El terremoto que golpeo a Turquía y Siria en la noche del domingo dejó hasta el momento casi 5.000 muertos, 25.000 heridos y miles de edificios en escombros. El devastador terremoto de magnitud 7,8 sacudió el sureste de Turquía y el norte de Siria, y se sintió incluso hasta en Groenlandia.
En Turquía, donde tuvieron su epicentro los temblores de magnitud 7,7 y 7,6, el recuento oficial habla ya de 3.432 muertos y 21.000 heridos.
Hasta el momento, los equipos de rescate han podido sacar con vida a unas 8.000 personas de entre los escombros de los miles de edificios que se han derrumbado.
Pese a que ya han pasado más de 30 horas desde el primer seísmo, durante la mañana del martes se ha seguido localizando a personas con vida en varias de las diez provincias del sureste turco más afectadas por el desastre.
En Siria, inmersa una guerra civil desde hace más de una década, la información sobre víctimas proviene, por un lado, del Gobierno de Bachar al Asad y, por otro, del último enclave del país controlado por la oposición, rodeado por fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia.
El recuento total señala que en este país han muerto 1.552 personas y otras 3.549 han resultado heridas.
Se registraron unas cincuenta réplicas, entre ellas una de magnitud 7,5 que golpeó la zona nueve horas después, a cuatro kilómetros al sureste de Ekinozu.
El balance de las víctimas ha ido agravándose con las horas debido al alto número de edificios derrumbados -unos 3.471 según las autoridades- en ciudades como Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el número de víctimas podría ser hasta ocho veces superior.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró siete días de luto por las víctimas. Su gestión de esta tragedia tendrá mucho peso en las elecciones del 14 de mayo.
Debido a la hora en que ocurrió el sismo, de madrugada, la mayoría de la gente estaba durmiendo.
“Pensamos que era el apocalipsis”, declaró a la agencia AFP la reportera Melisa Salman, que vive en Kahramanmaras, epicentro del sismo.
Este sismo es el más importante en Turquía desde el terremoto del 17 de agosto de 1999, que causó 17.000 muertos, un millar de ellos en Estambul.
Turquía está situada en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Expertos llevan tiempo advirtiendo que un sismo de gran magnitud podría devastar Estambul, que ha permitido construcciones generalizadas sin precauciones.
La agencia siria SANA difundió imágenes que mostraban importantes destrucciones en varias ciudades, entre ellas Lataquia, en la costa del Mediterráneo, donde se derrumbaron edificios enteros.
También se derrumbaron edificios en Hama, en el centro del país, y en Alepo, la segunda ciudad siria en el norte, donde quedó dañada la famosa ciudadela.
Raed Ahmed, jefe del Centro Nacional de Monitoreo Sísmico de Siria, dijo que este fue “históricamente el mayor terremoto registrado”.
El terremoto hará más grave la crisis de desplazados en Siria, donde la guerra que empezó hace doce años obligó a millones a abandonar sus hogares y trasladarse a las áreas afectadas por el desastre natural, según el Consejo Noruego de Refugiados, una entidad que ayuda a los desplazados y refugiados sirios desde hace varios años.
“Este desastre hará mayor el sufrimiento de los sirios que ya padecen una severa crisis humanitaria. Millones fueron forzados a huir por la guerra y ahora habrá muchos más desplazados por el terremoto en medio de tormen-tas de invierno y de un fuerte aumento del costo de vida”, señaló el director para Oriente Medio de la oenegé, Carsten Hansen.
La oposición siria, que controla parte de los territorios del norte del país que han sido devastados por el terremoto, pidió a las organizaciones regionales e internacionales que envíen ayuda humanitaria a las zonas afectadas por la catástrofe.
Por otra parte, el presidente de una coalición opositora siria, Bader Jamous, enfatizó que la zona afectada de Siria -una parte de la cual ha estado bajo control de grupos armados rebeldes en los últimos años- ha sido una de las más golpeadas por más de una década de conflicto.
Solidaridad y oferta de ayuda internacional
Varios organismos y países ofrecieron ayuda a Turquía y Siria tras el potente terremoto del domingo.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, afirmó que la agencia estaba “dispuesta a ayudar a proporcionar ayuda urgente a los supervivientes a través de nuestros equipos sobre el terreno”.
La Unión Europea envió equipos de socorristas a Turquía después de que el país pidiera asistencia. También activó su sistema de satélites Copérnico para proporcionar servicios cartográficos de emergencia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó en Twitter que ordenó a su equipo brindar “toda la asistencia necesaria”.
“Nuestros equipos se están desplegando rápidamente para comenzar a apoyar los esfuerzos de búsqueda y rescate de Turquía y abordar las necesidades de los heridos y desplazados por el terremoto”, agregó.
La guerra en Ucrania no impidió que los dos países enfrentados se pusieran a disposición de Turquía y Siria.
Más de 300 militares rusos estacionados en Siria ayudan a retirar escombros, informó el ejército ruso. Según el Ministerio de Defensa, se están movilizando 300 militares y 60 vehículos para “retirar escombros, buscar víctimas y prestar asistencia médica en las zonas que han sufrido la mayor destrucción”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que su país estaba “dispuesto a prestar la ayuda necesaria para superar las consecuencias de la catástrofe”.
También desde América Latina ofrecieron su ayuda y se solidarizaron con Turquía y Siria.
México, Colombia y Venezuela ofrecieron ayuda para los trabajos de rescate. Otros Gobiernos de la región como los de Argentina, Perú, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Cuba, Guatemala, Panamá, Costa Rica y Honduras expresaron sus condolencias con las víctimas en Turquía y en Siria. El régimen de Nicaragua envió expresamente sus condolencias al dictador sirio Bashar al Asad.