Por segunda vez en menos de un año, Cristina Kirchner se subió a un escenario fuera de las provincias de Buenos Aires y Santa Cruz. Fue en Viedma, Río Negro, en una de las sedes de la Universidad Nacional de la provincia, apenas un día después de que se conocieran los fundamentos del fallo de la Justicia en su contra en el marco de la causa Vialidad, por la que recibió una condena de seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.

En el arranque de su discurso, la vicepresidenta -que visitó la ciudad con motivo de la entrega del título honoris causa por la Universidad Nacional de Río Negro- apuntó contra la Justicia. “En la Argentina parece que, ni siquiera, los tres poderes funcionan”, dijo.

“Cuando me toca asumir la primera presidencia, la Argentina era democrática. Fui la presidenta que menos decretos firmó. Enviaba todas las iniciativas al Congreso. Siempre se dio el debate en el marco de las leyes”, aseguró.

“Hoy, a 40 años de la democracia, creo que lo que estamos viviendo en materia de división de poderes, cuando vemos al sector más importante de la oposición aliado con el Poder Judicial, creo que hoy no estamos ante un Estado democrático constitucional”, agregó la vicepresidenta, acompañada en el escenario de autoridades de la institución.

Luego, aseguró que el “pacto democrático”, que empezó en octubre de 1983, se “rompió” el primero de septiembre, cuando sufrió un intento de asesinato.

“Ese primero de septiembre se rompió. Pero si uno mira lo que después pasó, se puede ver que hay una secuencia lógica”, dijo, y recordó que en marzo del año pasado su despacho fue apedreado y destruido sin que intervinieran fuerzas de seguridad nacional ni de la ciudad.

“El que mejor lo dijo fue el ministro del Interior: el Código Penal reemplazó al Código Electoral. Es proscripción”, dijo Cristina el día después de que se conocieran los fundamentos del fallo de Vialidad.

La vicepresidenta reafirmó en la tarde de ayer que acabaron de “proscribirla”, al referirse a los fundamentos de la sentencia que recibió en el juicio.

“Hoy, a 40 años de democracia, no solamente estamos sin Estado democrático constitucional sino que estamos sin moneda. Esto es lo que se denomina una economía bimonetaria”, dijo Cristina al referirse a la economía, y sumó: “Andá a conseguir un alquiler en Calafate. No se consigue en toda la Patagonia”.

Luego, tras mostrar un gráfico publicado en La Nación, aseguró: “El salario real, esa línea que sube, fue en nuestro gobierno. En el año 2015 cuando teníamos el salarios más alto en dólares en América Latina. La inflacion de ese año medida por la Ciudad fue del 24%. Me acuerdo que me daban lecciones, todos, propios y extraños”.

Luego habló de la administración del presidente Alberto Fernández, con quien fue crítica: “Es cierto que hay crecimiento y que la economía está creciendo y que se generan puestos de trabajo. Pero son precarizados y de muy bajo salario”. En esa línea, reclamó que se debe “alinear precios y salarios para que el crecimiento no se lo lleven cuatro vivos”, y sostuvo que “se crean empleos, pero de bajos sueldos”.

En otro pasaje de su discurso, más tarde, también hizo alusión al mandatario, pero sin mencionarlo directamente. “Si no tenemos hegemonía democrática ni tenemos consenso... Bueno, papito, que te ayude tu hermano”, lanzó.

Al dólar le dedicó un capítulo entero de su exposición. “Cómo se les pasa por la cabeza una moneda que emite otro país. Tenemos que pensar un poco más antes de repetir monocordemente. No podemos creer en los espejitos de colores”, dijo. Y analizó: “(Tenemos) una economía bimonetaria y además un tercio de la población en negro. Yo no entiendo cómo estamos vivos, la verdad es que la Argentina es milagrosa”.

“En la negociación con el FMI no quise intervenir porque el que tenía que negociar era el Ministro de Economía (Martín Guzmán). Cuando renuncia, no renuncia porque se peleó conmigo. Es más, tengo en mi celular el último mensaje muy atento que me envió un mes antes de renunciar, donde me enviaba el proyecto de ley de Renta Inesperada”, recordó Cristina.

La vicepresidenta aseguró que “nadie dice que no haya que pagar” el préstamo otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero dijo que cree que “se van a tener que revisar las condiciones en las cuales se firmó el acuerdo”.

“Vamos a necesitar que los dirigentes estén unidos para revisar ese acuerdo [con el FMI], no para no pagar, sino para que nos dejen crecer. Es imprescindible el cambio de actitud. Hay que ponerse de acuerdo en lo fundamental”, aseguró. Y finalizó: “Le tengo mucho temor a la fragmentación política. ¿Qué es? Miremos un poco en América Latina”.

Con información de La Nación (GDA)