Dos rusos y un estadounidense viajan a Estación Espacial en plena tensión por Ucrania

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Cohete espacial. Foto: AFP.
The Soyuz MS-22 spacecraft carrying the crew of Russian cosmonauts Sergey Prokopyev and Dmitri Petelin and NASA astronaut Frank Rubio blasts off to the International Space Station (ISS) from the Moscow-leased Baikonur cosmodrome in Kazakhstan on September 21, 2022. (Photo by NATALIA KOLESNIKOVA / AFP)
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TODO UN GESTO

El cohete Soyuz con la tripulación a bordo despegó del cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán, dejando tras de sí una estela de humo en un cielo grisáceo.

Dos cosmonautas rusos y un astronauta estadounidense llegaron ayer miércoles a la Estación Espacial Internacional (ISS) en un viaje que representa un raro signo de cooperación en medio de las tensiones vinculadas a la guerra en Ucrania.

El cohete Soyuz con la tripulación a bordo despegó del cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán, a la hora prevista, las 10.54 hora de Uruguay, dejando tras de sí una estela de humo en un cielo grisáceo. La nave se acopló a la ISS unas tres horas después, informó la NASA.

Esta misión del estadounidense Frank Rubio, de la NASA, y de los rusos Serguéi Prokópiev y Dmitri Petelin, de la agencia espacial rusa Roscosmos, tiene lugar en momentos en que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos están en su nivel más bajo.

Rubio es el primer astronauta estadounidense en viajar a la ISS en una nave rusa desde el inicio de la intervención militar de Rusia en Ucrania el 24 de febrero. La tripulación pasará seis meses en la ISS, donde se sumarán a los rusos Oleg Artemiev, Denis Matveiev y Serguéi Korsakov, los estadounidenses Bob Hines, Kjell Lindgren y Jessica Watkins, y la italiana Samantha Cristoforetti.

Los países occidentales adoptaron una serie de sanciones sin precedentes contra Moscú y sus relaciones, ya tensas desde 2014, cayeron en picado. La industria espacial se vio también afectada, pero el espacio sigue siendo, de alguna manera, un ámbito de cooperación.

Después del vuelo de ayer miércoles, Anna Kikina, la única mujer cosmonauta de Rusia en servicio activo, debe ir por primera vez al laboratorio orbital a principios de octubre a bordo de una nave Crew Dragon de SpaceX. Será la primera mujer en volar en un cohete de la empresa del multimillonario Elon Musk.

Fruto de una colaboración entre Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón y la Agencia Espacial Europea, la ISS está dividida en dos segmentos: uno estadounidense y uno ruso.

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