Este es un año que se ha dado en llamar de “súper-ciclo electoral”, por ser el de mayor número de comicios en la historia mundial reciente. Se calcula que la mitad de los electores mundiales han ido a las urnas, o lo harán de aquí a diciembre.
Habrá elecciones en Estados Unidos próximamente, en India, Bangladesh, entre otras. Y sin ir más lejos, el pasado fin de semana también hubo elecciones regionales en Brasil y Chile, además de las generales de Japón y Uruguay.
Aunque las elecciones no garantizan mayores niveles de democracia, sí son claves y pavimentan el camino. Esto a pesar del descreimiento popular que ha ido en aumento y de una altamente cuestionada capacidad de respuesta de los partidos políticos y gobiernos a los reclamos de la población en los más diversos países.
El común denominador -salvo excepciones- es el deterioro de la calidad de las elecciones como una tendencia mundial, o de democracias bajo tensión, según estudios. Son muchos los países que viven intimidaciones o irregularidades en sus procesos electorales, desinformación o campañas basadas en noticias falsas que afectan al electorado.
Venezuela
En esta región, una de las mayores preocupaciones es el caso venezolano. Hoy se cumplen tres meses de las controversiales elecciones presidenciales del 28 de julio, y el clima en el país caribeño está más enrarecido que nunca, con presos políticos y tensiones en las calles.
El País se comunicó con políticos y analistas venezolanos, quienes prefirieron hablar off the record o no hacer declaraciones por temor a represalias del régimen. Las precauciones se han extremado desde el pasado 25 de octubre, con el hallazgo del cuerpo sin vida del opositor Edwin Santos, cofundador del partido Voluntad Popular, quien había sido reportado como desaparecido por sus familiares días atrás.
La oposición acusó directamente al régimen de haber matado a este representante del anti-chavismo que habría estado preso ilegalmente, mientras las autoridades afirman que Santos fue víctima de un accidente con su motocicleta.
El pasado sábado también se dieron nuevos arrestos, como el del periodista de economía Nelin Escalante, luego de haber publicado un video explicando la brecha entre la tasa oficial y paralela del dólar, un tema que incomoda al chavismo ante a una población sumida en la pobreza.
La ONG Foro Penal contabiliza 1.953 personas detenidas arbitrariamente en Venezuela, de las cuales 1.824 fueron arrestadas en el período posterior a las elecciones del 28 de julio. La lista, que incluye a menores de edad, fue enviada a las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización de los Estados Americanos (OEA) para su verificación y certificación.
En este caso, es claro que las elecciones, lejos de haber sido un instrumento a favor de la democracia, fue utilizado en forma sesgada por un régimen aferrado al poder.
Según el economista venezolano Hermes Pérez, en entrevista con El País (quien desde Caracas aceptó ser citado en esta nota), la inflación -que se venía desacelerando un poco- vuelve a tener presión al alza en estas semanas (está en orden del 45%, según el Observatorio Venezolano de Finanzas), debido a la brecha entre el dólar paralelo y oficial.
“Existe mucha cautela en los niveles de inversión por la incertidumbre de la situación, lo que se ha trasladado a la actividad petrolera”, agregó Pérez.
Otros analistas confirmaron que, a pesar de que existen licencias petroleras individuales (es decir, Estados Unidos las otorga según los casos), las condiciones son inciertas en Venezuela. Tampoco se espera el otorgamiento de nuevas licencias petroleras, aunque dependerá en parte del próximo gobierno en Estados Unidos.
A este clima interno de pobreza y vulnerabilidad ciudadana, se suma el alejamiento entre el régimen de Maduro y el gobierno de Lula da Silva; el acercamiento del mandatario venezolano a regímenes totalitarios; la deportación de venezolanos que iniciará Panamá desde el Darién a un tercer país; y las gestiones del Foro Democrático Argentino para que Interpol ordene la detención de Maduro, entre otros hechos que agitan el avispero.
Salvaguarda
El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), en diálogo con El País desde Chile, advirtió sobre el debilitamiento de las instituciones en el mundo, y sobre la importancia de salvaguardar la integridad de los procesos políticos y electorales.
Democracias que parecían sólidas resultaron con grandes grietas, como lo demostró el asalto al Capitolio de los Estados Unidos en 2021, o el ataque a los poderes en Brasil atribuido a bolsonaristas en 2023.
De hecho, la sombra del asalto al Capitolio todavía existe en la medida en que la retórica política violenta continúa en las campañas hacia la Casa Blanca, según observó IDEA.
En cuanto a Brasil, las elecciones regionales de ayer midieron las fuerzas entre Lula da Silva y Bolsonaro, de cara a las presidenciales de 2025. Y ya desde la primera vuelta el bolsonarismo ha tomado la delantera en la preferencia popular.
Lo importante, según IDEA, es que las elecciones recuperen credibilidad, ya que, según sus estudios, en el 20% de los comicios nacionales al menos un candidato o partido perdedor rechaza el resultado. Además, la participación electoral mundial cayó 10 puntos porcentuales entre 2008 y 2023, llegando a solo el 55%.
Centro derecha al frente en Bulgaria
La formación de centroderecha GERB, del exprimer ministro Boiko Borisov, ganó las séptimas elecciones generales en tres años y medio en Bulgaria, celebradas ayer domingo, obteniendo entre el 26 y el 27 % de los votos, según primeros sondeos a pie de urna tras el cierre de los colegios.
La participación ciudadana, tal como se preveía durante la campaña, se sitúa cerca del 33,5%, muy similar a la de las elecciones de junio, la más baja en décadas.
El resultado de GERB es insuficiente para gobernar con mayoría, por lo que necesitará formar coalición con al menos otros dos socios en un Parlamento muy fragmentado y profundamente dividido por vetos cruzados.
En segundo lugar, según las encuestas de Market Links y Alpha Research, se coloca la coalición reformista y europeísta Continuamos el cambio-Bulgaria Democrática con casi el 15%.
El líder del GERB, el exprimer ministro populista Boiko Borisov, ha indicado durante la campaña que ve esta formación como el socio preferido para un eventual Gobierno.
Ambas partidos formaban parte del último Ejecutivo, que duró apenas diez meses, mediante un acuerdo de rotación de primer ministro.
En marzo pasado, este Gobierno se derrumbó por desacuerdos en el programa de reformas y legislación anticorrupción, llevando al país a las elecciones de junio pasado y, al no conseguirse la formación de un Ejecutivo, a las actuales.
La tercera formación más votada, con un 12% según los sondeos, es la ultranacionalista y prorrusa Resurrección, que aboga por la salida de Bulgaria de la UE y la OTAN, el cese de la ayuda a Ucrania en su lucha contra Rusia y el aplazamiento de la adopción del euro en Bulgaria, por lo que ninguna de las formaciones mayores lo considera un posible socio.
En cuarto y quinto lugar vienen las dos escisiones del Movimiento por Derechos y Libertades (DPS), representante de la minoría turca de Bulgaria, ambas con un 8 %- 10 % de los votos. [EFE]