Tres años después del crimen del joven argentino Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes el 18 de enero de 2020 a la salida de un boliche en Villa Gesell, el juicio se acerca a su fin. Tras haber pasado la declaración de más de casi medio centenar de testigos, este miércoles comenzaron los alegatos por parte de la fiscalía –a cargo de Gustavo García y Juan Manuel Dávila- y de la querella, a cargo de Fernando Burlando, Fabián Améndola y Facundo Améndola. En sintonía, los letrados pidieron la pena de prisión perpetua para los ocho acusados por “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.

Este jueves, hablaron los imputados y su defensor, Hugo Tomei.

Antes de los alegatos, la madre de Báez Sosa, Graciela, dijo este mediodía frente a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores que los imputados "no le tuvieron piedad" a su hijo.

A su turno, Tomei adelantó que pediría la absolución de los imputados porque "el hecho no está probado (...) ocho sujetos del sexo masculino acordaron darle muerte a Báez Sosa y distribuyeron sus roles... No se señala en el alegato a (Máximo) Thomsen como la persona que tuvo el conflicto (en Le Brique). Están intentando de cambiar la plataforma fáctica, porque Thomsen no se defendió de eso. No estaba previsto en la requisitoria”.

E insistió: “Voy a pedir la absolución porque los hechos alegados no respetan el objeto de la requisitoria de elevación a juicio. En caso de incorporar los argumentos de los acusados estarían violando el principio de congruencia”.

“Nunca hubo un plan para matar, no hubo dolo”, sostuvo Tomei y rechazó las calificaciones de “asesinos” vertidas por los acusadores sobre los imputados en el marco de los alegatos de ayer. “Se habló mucho de Máximo Thomsen. El líder, el monstruo... Lo cierto es que esa pisada que le corresponde a la suela de su zapatilla no había lastimado la boca, la encía, las piezas dentarias, los labios... Entonces, ¿cuál es la entidad de esa patada para hablar de dolo? Y si no hay dolo, no hay caso, porque el caso fue presentado como homicidio cometido con premeditación y alevosía”, dijo el letrado. En ese contexto, Thomsen comenzó a llorar.

Foto: La Nación (GDA)

Tomei también argumentó en contra de que haya habido premeditación en el ataque a Fernando y afirmó que espera "que la sentencia sea justa".

Uno por uno, los imputados hablaron. El primero en tomar la palabra fue Lucas Pertossi. “Quería pedir disculpas a la familia de Fernando por todo lo causado (....) estoy muy arrepentido; nunca tuve intención de matar ni de participar de un asesinato”, señaló.

“Quiero pedir disculpas a todas las personas; es algo que duele muchísimo hasta el día de hoy”, dijo Blas Cinalli, y aseguró: “No hubo ningún plan”.

“Quiero pedir perdón a la familia de Fernando, nunca quise que esto pasara. Nunca quise matar a nadie”, dijo Matías Benicelli.

Ciro Pertossi siguió a su turno. “Quería decir que estoy muy arrepentido. Quiero pedir perdón a la familia por haber estado en un lugar, en una pelea donde falleció un chico de nuestra edad. Se murió alguien de nuestra edad es muy feo”, afirmó.

“Quiero pedirle perdón a la familia de Fernando, estoy muy arrepentido de todo”, expresó Ayrton Viollaz.

Máximo Thomsen -uno de los más complicados por la muerte de Báez Sosa- volvió a romper en llanto. “Quería pedir disculpas, ojalá pudiera volver el tiempo atrás. Vamos acatar lo que ustedes decidan”, sostuvo.

Foto: LA NACIÓN (GDA)

“Quiero pedir disculpas a la familia de Fernando y a todas las personas afectados por este hecho aberrante (...) mis sinceras disculpas a todos los involucrados”, señaló, por su parte, Enzo Comelli.

Por último, Luciano Pertossi expresó: “Quiero pedirle disculpas a la familia de Fernando Báez Sosa y a cualquier persona afectada. Nunca quise participar de una pelea donde falleció una persona; siento que lo que ustedes digan o decidan va a ser lo correcto”.

Poco después de esto, la jueza María Claudia Castro anunció que el veredicto o eventual sentencia se dará a conocer el lunes 6 de febrero, a las 13:00 horas.

Después del cierre de alegatos y de que los acusados tuvieran su momento para dar sus últimas palabras, los padres de Fernando Báez Sosa aseguraron no sentirse conmovidos por el llanto de los imputados. “La verdad es que me es indiferente, porque ninguno de ellos me miró a la cara”, dijo Graciela Sosa. “No me conmovieron porque mataron a mi hijo”, agregó.

Por otra parte, los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García evaluaron el cierre de alegatos de la defensa este jueves. “Los jueces van a resolver por las pruebas, no tanto por los alegatos”, consideró Dávila, en una improvisada charla con los medios. “Las pruebas derrumbaron el principio de inocencia”, enfatizó.

“No somos de referirnos a los alegatos de las partes, pero sí quiero referirme a lo de la presión mediática: nunca hay testigos y como consecuencia de lo que pasó en los medios hubo testigos que se acercaron de forma espontánea (...) esta es una causa que en 48 horas se recolectaron todas las evidencias”, destacó Dávila.

Por su parte, Gustavo García minimizó el pedido de absolución de Tomei. “Un defensor usualmente pide la absolución de los imputados”, dijo.

CON INFORMACIÓN DE LA NACIÓN (GDA)