Criticado por medidas impopulares, Starmer pide que le tengan paciencia: "Hay luz al final del túnel"

El líder laborista insistió en que deberá tomar “decisiones necesarias” para “construir un nuevo Reino Unido". Además aseguró que heredaron un “agujero” de US$ 29.300 millones en las finanzas públicas.

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keir starmer. El primer ministro británico compareció en el congreso del Partido Laborista.
Keir Starmer: el primer ministro británico compareció en el congreso del Partido Laborista.<br/><br/>
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El primer ministro británico, Keir Starmer, pidió paciencia para llevar a cabo “un proyecto a largo plazo”, en su discurso en el congreso del Partido Laborista ayer martes en Liverpool, tras las críticas a su gobierno después de casi tres meses en el poder.

“Es un proyecto a largo plazo, pero no se engañen, el trabajo para el cambio ha comenzado”, declaró el jefe del Ejecutivo, de 62 años, en su discurso en la tercera y penúltima jornada del congreso de su formación. El líder laborista insistió en que deberá tomar “decisiones necesarias” para “construir un nuevo Reino Unido”, después de haber advertido en declaraciones precedentes que el próximo presupuesto anual, que presentará a finales de octubre, será “doloroso”.

En sus intervenciones, los miembros del gobierno laborista repiten desde hace semanas que han heredado de los catorce años de gobiernos conservadores un “agujero” de 22.000 millones de libras (29.300 millones de dólares) en las finanzas públicas. Starmer buscó calmar a sus conciudadanos, afirmando que “hay luz al final del túnel”, tras haber presentado un panorama sombrío desde que ganó las elecciones a principios de julio.

“Keir Starmer debe ofrecer una visión de lo que defiende el gobierno laborista, cuando hasta ahora ha hablado principalmente del agujero en las finanzas públicas que han heredado” de los conservadores, dijo Jonathan Tonge, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Liverpool, a la AFP.

Keir Starmer: el primer ministro en conferencia de prensa en la Cumbre de la Comunidad Política Europea.
Keir Starmer: el primer ministro en conferencia de prensa en la Cumbre de la Comunidad Política Europea.
Foto: AFP

Con la idea de mejorar el estado de las arcas públicas, una de las primeras medidas del gobierno laborista fue la supresión de un subsidio de 300 libras (400 dólares) para ayudar en gastos de combustible energético de invierno a los pensionistas. “Estábamos llenos de optimismo y esperanza (...) Algunas de las decisiones que tomó el gobierno nos han dejado fríos”, afirmó George Cumiskey, militante laborista, de 75 años, presente en el congreso.

Starmer, consciente de las críticas, defendió ayer los avances de su gobierno, como las primeras medidas en materia de control de la inmigración ilegal, la construcción de viviendas o las mejoras de los transportes. “Entiendo que muchas de las decisiones que debemos tomar sean impopulares. Si fueran populares, serían fáciles, pero el costo de llenar ese agujero negro en nuestras finanzas públicas se compartirá de manera justa”, dijo el líder laborista.

Según un sondeo publicado el martes por YouGov, el 23% de los británicos que tenían esperanzas en el nuevo gobierno están decepcionados.

La inmigración divide aguas

El reciente viaje de Starmer a Italia y su demostrado interés por la política migratoria del gobierno de Giorgia Meloni avivó voces discordantes en su formación. “El debate no es sobre el valor de los inmigrantes”, dijo Starmer. “Eso es tóxico y debemos superarlo. Se trata de control de la migración”.

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