Edmundo González Urrutia, el principal rival de Maduro en las elecciones: “No siento miedo”

El escritor y diplomático que ha recibido el apoyo de la oposición mayoritaria confía en que el chavismo no anule su candidatura de cara a las presidenciales de julio.

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Edmundo Gonzalez Urrutia a presidente de Venezuela
Edmundo Gonzalez Urrutia candidato a presidente de Venezuela.
Foto: AFP

Alonso Moleiro / El País de Madrid
Edmundo González Urrutia (La Victoria, 74 años) ha dejado el balcón de su casa abierto y las guacamayas que con frecuencia surcan el límpido ocaso de las tardes en Caracas pasan saludando a la distancia. González Urrutia lleva todo el día atendiendo asuntos vinculados a su nueva condición de candidato de consenso de la oposición, y, aunque no lo dice, está cansado. Responde con brevedad y prudencia. Sabe de sobra que, como candidato de las fuerzas democráticas en este trance político, se aproxima a una zona de turbulencias. En el invierno de su vida, puede que le toque liderar la transición política en Venezuela después de más de dos décadas de chavismo.

Diplomático, académico, escritor, González Urrutia es un hombre acostumbrado al bajo perfil, renuente a las estridencias. Se considera “un moderado”. Ha pasado años colaborando con discreción y continuidad en la Plataforma Unitaria ―la alianza de partidos mayoritarios de la oposición― en diversos temas de gobernabilidad y política internacional. Antes de empezar a conversar, comenta con cierta sorpresa que, una vez ungido como el candidato que tiene la misión de derrotar a Nicolás Maduro en las urnas, si las elecciones son justas y transparentes, todo el mundo le saluda por la calle. Se ha hecho viral una foto suya con una leyenda debajo: “Edmundo para todo el mundo”.

La propuesta que le hizo el resto de la oposición en bloque ―sobre todo María Corina Machado, la líder indiscutible del antichavismo, inhabilitada para las elecciones― le ha tomado por sorpresa: nunca quiso ser candidato ―fue inscrito como tal de forma provisional para cumplir los plazos y mientras se consensuaba un aspirante opositor―, pero las circunstancias se han dado así y al final no se ha podido negar. Una vez que ha aceptado, su nombre ha provocado una asombrosa unanimidad, una buena noticia para una oposición históricamente dividida.

¿Qué sintió cuando le propusieron ser candidato? ¿Se lo estaba esperando?

No me dio tiempo de reaccionar. Sentí una gran sensación de responsabilidad frente a lo que se me venía encima.

¿Fue María Corina Machado quien promovió esta idea?

Creo que fue un esfuerzo conjunto, aunque ella por supuesto fue un actor fundamental. Se plantearon otros nombres como Omar Barboza [expresidente de la Asamblea venezolana] o José Luis Cartaya [un opositor de la vieja guardia].

¿Cómo se siente frente a lo que viene? ¿Se puede cambiar la realidad venezolana con unas elecciones?

No lo veo con pesimismo. Quiero ser realista, es un desafío inmenso. A medida que voy asumiendo y conociendo las cosas, veo que hay un buen plan de trabajo, hay un programa mínimo común, fundamentado, discutido. Y unas elecciones primarias que fueron un éxito político y consolidaron este esfuerzo.

¿Siente usted la hostilidad del chavismo?

Fíjate que no. Uno pudiera pensar que mandaran mensajes amenazantes, ofensivos. Salvo algunas cosas del programa de Diosdado Cabello o alguna agresión aislada, nada más.

¿Ha pensado en la fragilidad de su candidatura, en la posibilidad de que el chavismo no le permitiera avanzar?

Pienso que ya lo hubieran hecho. De haber querido sacarnos del juego, esta era la oportunidad perfecta y no lo hicieron

¿Piensa usted que Gustavo Petro y Lula Da Silva pueden haber influido en Nicolás Maduro para que usted pueda participar?

Ayudaron, sin dudas.

El Tribunal Supremo de Venezuela podría dejar sin efecto su candidatura con cualquier argumento.

Claro que puede suceder, el argumento puede ser cualquiera. Pero sinceramente no creo que se hayan planteado eso de inmediato.

¿Qué mensaje le enviaría usted al chavismo?

R. Que esta es una propuesta para todo el país, los que creen en nuestro movimiento político. Y también para los que no creen, para los que creyeron o creen en el oficialismo, para todas las personas que quieren tener otro país, que hoy están defraudados. Este es un movimiento que ofrece plenas garantías para todos.

Alianza antichavista mayoritaria ratifica a Gonzalez Urrutia como candidato presidencial
Edmundo González Urrutia.
Foto: Jeffrey Arguedas/EFE.

¿Qué papel juega María Corina Machado en su candidatura y en esta campaña?

Ella es la líder de todo este proceso. El 22 de octubre votaron millones de venezolanos [en primarias]: es un mandato.

¿Ha pensado que, de llegar a la presidencia, tendrá frente a usted a unas instituciones totalmente copadas por el chavismo?

