Redacción El País
Otros dos militares uruguayos integrantes del contingente apostado en la República Democrática del Congo —en el marco del programa de cascos azules de las Naciones Unidas— fueron baleados. La situación tuvo lugar en medio del alto al fuego que habían acordado el M23 y las fuerzas armadas congoleñas.

Según informó el Ejército Nacional en un comunicado, a las 6:15 del Congo "se retomaron ataques directos" entre las fuerzas armadas del Congo y el M23 "en las inmediaciones del Aeropuerto de Goma", donde está el contingente uruguayo.

"Este hecho ocurrió por focos de resistencia, pese al acuerdo del alto al fuego", informó el Ejército, que de todas formas aclaró que al momento de emitirse el comunicado "la situación es de calma y dicho conflicto finalizó".

A raíz del fuego cruzado, que fue cerca de la base uruguaya, resultaron heridos dos militares. Se trata del sargento Diego Ferreira, del Servicio de Veterinaria y Remonta, que sufrió un impacto de bala en el tobillo izquierdo, y del cabo Jhon Patrón, del Regimiento de Caballería N°3, que sufrió heridas de bala en ambas manos.

No obstante, se aclaró que ambos están "fuera de peligro", y que el resto de los efectivos están en "perfectas condiciones de salud".

Foto: Ejército Nacional.

Este lunes el Ejército había informado que "tras gestiones realizadas por Monusco (Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo), se logró llegar a un acuerdo de alto al fuego entre las facciones en conflicto". Esto permitiría a los militares uruguayos "descansar tras 96 horas de intensas operaciones".

Previamente, el mismo lunes, presentaron lesiones por esquirlas y rebotes de municiones varias el cabo Álvaro Caldineli (Batallón Infantería N°13), el cabo Leonel Méndez (Batallón Infantería N° 10) y el soldado Luis Caetano (Batallón Ingenieros N° 2). El Ejército destacó que ninguno de esos casos "reviste gravedad".

El estado de salud del sargento Adrián Fernández, operado tras resultar herido el sábado en el ataque donde murió el soldado Rodolfo Álvarez, permanece sin cambios. Su situación sigue siendo grave, pero continúa estable.

El domingo el secretario general de la ONU, António Guterres, había pedido en la reunión de emergencia a las Fuerzas de Defensa de Ruanda (Fuerzas Armadas) que se retiraran del este del Congo y dejaran de apoyar al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que combate al Ejército congoleño.

El grupo M23 aseguró el lunes que tomó la estratégica ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, en el noreste de la República Democrática del Congo, tras días de intensos combates con el Ejército congolés que provocaron el desplazamiento de miles de personas.

Foto: AFP.

El canciller de Uruguay, Omar Paganini, dijo este martes en Desayunos Informales (Teledoce) que lo que pasó en los últimos días, cuando se agravó la situación, fue "una ofensiva del M23, un movimiento rebelde congoleño que tiene apoyo de los vecinos de Ruanda", que en un intento de ganar territorio "introdujo 4.000 soldados por la frontera desde Ruanda, y en el medio quedó la base uruguaya".

"La ciudad de Goma cayó en manos de los rebeldes después del fin de semana y en ese contexto cerca de mil efectivos congoleños depusieron las armas en la base uruguaya y están siendo atendidos por la base uruguaya", apuntó. En este sentido, celebró el alto al fuego como un "gran alivio".

Paganini aclaró que el principal objetivo de los cascos azules es "la seguridad para la sociedad civil" y "no involucrarse en combate".

Por este motivo, el retiro de las tropas en el marco del conflicto "no está sobre la mesa".

"Uno está en una especie de sánguche muy incómodo (entre las fuerzas del Congo y las del M23) pero hay que insistir en que de eso depende la vida de muchos civiles", añadió.