El Consejo de Seguridad de la ONU fue escenario ayer lunes de un duro cruce entre Rusia y los aliados occidentales a Ucrania.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, justificó la invasión a Ucrania y cargó con dureza contra los países occidentales, a los que acusó de dinamitar el orden internacional para evitar perder su dominio.
Lavrov viajó a Nueva York para una reunión especial del Consejo de Seguridad de la ONU, convocada por Rusia aprovechando su presidencia de turno de este órgano.
Tanto el tema de la cita como los mensajes del ministro ruso fueron tachados de “cínicos” e “hipócritas” por Europa y Estados Unidos, que su-brayaron que el régimen de Vladimir Putin busca hacer creer al mundo que se preocupa por las normas internacionales pero al mismo tiempo está invadiendo ilegalmente a un país vecino.
Lavrov dedicó su discurso a denunciar lo que Rusia ve como intentos de Occidente por controlar el mundo y frenar el “establecimiento de nuevos centros de desarrollo independientes”. La consecuencia, aseguró, es que el mundo ha llegado “a un umbral peligroso, quizás incluso más peligroso” que durante la Guerra Fría.
“Nadie dio permiso a la minoría occidental para hablar en nombre de toda la humanidad”, insistió el canciller Lavrov, que acusó a Estados Unidos y sus aliados de destruir la arquitectura internacional creada tras la Segunda Guerra Mundial para tratar de sustituirla por un “orden basado en reglas” que “nadie ha visto” y que no se han negociado.
Lavrov justificó la invasión a Ucrania por la expansión de la OTAN y el “régimen nazi” en ese país, entre otros factores.
Reacción occidental
En una declaración conjunta, los países de la Unión Europea (UE) denunciaron el cinismo ruso y volvieron a exigir su salida de Ucrania.
“Rusia intenta presentarse como una defensora de la Carta de la ONU y el multilateralismo. Nada está más lejos de la verdad. Es cínico”, dijo el representante de la UE, Olof Skoog, que subrayó que la forma de demostrar compromiso multilateral pasaría por retirar sus fuerzas de Ucrania.
“Nuestro hipócrita convocante de hoy, Rusia, invadió a su vecino, Ucrania, y golpeó el corazón de la Carta de la ONU y todos los valores que apreciamos. Esta guerra ilegal, no provocada e innecesaria va directamente en contra de nuestros principios más compartidos: que una guerra de agresión y conquista territorial nunca es aceptable”, dijo por su lado la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
Su homóloga británica, Barbara Woodward, subrayó que las justificaciones de la guerra por parte de Rusia son “falsedades obvias” y recalcó que el conflicto ha sido un desastre para todo el mundo, incluida la propia Rusia.
Previo a la sesión del Consejo de Seguridad, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó ante el canciller ruso la “devastación y el sufrimiento” de la población ucraniana que ha generado la invasión rusa.
Guterres recordó, en particular a los países que tienen un sillón permanente en el Consejo de Seguridad -Rusia, Estados Unidos, China, Francia y Reino Unido-, que tienen “la responsabilidad particular de hacer que el multilateralismo funcione, en lugar de contribuir a su desmembramiento”, y advirtió de los “riesgos de conflicto” por “infortunio o error de cálculo”.
China
Como viene siendo habitual en estos foros, China insistió en su defensa de los principios de la ONU, pero evitó criticar a Rusia. El embajador chino, Zhang Jun, sí cargó sin mencionarlo directamente contra Occidente al denunciar las “sanciones unilaterales” y porque propician así la “confrontación geopolítica”.
“Nos oponemos a que algunos países distorsionen el significado de la ley internacional, imponiendo su voluntad a la comunidad internacional”, señaló Zhang Jun, y subrayó que “el mundo multipolar se está convirtiendo en una realidad” y hay que adaptarse a ella.