Tengo la sospecha de que, luego de las elecciones, acá puede producirse una nueva realidad política. Mucha gente, y mucha gente del Gobierno, puede quedar sorprendida, sin argumentos.

Pero, sin argumentos, el chavismo puede dejar sin efecto cualquier pronunciamiento popular.

Sí, puede. Pero han tenido varias oportunidades y hasta el momento no lo ha hecho.

¿Tiene usted un vínculo orgánico con la Plataforma Unitaria?

Es muy antiguo; ayer tuve mi primera reunión cara a cara con todos los integrantes de la Plataforma. En excelentes términos, debo decirlo. Acá hay un importante acuerdo, he sido electo por unanimidad.

¿Ha conversado con Manuel Rosales, uno de los opositores más importantes y que ahora le apoya a usted?

Sí, lo vi muy tranquilo, muy cordial, conversamos muy bien. Le di las gracias personalmente por su gesto, que debemos reconocer.

¿Cómo se define usted políticamente?

Como un demócrata, una persona moderada, alejada de las posiciones extremas.

¿Cómo gobernar a Venezuela con unas Fuerzas Armadas alineadas con el chavismo?

Yo aspiro sinceramente a que se puedan buscar caminos de entendimiento con las Fuerzas Armadas, entre el 28 de julio y el mes de enero de 2025. Acá hay decisiones, posturas, que pueden concretarse luego, aunque ahora no estén en el radar.

¿Estaría planteada una amnistía en Venezuela que incluya a los chavistas?

Será necesario hacer todo lo que tenga que hacerse en función de reconciliar al país, de dejar atrás la conflictividad, de atenuar el ánimo de conflicto. Para eso se necesita visión.

¿Cuál va a ser su mensaje central de campaña a los venezolanos?

Apostemos a la reconstrucción democrática de las instituciones de Venezuela.

Incluyendo al chavismo.

A todo el que esté dispuesto a participar en la reinstitucionalización.

¿Conversaría con Nicolás Maduro?

Si nosotros estamos propiciando el entendimiento entre todos los venezolanos, eso forma parte de ese camino.

¿Ha tenido alguna aproximación en el programa económico o hay que atenerse al de la plataforma?

El grupo de María Corina tiene un programa de gobierno muy avanzado, la plataforma también lo tiene.

¿Cuando entró como candidato tapa ―uno provisional que da paso a otro― no sospechaba que iba a finalmente a ser el candidato?

En absoluto. Fui ingenuamente.

¿Cuándo empezó a sospechar de que esto iba en serio?

El día que me llamaron y ya estaban firmando el comunicado donde se decía que me habían designado como candidato.

¿Cree que acabará siendo el rival de Maduro el 28 de julio? El caso es que la plataforma tiene un derecho en el marco de lo acordado en Barbados.

Cabe cualquier posibilidad, aunque no me imagino no ser el candidato.

¿Ha tenido contacto con otros candidatos opositores minoritarios que también se presentan, como Antonio Ecarri o Enrique Márquez?

No he tenido contacto con ellos, pero los voy a llamar.

¿En qué escenario estaríamos si, por ejemplo, hubiera un fraude en la elección?

Por eso es que los equipos de defensa del voto, una maquinaria bien avanzada, inmensa, hay muchas organizaciones, redes, comandos, es un trabajo bien serio. Y ahí está involucrada muchísima gente, en números elevadísimos.

¿Esta articulación de la oposición se le debe a María Corina?

Si había alguna duda o recelos de la candidatura de María Corina, ella lo ha manejado inteligentemente. Lo ha manejado de una forma en la que hoy en día nadie le discute el liderazgo.

Usted ya se siente reconocido por la calle.

Sí.

¿Le molesta?

No.

¿Siente miedo?

No he pasado por eso todavía.

¿Ha mantenido conversaciones con actores internacionales?

Sí, he tenido contacto. Siguen el tema con mucho interés y mucha responsabilidad. Sobre todo con Colombia y Brasil, que están preparando ese plan de garantías.

El meme Edmundo para todo el mundo, una frase con su cara, voló en redes sociales.

Eso es peligroso. Por eso mi mensaje es dirigido a Maduro y Jorge Rodríguez ―presidente de la Asamblea y mano derecha del presidente―. Ellos tienen sus canales ya aceitados y abiertos con Gerardo Blyde ―jefe de la delegación de la Plataforma Unitaria―. Ese diálogo funciona, es fluido, y es lo que ha permitido algunas cosas que han hecho posible esto.

Le van a decir que usted es el candidato de EE UU.

Ya Maduro lo dijo. No me molesta, no he pensado en eso.

¿De quién diría usted que es el candidato?

De todos los venezolanos demócratas. Esa es la realidad.

¿Un eventual Gobierno suyo no sería inestable al tener el chavismo el control de todo el Estado?

Depende del respaldo con el que lleguemos. Si llegamos con una votación masiva, con la comunidad internacional apoyándonos, es muy difícil que el Gobierno pueda torcer esa realidad.

¿Cómo se comportaría el chavismo en la oposición?

Puede ser muy difícil, puede ser un país ingobernable.

Y usted estaría al mando.

Bueno…

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