Acusaciones de corrupción
Afirma que diseminaron tóxicos y se cometieron excesos para humillarla.
Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina entre 2007 y 2015, denunció, por intermedio de uno de sus abogados, que hubo "ilegalidades" en los allanamientos en los tres domicilios que tiene en Buenos Aires, Santa Cruz y El Calafate, que fueron ordenados por el juez Claudio Bonadio, como parte de la investigación del esquema de pagos de sobornos por parte de empresarios para obtener contratos de obras públicas en los gobiernos K. Los allanamientos fueron autorizados por el Senado por unanimidad, ya que votaron a favor los 66 legisladores presentes y la propia Cristina.
Las denuncias de sobornos surgen de los ocho Cuadernos de las Coimas, en los que el chofer del ministerio de Planificación, Oscar Centeno, detalló los movimientos de dinero y los supuestos sobornos. Los cuadernos fueron revelados por el diario La Nación.
La Policía Federal realizó los allanamientos, con el apoyo de la Policía Científica, que llevó equipos especiales de detección de bóvedas y otros posibles lugares para esconder dinero y otros bienes, y el plantel de perros adiestrado para descubrir dólares, euros, pesos argentinos y otras monedas.
Datos.
La acción policial tuvo lugar entre el jueves y el sábado pasados, primero en el apartamento de 220 metros cuadrados que Cristina tiene en el barrio de Recoleta, en Buenos Aires, y después en una residencia en Santa Cruz y otra casa de tres plantas situada en El Calafate, que es usada por la actual senadora solo para los periodos de vacaciones.
El juez Bonadio no intenta encontrar dinero ni otros bienes de origen ilícito, sino verificar los detalles estructurales de las propiedades y si hubo modificaciones, para cotejar esos datos con las declaraciones de varios testigos sobre los lugares donde hicieron los pagos de los sobornos denunciados.
Durante los allanamientos y hasta la pasada jornada, Cristina permaneció fuera de su apartamento de la Recoleta y estuvo durante todas esas jornadas en el apartamento de su hija Florencia, en Buenos Aires.
Violación.
Carlos Beraldi —uno de los abogados defensores de Cristina— emitió un comunicado, ayer lunes, en el que afirmó que se le "impidió controlar" el operativo realizado el jueves pasado en la casa de la exmandataria en el barrio porteño de Recoleta, "violándose expresamente las disposiciones constitucionales" y "la ley dictada en consecuencia".
También consideró que no se respetó lo que el Senado había dispuesto cuando autorizó que se realizaran los allanamientos, un paso necesario al contar la legisladora con fueros parlamentarios.
"Todas estas ilegalidades ya fueron denunciadas ante la Justicia penal competente, el Consejo de la Magistratura, el Colegio de Abogados y será puntualizada a cada uno de los jefes de bloque del Senado", reveló Beraldi.
Asimismo, apuntó que el procedimiento realizado el viernes en el domicilio de la expresidenta en la sureña localidad de El Calafate "fue extendido en el tiempo de manera ilegal y deliberada con el inequívoco propósito de seguir generando estrépito y material para las tapas de diario del fin de semana".
Criticó que se filtraron a la prensa datos "absolutamente falsos" y negó que, como publicaron algunos medios locales, haya bóvedas, documentos u "objetos" que puedan tener una procedencia ilícita.
A su juicio, lo que el juez Bonadio, ordenó decomisar no está relacionado con el objeto de la causa y, además, "son efectos que integran el ajuar del hogar, cuya incautación no tiene otro propósito que generar daño y humillación".
Mareos.
Beraldi también sostuvo que las autoridades se llevaron documentación que guarda relación directa con el cargo de senadora que ejerce Cristina, lo que, según dijo, demuestra la "persecución política" a la que esta se encuentra sometida.
Además, denunció que la persona que se dedica habitrualmente a las tareas del hogar en el apartamento ingresó al mismo el sábado y "dado que el trabajo de limpieza requería una mayor profundidad, le solicitó a dos miembros de su familia que la ayudaran. Una vez en el interior del departamento, cuando estaban ordenando la ropa y limpiando los estantes, sintieron mareos, fuerte picazón en la garganta y ojos y dificultades para respirar. Como tales síntomas persistieron el resto del día, concurrieron a la guardia del Hospital de Clínicas. Luego de efectuarse los controles médicos de rigor, se constató que las dolencias padecidas tienen como origen un tóxico de contacto, recomendándose evitar, por todos los medios, una nueva reexposición al mismo ambiente".
Beraldi puntualizó que por eso, Cristina "decidió no represar a ese departamento hasta tanto no se tenga una certera evaluación sobre el lugar y las cosas que fueron objeto de manipulación en el allanamiento".
Jefe de Policía se ofrece a ir al apartamento: "¿Estamos locos?"
El jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Roncaglia, rechazó la denuncia de Cristina Fernández de Kirchner sobre el supuesto uso de un "tóxico de contacto" durante el allanamiento en su domicilio de Recoleta, que dispuso el juez federal Claudio Bonadio.
"No se usó ningún tipo de químico. No se dejaron tóxicos bajo ningún punto de vista. Vaya a saber por qué motivo se sintieron mal", afirmó Roncaglia en diálogo con la televisora Todo Noticias. Sostuvo que para realizar el allanamiento "se actuó de acuerdo con la legalidad, con la presencia de dos testigos hábiles que dan cuenta del procedimiento".
Al ser consultado sobre los detalles de la denuncia que hizo la exmandataria, Roncaglia se mostró indignado: "¿Estamos todos locos? Se actuó conforme a derecho. El personal que participó del allanamiento es profesional. Nadie puso nada y nadia sacó nada que no correspondía".
Asimismo, el jerarca de la Policía Federal manifestó: "Yo me ofrezco a ir al departamento y revisar todo, prender los aires acondicionados. No existe nada de eso, se actuó legalmente, y no tenemos ka necesidad de llevar a cabo ningún tipo de estas acciones".