Cristina Kirchner tras el “autor intelectual” del atentado

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Cristina Kirchner. Foto: AFP.
A supporter of Argentina's Vice President Cristina Fernandez de Kirchner holds a mobile phone streaming her defense during a trial over alleged corruption outside the National Congress in Buenos Aires on September 23, 2022. - Kirchner is among 13 people accused of fraud and corruption in a case involving bribes alleged to have been paid in her Patagonian political stronghold during her two terms as president (2007-15) and that of her late husband Nestor's in the four years before that. Prosecutors have asked that Kirchner be jailed for 12 years and banned for life from politics if convicted, although as a senator she would initially benefit from parliamentary immunity if that were the case. (Photo by Luis ROBAYO / AFP)
LUIS ROBAYO/AFP fotos

ARGENTINA

En su alegato criticó a fiscales, jueces y medios de prensa.

Cristina Kirchnerse despachó ayer viernes contra los jueces y fiscales que le investigan por presunta corrupción, y vinculó el juicio que se le lleva adelanta con el intento de asesinato del que fue víctima el pasado 1 de septiembre.

Según la vicepresidenta argentina, el juicio en el que se la acusa de corrupción está lleno de “mentiras, calumnias y difamaciones”, y dijo que los cuatro detenidos por el atentado en su contra no son los autores intelectuales.

Por videoconferencia desde su despacho del Senado, Cristina Kirchner declaró en su propia defensa en la etapa de alegatos del juicio que enfrenta por la presunta adjudicación irregular de obras públicas durante su mandato como presidenta (2007-2015), tres semanas después de que un hombre disparara dos veces contra ella, sin que saliera la bala, a las puertas de su casa.

“Hasta el 1 de septiembre creía que (la razón de las causas por corrupción) era estigmatizarme, proscribirme, denigrarme, difamarme, calumniarme; pero a partir del 1 de septiembre me di cuenta de que puede haber otra cosa más atrás de todo esto, porque de repente es como que desde el ámbito judicial se da licencia social para que cualquiera pueda pensar y hacer cualquier cosa”, sentenció ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de Buenos Aires.

En su discurso, la vicepresidenta, que sostiene que es víctima de una persecución política y judicial pergeñada por el Gobierno del ex presidente Mauricio Macri, cargó en especial contra el fiscal Diego Luciani, quien en agosto pidió contra ella 12 años de prisión por los presuntos delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos.

La expresidenta hizo referencia al efecto que generó ese “histriónico alegato”, al hacer alusión a mensajes telefónicos que, según informaciones aparecidas en los últimos días, intercambiaron dos de los sospechosos del intento de homicidio.

Eso, en su opinión, fue crear un “clima” al que también contribuyó que se hablara en el juicio de “tres toneladas de pruebas” contra ella: “Lo que sí hay en la vida de los argentinos, y especialmente en la mía, son 30 toneladas” de portadas en los diarios y revistas, “en donde se va creando y estigmatizando a una persona que no por casualidad es mujer”, reprochó.

"Indefensión"

Hasta ahora, cuatro son los detenidos por el atentado: Fernando Sabag Montiel, de 35 años -acusado de ser quien, durante una manifestación en apoyo a Fernández días después del alegato del fiscal, se acercó a ella y disparó-; su novia, Brenda Uliarte, de 23 años; Nicolás Carrizo, de 27 años, y Agustina Díaz, de 21 años.

“Lo tengo clarísimo, nadie puede pensar que esa banda planificó, ideó, la autoría intelectual de lo que hicieron”, aseveró hoy la vicepresidenta, sin desvelar explícitamente quién sospecha que pudo idear el plan.

El kirchnerismo, funcionarios del Gobierno y los investigadores del atentado contra la vicepresidenta tampoco creen que el ataque tenga como protagonistas exclusivos a las cuatro personas y nada más. Por eso es que se analizan dos grupos, uno ligado a un grupo de WhastsApp y otro de Telegram en el que podría estar la pista de quien está realmente detrás de los “copitos”, dijeron fuentes del caso a La Nación.

El senador Oscar Parrilli, alter ego de Cristina Kirchner y titular del Instituto Patria, entendió que los presos son solo “los autores materiales” y dijo: “Lo que tenemos derecho a saber todos los argentinos es quiénes son los autores intelectuales, si los hubo”.

En el Gobierno, los funcionarios apuntan a grupos de ultraderecha antidemocráticos capaces de generar terrorismo. No ven ahí conexiones con la oposición, sino grupos anti-política que cargan contra Macri, Javier Milei, José Luis Espert o los legisladores de Juntos por el Cambio, además de contra el kirchnerismo. Sin embargo, la pista política no condujo a Revolución Federal, una agrupación de jóvenes de ultraderecha que tienen manifestaciones violentas en redes y en la calle.

Cristina Kirchner cuestionó que los abogados de uno de los detenidos fueran “asesores” de parlamentarios de la coalición opositora de Macri: “Yo me siento un tanto en estado de indefensión con este país y este poder judicial. ¿Cómo se sentiría usted, doctor (Jorge) Gorini (uno de los jueces del tribunal) si le pasara lo mismo que a mí?”, sentenció, poco después de reprochar que “fiscales y jueces” que la juzgan “juegan” al fútbol en la quinta de Macri “y a nadie parece extrañarle”.

Para ahondar en ese sentimiento de indefensión, Cristina Kirchner recordó el ataque a pedradas que en marzo pasado realizaron manifestantes contra su despacho del Senado, “sin que nadie, ninguna fuerza de seguridad” lo impidiera. Así como la aparición ese mismo mes de carteles en la calle en los que se le tildaba de “asesina”, causa en la que el juez “se negó sistemáticamente” a llamar a declaración a los sospechosos de colocarlos.

Primer juicio

En el caso por el que fue a juicio la vicepresidenta, que tiene 13 imputados, se juzgan presuntas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas al empresario Lázaro Báez, estrecho colaborador del expresidente Néstor Kirchner, en Santa Cruz, feudo del kirchnerismo.

La vicepresidenta está acusada en este juicio -el primero que se abre de las causas en las que está procesada-, de haber favorecido la concesión de obras a Báez.

Ayer Cristina se desvinculó de las “mentiras, calumnias y difamaciones” que asegura se han dicho en el juicio.

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