Desde la asunción de Hugo Chávez al poder en febrero de 1999, Venezuela ha sido motivo de división en América Latina entre la “izquierda” y la “derecha”. Esa división se hizo más evidente luego del fallecimiento de Chávez en marzo de 2013 y la llegada de su delfín político, Nicolás Maduro. Pero a medida que el gobierno de Maduro se iba haciendo cada vez más autoritario, hasta convertirse en la dictadura que es hoy, el chavismo pasó a ser una palabra incómoda para algunos sectores de la izquierda latinoamericana. Y ahora, blanqueado el fraude electoral por parte de Maduro, adjudicándose una reelección que perdió a todas luces, el chavismo ya no incomoda, sino que irrita a la izquierda democrática latinoamericana.
Así quedó reflejado esta semana, cuando el dictador Daniel Ortega de Nicaragua cuestionó a los otrora compañeros, los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Gustavo Petro de Colombia, por no reconocer la reelección de Maduro.
También se reflejó en Chile, donde la dura posición del presidente Gabriel Boric contra la dictadura de Maduro, le generó críticas de la izquierda radical que integra su gobierno.
El pasado jueves, tras conocerse la decisión del chavista Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela de convalidar la reelección de Maduro en los comicios del 28 julio, concediéndole el 51,9% de los votos frente al 43,2% del opositor Edmundo González Urrutia, Boric indicó que el máximo tribunal estaba terminando de “consolidar el fraude”.
“Chile no reconoce este falso triunfo autoproclamado de Maduro y compañía”, subrayó Boric en su cuenta de X.
Este domingo, el Partido Comunista de Chile, parte de la heterogénea coalición de Gobierno de Boric, respondió con un comunicado en el que destacó su compromiso con “el respeto y la soberanía de los pueblos”, resaltó el “clima cívico y en paz” en el que se desarrollaron los comicios y reiteró la necesidad de que “la solución pacífica a la crisis sea lo que impere”.
La misma posición que han adoptado algunos sectores del Frente Amplio en Uruguay.
La declaración del Partido Comunista chileno, que se resistió a calificar a Maduro de dictador, también desató las críticas de miembros de Partido Socialista de Chile, también parte de la coalición de gobierno de Boric. “Ellos creen que hay que mostrar actas, cuando ya todo se cerró y Chile ha dicho que se cometió un fraude. Deja a los ministros comunistas del Gobierno en una posición incómoda: tener que decidir si son leales al presidente o siguen manteniendo un cordón umbilical y una lealtad con Venezuela”, declaró el senador Juan Luis Castro
Boric es, hasta ahora, el único gobernante de izquierda de América Latina que ha denunciado abiertamente el fraude electoral en Venezuela.
Lula y Petro insisten en la presentación de las actas de votación, y esto los ha convertido en blanco de los misiles de la otra “izquierda”. El dictador nicaragüense Daniel Ortega arremetió este lunes contra ambos. “La forma en la que se ha comportado Lula ante la victoria del presidente legítimo de Venezuela es una forma vergonzosa, vergonzosa, repitiendo las consignas de los yanquis, de los europeos, de los gobiernos arrastrados de América Latina”, lanzó Ortega durante una cumbre virtual del ALBA-TCP.
“¡Te estás arrastrando también, Lula!”, señaló Ortega. “Lula, si querés que te respete el pueblo bolivariano, respeta la victoria del presidente Nicolás Maduro, y no andes allí de arrastrado”, añadió Ortega.
“A Petro, ¿qué le puedo decir a Petro? Pobre Petro, pobre Petro, yo a Petro lo veo compitiendo con Lula a ver quién va a ser el líder para representar a los yanquis en América Latina, así lo veo a Petro, porque el pobre Petro no tiene la fuerza que tiene Brasil (...) el gigante de América Latina”, añadió el dictador nicaragüense.
Lula no le respondió hasta ayer a Ortega, pero dijo el pasado 16 de agosto que “Venezuela vive un régimen muy desagradable”, aunque no considera que “sea una dictadura”, pero sí “un gobierno con sesgo autoritario”.
Petro sí el respondió el martes a Ortega. “Tal insulto me permite contestarle: Al menos no arrastro los derechos humanos del pueblo de mi país”, lanzó el mandatario colombiano en la red social X.
Agregó que Ortega “nos ha llamado ‘arrastrados’ (...) solo porque queremos una solución negociada pacífica y democrática en Venezuela”.
El cubano Miguel Díaz-Canel también criticó a los países que no han reconocido la reelección de Maduro. Durante su intervención en la cumbre ALBA-TCP, Díaz-Canel afirmó que Venezuela sufre una campaña “grosera” y “concertada” que busca “enmascarar otro intento de golpe de Estado”.
Cuba, importante receptor del petróleo venezolano, fue uno de los primeros países en reconocer el triunfo de Maduro.
El mexicano Andrés Manuel López Obrador aún no reconoce la reelección de Maduro. (Con información de AFP y EFE)
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