EFE
La situación política en Nicaragua “continúa deteriorándose” y reina en el país “un grave clima represivo”, indicó ayer lunes la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, recordando que desde febrero de 2023 al menos 546 nicaragüenses han sido despojados de su nacionalidad y actualmente 76 personas siguen detenidas de forma arbitraria.
Además, en los últimos meses, las autoridades han impulsado reformas “dirigidas a concentrar más poder en la Presidencia y criminalizar las voces disidentes”, subrayó la alta comisionada adjunta para derechos humanos, Nada al Nashif, en una actualización sobre la situación en Nicaragua presentada en el Consejo de Derechos Humanos.
Sobre los 546 nicaragüenses a los que se les ha retirado su nacionalidad y expulsado, 135 de ellos en septiembre, Al Nashif recordó que “han quedado en precarias condiciones en el extranjero” y muchos están en condición de apátridas, siendo sus activos confiscados.
Otros no están pudiendo establecer su nacionalidad nicaragüense ya que el régimen rehúsa renovar sus pasaportes o enviar documentación cuando están en el extranjero, “borrando su identidad legal e impidiendo las conexiones con su patria”, subrayó.
En lo tocante a detenciones arbitrarias, Al Nashif subrayó que oponentes políticos, líderes religiosos e indígenas y defensores de derechos humanos siguen siendo víctimas de ese instrumento abusivo.
“En los últimos días de noviembre, al menos 30 personas fueron detenidas de forma arbitraria, incluyendo tres niños”, señaló la alta comisionada adjunta.
Agregó que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha recibido información que “revela un patrón consistente de violaciones del debido proceso, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, condiciones de detención pésimas y tortura física y psicológica, incluyendo privación del sueño y denegación de la atención médica”.
Al Nashif mencionó algunos casos individuales de víctimas de abusos como Angélica Chavarría, en paradero desconocido desde mayo del 2024 y pareja del general retirado Humberto Ortega, fallecido en septiembre cuando se encontraba privado de libertad.
Humberto Ortega era hermano del dictador nicaraguente Daniel Ortega.
Citó asimismo el caso del líder indígena Brooklyn Rivera y la exasesora presidencial sobre asuntos indígenas Steadman Fagoth, también desaparecidos. “Urgimos a la liberación inmediata de todas las personas privadas arbitrariamente de su libertad, incluyendo aquellos detenidos por ejercer sus derechos a la libre expresión y asamblea”, subrayó Al Nashif, quien también pidió el fin de las desapariciones forzadas y los casos de tortura y maltrato.
Sobre las reformas legales que preocupan a la oficina, Al Nashif citó las que recientemente expandieron los poderes del Estado para perseguir incluso presuntos delitos cometidos fuera de Nicaragua.
Ese tipo de leyes, que incluyen actividades en redes sociales, que según las autoridades podrían “inducir el pánico” o amenazar la “estabilidad social”, allanan el camino “a más persecución política y erosión de los derechos fundamentales”, subrayó.
Consejo de DD.HH. de ONU: nuevo presidente y cambio de países
El embajador de Suiza ante las Naciones Unidas en Ginebra, Jürg Lauber, fue elegido ayer lunes por el Consejo de Derechos Humanos como presidente de las sesiones para el año 2025. El Consejo, que suele celebrar tres sesiones anuales de varias semanas de duración, está formado por 47 países cuyo mandato dura tres años. Crisis de derechos humanos en países como Venezuela, Nicaragua, Haití, Siria, los Territorios Palestinos, Birmania, Ucrania o Sudán presidirán algunos de los principales debates el próximo año. En 2025 entran a formar parte del Consejo hasta fines 2027 Suiza, España, Bolivia, Colombia y México. En este año 2024, en que terminan sus periodos de participación países como Argentina, Honduras, Paraguay, Estados Unidos o India, las sesiones del consejo estuvieron presididas por el embajador marroquí Omar Zniber.