LA PANDEMIA EN AMÉRICA LATINA
Es un esteroide de bajo coste y de fácil acceso en todo el mundo. Las materias primas para la manufactura del medicamento son importadas desde Italia y EE.UU.
Tras estudios preliminares que apuntan a la capacidad de la dexametasona en reducir considerablemente la mortalidad en casos graves de COVID-19, los gigantes farmacéuticos de Brasil han dado prioridad a la producción de ese esteroide.
Dos grandes fabricantes de medicamentos, ambos con sede en San Pablo -el mayor polo farmacéutico de América Latina-, explicaron a EFE cómo se están adecuando a ese aumento de la demanda.
“Hemos aumentado los turnos de producción y dado prioridad a este medicamento, además de anticipar las compras de suplementos para abastecer la producción”, destacó Márcio Freitas, director industrial del laboratorio Aché, el mayor productor de dexametasona de Brasil. Freitas detalló que, desde mediados de junio, hubo un aumento de la demanda de aproximadamente “4 veces más que nuestro promedio mensual”, que es de unas 485.000 unidades.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford divulgó un estudio en el que hallaron que el tratamiento a base de dosis bajas de dexametasona podría reducir el riesgo de muerte en un tercio de pacientes graves con COVID-19 y que se encuentran conectados a ventiladores.
Tras el descubrimiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a los países a incrementar la producción y distribución masiva del fármaco, cuya búsqueda ya se hace sentir en los dos principales gigantes farmacéuticos de Brasil, el segundo país más afectado por el coronavirus, con 1,7 millones de infectados y casi 70.000 muertes.
La dexametasona es un esteroide de bajo coste y de fácil acceso en todo el mundo. Sin embargo, las materias primas para la manufactura del medicamento son importadas desde Italia y Estados Unidos.
Con el objetivo de evitar “contratiempos”-como ha pasado con el remdesivir, cuyos estoques fueron acaparados por Estados Unidos- Aché “actuó de forma rápida” para garantizar el pleno funcionamiento de la productividad. “Nos hemos preparado para atender hasta un año de demanda”, recalcó Freitas.
Medidas similares fueron adoptadas por EMS, otro de los grandes productores de la sustancia en Brasil. El laboratorio explicó que “ya está en contacto con los proveedores para anticipar las compras de materias primas y aumentar la producción”, que deberá triplicar solo en este mes de julio.
La compañía igualmente proyecta ampliar su producción mensual desde las 300.000 cajas hasta las 400.000 unidades al mes entre agosto y diciembre, lo que supone un incremento de un 13%.
Tanto Aché como EMS también han colaborado en estudios científicos llevados a cabo en Brasil para evaluar la eficacia y seguridad de medicamentos en el tratamiento de pacientes infectados por el coronavirus, entre ellos la dexametasona y la hidroxicloroquina, esta última usada y ampliamente defendida por el presidente Jair Bolsonaro, quien anunció su infección esta semana.