REDES SOCIALES
La red social sabía que meterse con el presidente podría desatar un "infierno" en el que ahora están involucradas todas las plataformas digitales.
Twitter incluyó por primera vez esta semana una advertencia de información engañosa en dos tuits de Donald Trump, que afirmaban que el voto por correo era "fraudulento", incluyendo información verificada que explica que no hay evidencias que avalen esa afirmación.
Este tipo de mensajes de parte del presidente de Estados Unidos no son novedad. Es casi una marca registrada de él y son incontables las veces que sus tuits generaron polémica e incluyeron información o palabras que violaban algunas reglas de Twitter, sin embargo, la red social nunca había intercedido.
Esta vez, en menos de 24 horas, Twitter había etiquetado el mensaje del presidente e invitado a los usuarios a leer "los hechos" sobre el asunto. La reacción desde la Casa Blanca no se hizo esperar, con una amenaza de Trump incluida sobre tomar medidas ante lo que consideró una censura.
Dos días después se conoció la decisión: una orden ejecutiva paralimitar la inmunidad de las redes sociales ante las consecuencias legales de los contenidos que publican sus usuarios.
Pero Trump no se detuvo ahí y responsabilizó en un vehemente tuit a Yoel Roth, jefe de Integridad del Sitio de Twitter, por la decisión. Fox News y el New York Post lo habían expuesto buscando publicaciones del pasado en el que se refería a Trump como una “mandarina racista” y los miembros de su administración como “nazis”.
Jack Dorsey, CEO de Twitter, debió intervenir. “En última instancia, hay alguien responsable de nuestras acciones como empresa, y ese soy yo. Por favor, dejen a nuestros empleados fuera de esto”, escribió en su cuenta en la red social.
En Facebook, Trump había publicado el mismo mensaje que desató la polémica sobre el voto por correo. El CEO Mark Zuckerberg concedió una entrevista a Fox News el miércoles para criticar implícitamente la verificación de Twitter e insistir en que su propia plataforma no quiere ser un "árbitro de la verdad".
Brandon Borrman, vicepresidente de Comunicaciones Globales de Twitter, comentó el proceso de verificación al sitio OneZero. El chequeo inicial fue realizado por una de las ONG de verificación de información que trabajan con Twitter, y a partir de allí la decisión de etiquetar el tuit fue escalando en la cadena jerárquica de la compañía, por tratarse de un mensaje del presidente, hasta pasar por el visto bueno del propio Dorsey. "La compañía debía hacer lo correcto, y sabíamos que desde la perspectiva de las comunicaciones que se desataría un infierno", comentó Borrman.
El viernes, Twitter volvió a intervenir en un tuit de Trump, esta vez sobre el caso George Floyd, al etiquetarlo como “glorificación de la violencia”, impidiendo que la gente pueda interactuar y reduciendo así su alcance. El presidente tildó de "matones" (thugs) a los manifestantes que generaron disturbios durante las protestas.
....These THUGS are dishonoring the memory of George Floyd, and I won’t let that happen. Just spoke to Governor Tim Walz and told him that the Military is with him all the way. Any difficulty and we will assume control but, when the looting starts, the shooting starts. Thank you!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 29, 2020
La orden “castigo” emitida por el presidente “para prevenir la censura digital” modificaría —o revocaría, según él—la sección 230 de la ley de Decencia de las Comunicaciones. “Ningún proveedor o usuario de un servicio de computadoras interactivo deberá ser tratado como el publicador o emisor de ninguna información de otro proveedor de contenido informativo”, establece la norma de 1996, un año en el que Facebook, Google, y Twitter no existían. Cabe recordar que, a principios de este año, Joe Biden, rival electoral de Trump, le dijo al New York Times que la sección 230 debería ser "revocada, inmediatamente", por lo que es algo que ambos tienen en común.
Así es que, por una simple verificación de información, Twitter inició una guerra de Trump contra todas las redes sociales que podría significar un antes y un después para todas las plataformas que viven gracias al contenido generado por los usuarios.