La Nación y O Globo/GDA
Las autoridades sanitarias de São Paulo, en Brasil, declararon el brote de gastroenterocolitis en Guarujá, según informó la agencia de noticias oficial. Todavía se desconoce si esos casos de diarrea aguda se deben al contacto con aguas recreativas contaminadas o el consumo de alimentos elaborados sin los cuidados adecuados.

Este domingo, en la Secretaría de Salud paulista esperaban terminar de recibir más información para definir la extensión del brote, que solo en las zonas turísticas de Guarujá alcanzó los 2000 casos en diciembre y demandó reforzar con médicos y enfermeros el sistema municipal de atención.

A medida que pasan los días, desde el comienzo de año, también se están reportando casos en el municipio próximo de Praia Grande (Playa Grande) y los balnearios en las localidades más populares del estado vecino de Santa Catarina, como Florianópolis e Itajaí.

“En este momento, consideramos utilizar el término brote para definir la situación en Guarujá, ya que tenemos información sobre el volumen de personas [atendidas]”, dijo Alessandra Lucchesi, directora técnica de la División de Enfermedades Transmitidas por Agua y Alimentos de la Secretaría de Salud, durante una entrevista con Agência Brasil.

La funcionaria explicó a la agencia de noticias que restaban confirmar algunos datos con el municipio “para comprender el alcance del brote y si cubre toda la ciudad o solo algunos barrios específicos” y ratificó que están monitoreando también los servicios de atención en Playa Grande. “Es otro municipio que ha mostrado un aumento en el número de casos de gastroenteritis, pero la información aún está siendo investigada por ese municipio para saber si hay un brote o no”, planteó.

Los testimonios que reproducen los medios brasileños se intensificaron desde el inicio de 2025 y el arribo de más turistas, entre los que se cuentan argentinos y uruguayos atraídos por la conveniencia en los costos con respecto de la oferta en el país este verano. Las autoridades sanitarias paulistas hablaron por primera vez de brote al referirse a los casos de diarrea aguda en Guarujá, donde la semana pasada habían ampliado el horario de atención en por lo menos dos unidades de pronta atención (UPA). Es que la espera por síntomas como náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, mareo y debilidad general llegaba a ser de cuatro horas.

Foto: O Globo/GDA.

En enero de 2023, análisis de muestras asociadas con una epidemia de diarrea aguda en Florianópolis había dado con la presencia de norovirus en muestras fecales de pacientes y, también, de agua de río y playa. Los estudios de laboratorio habían estado a cargo de un equipo de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC). Eran, en ese momento, más de 3200 las personas afectadas, entre turistas y locales, que también habían recibido atención en las UPA del norte y el sur de la isla. Los casos siguieron extendiéndose a otras localidades balnearias y en la Secretaría de Salud catarinense hablaron de “una combinación de agentes causales” al registrar a los pocos días 16.000 casos relacionados con el brote de los 25.000 atendidos en los centros de salud locales por gastroenterocolitis.

Las noticias sobre un brote de virus en la costa de São Paulo coparon las redes sociales de turistas y residentes de ciudades como Santos, Praia Grande y Guarujá en los primeros días del año. Algunos perfiles también se quejan de la alta demanda de los centros de salud y de la falta de medicamentos para aliviar los síntomas, que implican fiebre, náuseas, vómitos y diarrea.

"¡La farmacia está más concurrida que la playa! El virus está muy extendido aquí, incluso faltan medicamentos para el estómago", escribió un turista que habría pasado la Nochevieja en la playa de Pitangueiras, en Guarujá. “Tenemos ocho personas, siete enfermaron”, dijo otra mujer, que viajó a la misma ciudad, en un vídeo publicado en TikTok antes del Año Nuevo.

"Aquí en la Baixada la cosa es una locura. Hay mucha gente con virus, los hospitales no dan abasto. Bebí un Gatorade (isotónico) tras otro, gracias a Dios me enfermé por un día", declaró un vecino de Playa Grande.

Empleados de dos cadenas de farmacias diferentes informaron a O Globo que había escasez de medicamentos debido a la alta demanda de los turistas, aunque se esperaba una mayor demanda, como en otras temporadas. Los estantes estaban vacíos para sueros rehidratantes, bebidas isotónicas y medicamentos contra las náuseas y sustitutivos de la flora intestinal.

Según el Mapa de Calidad de las Playas difundido por la Empresa Ambiental del Estado de San Pablo (Cetesb), 38 de las 175 playas del litoral paulista fueron consideradas no aptas para el baño esta semana, incluidas tres en Ubatuba, siete en São Sebastião, cinco en Ilhabela, siete en Santos, seis en Playa Grande y uno en Guarujá.

El aumento de la incidencia de virus en verano no es nada nuevo, debido a la aglomeración en las playas y a hábitos de salud menos equilibrados, por ejemplo. Los más comunes son los gastrointestinales, que dañan el tracto digestivo provocando diarrea y náuseas, y están causados ​​principalmente por adenovirus y enterovirus que se transmiten por contacto con superficies, agua y alimentos.

La enfermedad se considera autolimitada, es decir, los virus permanecen en el organismo de tres a siete días, y no existen medicamentos para combatirlos directamente, sólo los síntomas. Los médicos recomiendan reposo y consumo constante de agua, suero casero y alimentos ligeros para reponer la pérdida de líquidos y nutrientes durante el periodo más crítico del padecimiento.