El Ministerio Público de la ciudad de Buenos Aires concretó un allanamiento realizado en una vivienda del barrio de San Nicolás, donde se halló un laboratorio clandestino de drogas sintéticas, entre las cuales había metanfetaminas, éxtasis y metilona, un poderoso alucinógeno conocido como la “droga caníbal”. Esa sustancia es considerada como una de las más peligrosas entre las drogas sintéticas.

Los expertos explican que el efecto que genera la metilona puede ocasionar reacciones muy violentas, sentimientos de autodestrucción, paranoia y alucinaciones. Aunque detallaron que ese tipo de síntomas no está únicamente relacionado al consumo directo de la droga, sino que la combinación de varias sustancias puede alterar el comportamiento del consumidor a altos niveles de agresividad.

Los primeros casos que salieron a luz sucedieron en 2012 en los Estados Unidos. Ese año se conoció la agresión sufrida por Ronald Poppo a quien una persona bajo los efectos de esa sustancia le arrancó parte de la cara a mordiscos. Fue la irrupción pública de una droga hasta entonces desconocida. Y llegó el nombre popular de “droga caníbal” o “droga zombie”. Situaciones con similares características se registraron luego en España y en Brasil, donde se viralizaron videos que exponen los elevados grados de violencia que alcanzan los consumidores de la metilona.

El operativo contó con la intervención de personal de la División Investigaciones Criminales de la Policía de la Ciudad, que secuestró más de cuatro kilos de sustancias utilizadas como base para la fabricación de drogas sintéticas y diversos elementos asociados a su producción.

Los policías detuvieron a un sospechoso en el lugar donde funcionaba el laboratorio artesanal de drogas ilegales.

Entre lo secuestrado, se encontraron dos bolsas que contenían más de un kilo de cristal de metanfetamina, cuatro bolsas con más de 1,6 kilos de metilona en polvo, un recipiente con más de 1,3 kilos de éxtasis también en polvo, dos pastillas de éxtasis, otra bolsa con sustancias, tres teléfonos celulares y tres balanzas de precisión, entre otros elementos.

Además, se hallaron varios frascos medidores, precipitadores, probetas y mangueras de uso en laboratorios, así como anotaciones varias de interés para la investigación.

Los especialistas detallan que al estar prohibidas las experimentaciones con humanos, los efectos de esas drogas solo pueden intuirse a partir de la reconstrucción de casos en los que consumidores quedaron envueltos en situaciones de violencia extrema. Los expertos del gobierno norteamericano, por ejemplo, cruzan datos de autopsias -para conocer las sustancias consumidas- y partes policiales -para tener información sobre el comportamiento del consumidor- para trazar el posible efecto de cada droga sintética.

Esta clase de hallazgos es muy importante incluso a escala mundial, ya que los técnicos de organismos internacionales -como la Cicad de la OEA y la JIFE de la ONU- intercambian información sobre la irrupción en un mercado local de una nueva droga o modalidad para evaluar los posibles riesgos sanitarios y las reacciones de respuesta.

Este estupefaciente es más potente que el éxtasis y produce fuertes procesos alucinógenos. Las informaciones internacionales señalan que los mercados más fuertes de fabricación de la “droga caníbal” se encuentran en China y Polonia, y que esa sustancia suele consumirse en forma sublingual o disueltas en bebidas.

La metilona no es la única droga relacionada con casos de canibalismo, ya que otra sustancia conocida como Flakka ( 1-Phenyl-(1-pyrrolidinyl)-1-pentanona,) fue calificada como potencial generadora de ese tipo extremo de agresión y apareció en la Argentina en 2017.

LA NACIÓN (DGA)
Cristina Escobedo