ESTADOS UNIDOS
Pandemia del COVID-19, fuerte caída de la economía y las mayores protestas raciales en décadas por la muerte de George Floyd golpean al presidente de Estados Unidos.
Golpeado por una crisis tras otra, Donald Trump parece estar en peligro como nunca antes lo había estado. Desde que asumió en la Casa Blanca en 2017, Trump ha capeado todas las tormentas, siempre emergiendo con la posibilidad de conseguir la reelección. Las cosas incluso mejoraron después de que sobrevivió a unjuicio de destitución, cuando fue absuelto por el Senado -de mayoría republicana- el 5 de febrero.
Ahora el blindaje de Trump está siendo sometido a una prueba de fuego: el triple golpe de la mayor crisis sanitaria en un siglo, la peor crisis económica en generaciones y los disturbios civiles más graves desde la década de 1960.
Esta semana, los llamamientos de Trump para que se tomen medidas enérgicas contra las protestas por la brutalidad policial a raíz de la muerte de George Floyd han suscitado críticas de defensores de los derechos civiles, líderes religiosos, demócratas de la oposición y de algunos camaradas republicanos.
Sin embargo, quizás lo que más preocupa a Trump y a su campaña de reelección es que casi todas las encuestas de opinión marcan una caída de su apoyo electoral desde la pandemia del coronavirus, que ha cobrado casi 109.000 vidas estadounidenses y ha llevado a 40 millones de trabajadores a solicitar subsidios por desempleo.
Al mismo tiempo, su rival demócrata en las elecciones del 3 de noviembre, Joe Biden, ha resurgido en público luego de un confinamiento por el coronavirus, con un mensaje de unidad y curación cívica que contrasta marcadamente con el discurso de Trump sobre “matones” y “delincuentes” y “la ley y el orden”.
Los republicanos dicen que Trump tiene tiempo para cambiar las cosas, sobre todo si la economía empieza a recuperarse. Y, señalan, si las protestas persisten y se vuelven incontrolables, los votantes podrían responder mejor al enfoque de línea dura del mandatario.
“Por muy horrible que sea, le da a Trump la oportunidad de replantear el debate de la manera que él quiere: ley y orden versus caos”, dijo Doug Heye, exfuncionario del Comité Nacional Republicano y crítico de Trump. “Esa es parte de la conversación que él quiere”.
Sin embargo, en este momento, las cifras están en su contra según una encuesta de Reuters/Ipsos divulgada esta semana. Más del 55% de los estadounidenses desaprueban el manejo de Trump de las protestas, incluido un 40% que lo desaprobaba “fuertemente”, mientras que solo un tercio dijo que lo aprobaba, menos que su aprobación general del 39%, mostró la encuesta.
Otro sondeo de Reuters de esta semana mostró que la ventaja de Biden sobre Trump entre los votantes registrados se expandió a 10 puntos porcentuales, el mayor margen desde que el exvicepresidente se convirtió en el candidato in pectore de su partido a principios de abril.
Un análisis de las encuestas de Reuters/Ipsos desde marzo muestra que la aprobación de Trump, que se ha mantenido notablemente constante durante más de tres años, ha disminuido entre algunos grupos demográficos de votantes que serán fundamentales para decidir las elecciones. La aprobación de Trump entre los que ganan salarios de seis cifras cayó 15 puntos porcentuales entre marzo y mayo, mientras que la ventaja de Biden en ese grupo se amplió en 9 puntos.
Las mujeres blancas con educación universitaria apoyan a Biden más que a Trump por un margen de 23 puntos, desde los 19 puntos de marzo.
La ventaja de 10 puntos de Biden en la encuesta cara a cara coincidió con otros dos sondeos nacionales de la Universidad de Monmouth y de The Washington Post y ABC News. En el mismo momento en 2016, Hillary Clinton le llevaba la delantera a Trump por menos de cinco puntos.
La ventaja de Biden “no es segura”, dice analista
David Wasserman, analista electoral de The Cook Report, señaló que la campaña de Trump no ha sido capaz de desatar a fondo sus ataques contra Biden. Además, debido a la composición del Colegio Electoral, que dicta el resultado de las elecciones y actualmente da a los republicanos una ventaja estructural, Wasserman dijo que Biden podría subir hasta un 5% en las encuestas nacionales en noviembre y aún así perder contra Trump. “Esta ventaja no es segura”, dijo.