como presidente legítimo”, declaró a AFP.
En mayo de 1980, el dictador Chun Doo-hwan ordenó la ley marcial y los militares detuvieron a los principales líderes políticos de la oposición, se cerraron las universidades, se prohibieron actividades políticas y se restringió la prensa.
La actual declaración de la ley marcial fue ampliamente criticada por los partidos de la oposición e incluso por el propio líder del partido de Yoon, Han Dong-hoon, quien dijo que era una medida “equivocada” y se comprometió a “bloquearla” junto a los ciudadanos. El rechazo del Parlamento a la ley marcial deja a Yoon, que antes de declararla se enfrentaba a los índices de popularidad más bajos de su mandato, en una posición muy comprometida.
Poco antes de que el presidente anunciase que levantará la ley marcial, el portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos, Vedant Patel, había dicho que esperaba que los incidentes en Corea del Sur se resolviesen “pacíficamente” y “de acuerdo con el estado de derecho”, por lo que habría que respetar la decisión de la Asamblea Nacional surcoreana de levantar la medida.
“Queremos que esto se resuelva pacíficamente de acuerdo con el estado de derecho y, sin duda, una votación así en el legislativo sería consistente con esta aproximación”, dijo Patel en una rueda de prensa.
La Secretaría General de Naciones Unidas aseguró por su parte seguir “muy de cerca y con preocupación” la crisis en Corea del Sur, indicó el portavoz de António Guterres, Stéphane Dujarric.
Ley marcial, un recurso de gobiernos en apuros
La declaración de la ley marcial por parte del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, tiene tres precedentes en este país en los últimos cincuenta años. Tras dar un golpe militar en 1961, Park Chung-hee declaró en 1972 la ley marcial y aprobó una nueva constitución que estaría vigente hasta poco después de su asesinato en 1979.
En mayo de 1980, el presidente Chun Doo-hwan también ordenó la ley marcial. Más recientemente, en 2018, el general Lee Suk-koo, intentó imponer la ley marcial a través de un plan militar para acabar con las protestas contra la expresidenta Park Geun-Hye en 2017.
Yoon, un presidente sin mayoría legislativa
Yoon Suk-yeol, presidente de Corea del Sur desde 2022, decretó ayer martes la ley marcial, según argumentó para preservar “el orden constitucional en el país”, aunque muchas voces le acusan de haberlo hecho para controlar a la oposición, que dispone de la mayoría en el Parlamento.
Yoon nació el 18 de diciembre de 1960 en Seodaemun, es hijo de profesores universitarios y se crió en Yeonhui, considerado entonces un barrio próspero de Seúl. Es licenciado en Derecho por la Universidad Nacional de Seúl.
En 1994 se estrenó como fiscal e inició una meteórica carrera a lo largo de la cual sentó en el banquillo a importantes políticos y a líderes de grandes empresas como Hyundai o Samsung.
Con la llegada a la presidencia de Moon Jae-in en 2017, fue nombrado jefe de la Oficina Fiscal del Distrito Central de Seúl, donde se encargó de condenar a penas de cárcel a los expresidentes Lee Myung-bak y Park Geun-hye.
En 2019 se convirtió en fiscal general, cargo desde el que decidió llevar a juicio por corrupción al entonces ministro de Justicia, Cho Kuk, lo que le valió enemistades del Partido Democrático (PD) de Moon. Después de que la sucesora de Cho en el cargo, Choo Mi-ae, intentara inhabilitarle a finales de 2020 y de que Yoon lograra que un tribunal reconociera la irregularidad del procedimiento, dimitió en marzo de 2021.
Candidato a la presidencia surcoreana con el Partido del Poder Popular (PPP) en marzo de 2022, Yoon Suk-yeol se impuso por menos de un 1% de los votos al liberal Lee Jae-myung en los comicios más reñidos vividos por el país.
Dos años después, en las legislativas de abril pasado, el opositor Partido Democrático (PD) logró renovar su mayoría en el Parlamento con un resultado mejor que el logrado cuatro años antes.
Los votantes castigaron al gobierno dando su apoyo al PD y a otros partidos que tachan al ejecutivo de Yoon de “incompetente”. Yoon se convirtió así en el primer presidente de la democracia surcoreana en no contar con el control de la Asamblea Nacional en ningún momento de su mandato, el cual no permite presentarse a la reelección en 2027. (AFP)