EFE, AFP
Estados Unidos anunció ayer martes que dará a Israel todo lo que necesite para la respuesta al ataque del sábado de Hamás. En un discurso en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden confirmó además que hay ciudadanos estadounidenses entre los secuestrados por Hamásy elevó a 14 la cifra de nacionales de su país que han muerto en Israel.

“Debemos ser absolutamente claros: estamos junto a Israel”, dijo el mandatario flanqueado por la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Estado, Antony Blinken.

“Nos aseguraremos de que Israel tenga lo que necesita para cuidar a sus ciudadanos y defenderse para responder a este ataque”, enfatizó Biden, quien aseguró que Estados Unidos seguirá proporcionando ayuda a Israel durante el tiempo que dure su guerra contra Hamás.

En concreto, explicó que ya está enviando a Israel municiones y los componentes que necesita para el sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro, que Israel usó estos días contra los misiles lanzados desde la Franja de Gaza.

Además, Estados Unidos ha fortalecido su presencia militar en la región mediante el despliegue de aviones de combate, incluidos los sofisticados F-35 y F-15, y el envío al Mediterráneo Oriental de un grupo de portaaviones y destructores, entre los que destaca el buque USS Normandy, equipado con misiles antiaéreos, antisuperficie y antisubmarinos.

Biden empezó su discurso calificando de “acto de maldad pura” el ataque de Hamás y describió escenas de horror con jóvenes masacrados mientras asistían a un festival de música y padres que tuvieron que esconderse con sus hijos mientras los milicianos de Hamás se paseaban por ciudades israelíes cerca de la frontera con la Franja de Gaza.

“Hay momentos en esta vida -lo digo literalmente- en los que un mal puro y sin adulterar se desata en este mundo”, dijo en voz baja en un discurso televisado. “Este es un acto de maldad pura”.

Además aprovechó para criticar los métodos de Hamás y acusarlo de usar a los civiles de la Franja de Gaza, donde viven 2,3 millones de personas, como escudo ante Israel.

“No hay justificación para el terrorismo. No hay excusa. Hamás no defiende el derecho del pueblo palestino a la dignidad y la autodeterminación. Su objetivo declarado en relación con el Estado de Israel es matar al pueblo judío. Utilizan a civiles palestinos como escudos humanos”, aseveró.

Justo antes de este discurso, Biden conversó con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al que comunicó que la respuesta de Estados Unidos será “rápida, decisiva y abrumadora”.

Durante su discurso, Biden confirmó que hay ciudadanos estadounidenses entre los secuestrados por Hamás y elevó a 14 la cifra de nacionales de su país que han muerto en Israel.

“Ahora sabemos que hay ciudadanos estadounidenses entre los secuestrados por Hamás. He dado instrucciones a mi equipo para que comparta inteligencia y ponga a disposición de las autoridades israelíes a expertos de todo el Gobierno de Estados Unidos para ayudarles en la recuperación y rescate de rehenes”, anunció.

Biden añadió que tenía una palabra, “No”, para cualquiera de los adversarios de Israel que intentaran involucrarse, en un claro mensaje a su enemigo Irán, que respalda a Hamás.

En una declaración conjunta el lunes, Biden y los líderes de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido advirtieron que “este no es el momento para que ninguna parte hostil a Israel explote estos ataques para buscar ventajas”.

El discurso de ayer de Biden se retrasó más de una hora mientras él y la vicepresidenta, Kamala Harris, hablaban con Netanyahu.

Antes, Biden publicó una foto de él y Harris reunidos con los principales funcionarios militares, de inteligencia y diplomáticos en la Casa Blanca.

En la red social X, antes Twitter, dijo: “Se sentaron con nuestros equipos para recibir una actualización de la situación sobre el ataque terrorista en Israel y para indicar los próximos pasos”.

“Nos conectamos con el primer ministro Netanyahu para discutir la coordinación para apoyar a Israel, disuadir a actores hostiles y proteger a personas inocentes”, agregó.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el jefe de la CIA, William Burns, estaban entre los presentes, mientras que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el alto oficial militar, Charles “CQ” Brown, podían ser vistos uniéndose por video en una reunión de la OTAN en Bruselas.

El secretario de Estado Blinken viajará mañana a Israel para expresar su apoyo a las autoridades de ese país. Blinken se reunirá con altos cargos del Gobierno israelí para seguir con las conversaciones que han mantenido por teléfono de los últimos días, informo el Departamento de Estado.

Las autoridades ucranianas confían en que, pese al estallido de violencia en Oriente Medio, Estados Unidos combine la ayuda militar a Israel y a Ucrania, que se encuentra en medio de una contraofensiva clave para liberar las regiones ocupadas por Rusia.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, firmó ayer martes un decreto en el que aprobó un gasto en defensa de 46.000 millones de dólares para 2024, lo que supone el 21,6% del PIB, presupuesto que depende directamente de la asistencia estadounidense.

Por de pronto, Israel ha mostrado interés en proyectiles de 155 milímetros de calibre de alto poder explosivo, lo que coloca a Estados Unidos ante un dilema, ya que esos obuses también figuran en la lista de peticiones de Ucrania.

Estados Unidos ha suministrado a Ucrania 44.000 millones de dólares en equipos de armamento desde principios de 2022, mientras Israel recibe anualmente 3 millones de dólares en ayuda militar.

Un grupo de congresistas ha planteado al presidente estadounidense, Joe Biden, que presente un paquete de ayuda combinado ucraniano-israelí para superar las agrias divisiones presupuestarias entre demócratas y republicanos.

The Washington Post informa que la Administración Biden se plantea seriamente esa posibilidad, aunque la decisión aún no está tomada, ya que el debate sobre la ayuda a Israel no tendrá lugar hasta la próxima semana.

La secretaria del Ejército, Christine Wormuth, ha solicitado una mayor financiación para poder atender las demandas de sus aliados, mientras senadores de ambos partidos han propuesto un paquete de ayuda a Ucrania de entre 50.000 y 100.000 millones de dólares que permita satisfacer las necesidades más urgentes del ejército ucraniano hasta las elecciones estadounidenses, según The Wall Street Journal.