LA LUCHA CONTRA LA PANDEMIA
El primer país occidental que comenzó a vacunar a su población contra el coronavirus, decidió dar prioridad a los ancianos, sus cuidadores y al personal sanitario.
El 6 de junio de 1944 las tropas aliadas cruzaron el Canal de la Mancha desde Inglaterra hasta las playas de Normandía, en Francia. Esa fecha se conoce como el Día D, que dio inicio a la operación Overlord, la ofensiva final contar la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial que se rindió en mayo de 1945, casi un año después. Ayer, martes 8 de diciembre, el Reino Unido lanzó su Día V (de vacunación o de la victoria), el inicio de la ofensiva final contra el COVID-19 al término de este pandémico 2020 y que llevará buena parte del próximo año.
Una británica a punto de cumplir 91 años se convirtió ayer martes en la primera paciente del mundo en recibir la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech.
El Reino Unido, primer país occidental que comenzó a vacunar a su población contra el coronavirus, decidió dar prioridad a los ancianos, sus cuidadores y al personal sanitario.
Entre aplausos y gritos de júbilo, Margaret Keenan, vestida con una camisa con motivos navideños, recibió la dosis en un hospital de Coventry, en el centro de Inglaterra. “Me siento muy privilegiada por ser la primera persona en ser vacunada, es el mejor regalo de cumpleaños que hubiera podido esperar”, declaró la mujer, exempleada de una joyería con dos hijos y cuatro nietos, rodeada de cámaras de televisión.
Margaret se había mantenido aislada desde marzo. Ahora, gracias a la vacuna, de la que deberá recibir una segunda dosis en 21 días, “puedo plantearme pasar tiempo con mi familia y mis amigos en el nuevo año”, dijo a Press Association.
La casualidad quiso que el segundo vacunado fuera un hombre de 81 años llamado William Shakespeare, que se declaró “encantado” y cuyas imágenes emocionaron visiblemente al ministro de Sanidad, Matt Hancock, en directo en la televisión: “el año ha sido tan difícil para tanta gente”, afirmó.

El Reino Unido, el país más castigado de Europa por la pandemia, con más de 62.000 muertos, fue la primera nación occidental en autorizar el uso de una vacuna.
Rusia comenzó a administrar la suya, la Sputnik V, el pasado fin de semana y en China se suministró una vacuna experimental a un grupo muy pequeño de la población. Estados Unidos y la Unión Europea esperan para los próximos días la aprobación de sus agencias reguladoras de medicamentos.
En el Reino Unido, la vacunación comenzó solo en 50 hospitales, debido a la necesidad de mantener a muy baja temperatura, -70ºC y -80ºC, la vacuna de Pfizer/BioNTech de la que en los últimos días llegaron las primeras 800.000 dosis desde sus laboratorios de fabricación en Bélgica.
“Es increíble ver salir la vacuna, es increíble ver este tremendo impulso para toda la nación pero no podemos permitirnos relajarnos”, declaró el primer ministro Boris Johnson tras visitar uno de los centros de vacunación. Todavía “no hemos derrotado al virus”, subrayó llamando a todo el mundo a vacunarse sin miedo.

Para luchar contra las reticencias de algunos británicos a recibir la inyección, la reina Isabel II, de 94 años, y su marido, el príncipe Felipe, de 99, podrían ser vacunados en público en los próximos días.
El orden de vacunación proseguirá por grupos de edad regresivos, hasta los mayores de 50 años. Las autoridades británicas esperan haber vacunado a todas las personas vulnerables hacia abril.
El Reino Unido ha comprado 40 millones de dosis a Pfizer/BioNTech, suficientes para 20 millones de personas.
Es menos de un tercio de su población (66,5 millones), pero el país cuenta con la próxima autorización de otras vacunas, especialmente la británica de AstraZeneca/Oxford, de la que tienen reservadas 100 millones de dosis. Como esta vacuna puede conservarse a una temperatura de entre 2ºC y 8ºC su distribución se prevé más sencilla.
Pfizer en EE.UU.
Mientras en el Reino Unidos comenzó la vacunación, en Estados Unidos la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) confirmó ayer martes la seguridad y eficacia de la vacuna de Pfizer y BioNTech en un primer análisis previo a su autorización, con lo que apuntó que podría comenzarse la vacunación en el país los próximos días.
La FDA señaló que la vacuna de Pfizer, la primera considerada para distribución en Estados Unidos, cumplía “con los criterios de éxito prescritos” en un estudio clínico.
Mañana jueves, un organismo independiente científico revisará estos resultados, y de concordar con la FDA, abriría la posibilidad de comenzar la distribución este fin de semana.
Los cálculos de las autoridades de Estados Unidos apuntan a que antes de fin de año podrían vacunarse 20 millones de personas en el país.

El presidente Donald Trump firmó ayer martes un decreto para “priorizar” el suministro de vacunas a los estadounidenses, en tanto el mandatario electo, Joe Biden, pidió al Congreso un rápido acuerdo financiero para evitar retrasos en la vacunación y anunció que pretende inmunizar a 100 millones de personas en sus primeros 100 días de gobierno. El texto que Trump firmó frente a las cámaras no se hizo público de inmediato. No está claro cómo se aplicaría dado que los fabricantes de vacunas ya han firmado acuerdos con otros países. Pero sugiere que Trump está preocupado por una posible escasez de vacunas.
Pfizer, cuya vacuna podría ser autorizada por la FDA en los próximos días, sólo tiene un contrato con Estados Unidos por 100 millones de dosis. La empresa Moderna, que podría tener aprobada a finales de la próxima semana, también se comprometió a entregar 100 millones de dosis en Estados Unidos. Ambos fabricantes tienen plantas en Estados Unidos y Europa, y existen leyes que, en teoría, permitirían al gobierno estadounidense ser primeros en la producción que se genera, como la Ley de Producción de Defensa. “De ser necesario, invocaremos la Ley de Producción de Defensa. No creemos que sea necesario”, dijo Trump.