TRAS MASACRE EN TEXAS
Senadores republicanos impidieron que se aprobara un proyecto de ley para hacer frente al terrorismo doméstico, presentado tras la masacre racista en Búfalo.
Lamasacre en la escuela de Texas revivió un debate recurrente en Estados Unidos: la tenencia de armas de fuego por parte de civiles. Y como sucedió en tragedias anteriores, surgen con fuerza propuestas de aprobar leyes restringiendo el acceso a estas armas.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, anunció ayer jueves que buscará forzar un voto sobre el control de armas de fuego en junio, tras el tiroteo del martes días en la escuela de Texas, donde 19 niños y dos profesoras murieron.
Schumer dijo que buscará un acuerdo con los republicanos. Aun así, reconoció que es poco probable que ambos partidos lleguen a un arreglo.
“Si estas negociaciones no arrojan resultados, el Senado votará sobre legislación de seguridad de armas de fuego cuando regresemos” del receso por el Día de los Caídos en Estados Unidos, el próximo lunes, dijo Schumer.
Indicó que, pese a su “profundo escepticismo”, tiene esperanza de que demócratas y republicanos lleguen a un pacto para “reducir la violencia armada de una manera real en Estados Unidos”.
Schumer aclaró que no está dispuesto a negociar por tiempo indefinido y señaló que si estos esfuerzos fracasan programará un voto sobre ese tipo de legislación.
Desde la Casa Blanca, su portavoz, Karine Jean-Pierre, recalcó que el Gobierno de Joe Biden ya ha hecho “su parte” con numerosas medidas en favor del control de armas, y ahora le toca al Congreso actuar.
“Este presidente ha aprobado más decretos que ningún otro” contra la violencia con armas de fuego y “ahora es el momento del congreso”, dijo Karine Jean-Pierre.
Las dos propuestas legislativas aprobadas por la Cámara Baja en marzo requerirían la verificación de antecedentes del comprador en casi todas las transacciones con armas de fuego y acabarían con lo que se denomina “la brecha de Charleston”, que permite proceder a la venta de armamento si la comprobación de antecedentes no se ha completado en 3 días, expandiendo este plazo a 10 días.
Actualmente es prácticamente imposible que cualquier iniciativa de este tipo salga adelante en el Senado, ya que los demócratas tienen una mayoría tan ajustada que necesitarían convencer a al menos diez republicanos para aprobarlas.
No obstante, el Congreso lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, protegida en la Segunda Enmienda de la Constitución.
Además, la poderosa Asociación Nacional del Rifle ha ayudado a financiar las campañas políticas de cientos de miembros del Congreso, tanto demócratas como republicanos, según la base de datos Open Secrets que gestiona el Centro para una Política Responsable.
El presidente Biden viajará junto a su esposa el próximo domingo a Uvalde, para “compartir el duelo con esta comunidad que ha perdido 21 vidas en el horrible tiroteo a una escuela”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Desde el momento de esta tragedia el presidente estadounidense ha insistido en la necesidad de aprobar leyes para reforzar el control sobre el uso de armas de fuego.
También ha insistido en la necesidad de enfrentarse al “lobby” de las armas.
Será la segunda visita de este tipo que el presidente hace en menos de dos semanas, después de viajar a Búfalo (Nueva York) el pasado 17 de mayo para acompañar a los familiares de las víctimas del tiroteo a una tienda de la ciudad donde un supremacista blanco mató a diez personas, la mayoría de raza negra.
Terrorismo doméstico
A propósito, los senadores republicanos impidieron ayer jueves que se aprobara un proyecto de ley para hacer frente al terrorismo doméstico, presentado tras la masacre racista en Búfalo.
Los demócratas contaban con que el proyecto no saldría adelante, pero querían utilizar la votación de para poner de relieve la oposición de los republicanos al endurecimiento de las leyes sobre control y tenencia de armas.
“El proyecto de ley es muy importante, porque el tiroteo masivo de Búfalo fue un acto de terrorismo doméstico. Tenemos que llamarlo por su nombre: Terrorismo doméstico”, dijo Schumer, antes de la votación.
La Ley de Prevención del Terrorismo Doméstico habría permitido crear unidades dentro del FBI y de los Departamentos de Justicia y Seguridad Nacional para combatir el terrorismo doméstico, principalmente el movimiento supremacista blanco.
Las armas de fuego superaron a los accidentes de automóvil como principal causa de muerte entre los menores estadounidenses. En términos generales 4.368 niños y adolescentes de hasta 19 años murieron por causa de disparos en 2020; una tasa de 5,4 cada 100.0000, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Casi dos tercios de las muertes fueron homicidios. (AFP, EFE)
El día después de cumplir 18 años, Salvador Ramos, compró su primer rifle de asalto. Una semana más tarde, entró en una escuela de su ciudad natal Uvalde, Texas, donde disparó y mató a 19 niños y a dos de sus maestros. Las autoridades todavía están tratando de determinar qué llevó a Ramos a cometer la peor masacre escolar en Estados Unidos en una década.
Descrito como un joven que había sufrido “bullying” y con un historial de autolesiones, Ramos cumplió 18 años el 16 de mayo y compró su primer rifle al día siguiente. Tres días después, compró el segundo, y 375 rondas de municiones.
El joven, un desertor de la escuela secundaria sin antecedentes penales, publicó el martes por la mañana tres mensajes en Facebook anunciando sus planes. En el primero advirtió que iba a dispararle a su abuela, con quien vivía.
Ramos hirió a la mujer de 66 años en la cara, pero ella pudo llamar a la policía y fue trasladada en avión en estado crítico a un hospital a San Antonio, a unos 130 km al oeste de Uvalde.
Tras confirmar en un segundo mensaje en Facebook que había atacado a su abuela, Ramos publicó un tercero, diciendo que su próximo objetivo era una escuela primaria.
Llegó hasta la Escuela Primaria Robb, donde a los más de 500 estudiantes de segundo a cuarto grado, con edades entre 7 y 10 años, les quedaban solo tres días de clase antes de las vacaciones de verano. “Ahí fue donde comenzó la carnicería”, dijo Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Ramos llevaba dos meses viviendo con su abuela. Una prima, Mia, dijo al diario The Washington Post que Ramos “no era una persona muy social” y que había sido víctima de ‘bullying’ por su tartamudez. Pero dos ex compañeros lo pintaron diferente. “Fui a la escuela con él (...) Todos sabíamos de él”, dijo a la AFP Jaime Cruz (18). “Lo recuerdo vívidamente siendo un ‘bully’ en la escuela. No era solo que sufría de hostigamiento, él también era un ‘bully’”, apuntó. “Era un ‘bully’. Era malo”, dijo Ariana Diaz (17).
En entrevista con la ABC News, la madre de Ramos, Adriana Reyes, dijo que su hijo podía ser agresivo cuando se molestaba, pero que “no era un monstruo”, y que no estaba al tanto de que había comprado armas de fuego. “Tenía una sensación de desasosiego algunas veces”, dijo. “Todos tenemos una rabia, algunos más que otros”.