EFE, AFP, The New York Times, El País de Madrid
Donald Trump vuelve a ser noticia por un hecho histórico al convertirse ayer en el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar cargos federales. Trump fue imputado por su manejo de documentos clasificados luego de dejar la Casa Blanca, un nuevo revés judicial que amenaza su intención de conseguir un segundo mandato en 2024.

La primicia la dio él mismo el jueves a través de Truth, su red social favorita, aunque no fue confirmada por el Departamento de Justicia hasta ayer viernes.

“La corrupta administración Biden informó a mis abogados que fui acusado, aparentemente por la mentira de las cajas”, expresó Trump. “Nunca creí que algo así pudiera sucederle a un expresidente de Estados Unidos”, agregó, tal como lo hizo cuando fue acusado por el caso Stormy Daniels tan solo dos meses atrás.

El fiscal especial Jack Smith, nombrado por el Departamento de Justicia, fue quien dio el paso a imputarlo tras culminar su investigación, y la decisión fue aprobada por un gran jurado en Miami (Florida).

Fiel a su estilo, Trump no calló y, tras la imputación, acusó al fiscal Smith de tener un “sórdido historial de ataques a conservadores”.

En total, el expresidente afronta 37 cargos criminales por el manejo de los documentos clasificados que se llevó a su mansión de Florida tras abandonar la Casa Blanca, según la acusación del Departamento de Justicia difundida en horas de la tarde de ayer.

Los delitos por los que se lo acusa incluyen retención deliberada de información de defensa nacional, conspiración para obstruir la Justicia, ocultamiento corrupto de documentos y declaraciones falsas. Se espera que Trump se entregue a las autoridades en Miami el martes, según una fuente del New York Times. La acusación se remonta al final del mandato de Trump en enero de 2021, cuando los documentos -muchos de los cuales se decía que estaban en la residencia de la Casa Blanca- se colocaron en cajas junto con ropa, regalos, fotos y otros materiales y fueron enviados por la Administración de Servicios Generales a su residencia en Mar-a-Lago.

Foto: AFP

Entre tanto, salió a la luz la transcripción de una grabación de 2021 en la que el magnate admitía que tenía información militar “secreta” en su residencia privada. También, que no la había desclasificado mientras era presidente. “Podría haberlo hecho, pero ahora ya no puedo”, dijo durante una reunión, cuyo contenido desveló ayer la CNN.

Contrario a su insistencia de nunca haber llevado a su casa papeles clasificados, el expresidente menciona en esa reunión grabada un documento del Pentágono con un plan de ataque a Irán.

La transcripción da a entender que el Trump está mostrando a su interlocutor o interlocutores ese archivo. “Secreto. Esto es información secreta. Mira, mira esto”, dice Trump. “Lo redactaron los militares y me lo dieron”.

El contexto de la charla afecta al jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley. Poco antes de la reunión, la revista The New Yorker había publicado una historia que contaba que en los últimos días de la presidencia de Trump, Milley había advertido a sus colaboradores de que estuvieran alerta, por si Trump emitía órdenes ilegales. Y que si lo hacía, que lo informaran inmediatamente. “Bueno, (hablando de) Milley. Déjame un segundo. Te mostraré un ejemplo. Dijo que (yo) quería atacar a Irán. ¿No es increíble? Tengo una pila de papeles. (...) Me presentaron esto [los mandos militares]. Esto es off the récord, pero esto es lo que me presentaron. Él. Esto era del Departamento de Defensa y de él (se refiere a Milley). Estudiamos algunos [documentos). Fue él. No lo hice yo, lo hizo él (Milley)”, dice Trump en la grabación.

Después añade: “[Aquí hay] toda clase de cosas. Muchas páginas, mira. Espera un minuto, vamos a ver aquí. Acabo de encontrar esto, ¿no es asombroso? Esto me da la razón del todo. Con la salvedad de que es altamente confidencial. Secreto. Información secreta. Mira, mira esto”.

Aunque se conoce la naturaleza de algunos de los documentos encontrados en posesión de Trump -por ejemplo, había conservado cartas del dictador norcoreano Kim Jong-un-, no se sabe con certeza cuáles son los otros materiales clasificados que se encontraron en Mar-a- Lago y qué daño a la seguridad nacional causó el hecho de que los retuviera, de haber alguno.

Las principales figuras del Partido Republicano han cerrado filas en torno a Trump, incluso algunos de sus rivales en las primarias, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

Incluso el líder de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, sostuvo: “Tanto yo como todos los estadounidenses que creemos en el imperio de la ley estamos con el presidente Trump ante esta grave injusticia”.

Por su parte la congresista más polémica, Marjorie Taylor Greene -y también una de las más fervientes seguidoras de Trump- tildó de “corruptos” al Departamento de Justicia y al FBI.