TORNADOS EN ESTADOS UNIDOS
Los científicos son cautelosos a la hora de vincular la mayor frecuencia de tornados con el calentamiento global.
El cambio climático provocó los catastróficos tornados que azotaron Estados Unidos el fin de semana. Aunque las condiciones para su formación pueden ser fomentadas por el calentamiento, los científicos son muy cautelosos sobre un vínculo directo.
Este año se estableció una conexión entre el cambio climático y una ola de calor en el noroeste de Estados Unidos, o incluso con las inundaciones en Alemania y Bélgica. Sin embargo, el fenómeno específico de los tornados es uno de los más difíciles de estudiar.
“En las últimas décadas, hemos visto una tendencia de condiciones más favorables” para la formación de tornados “en el medio oeste y sureste” de Estados Unidos, explicó a la AFP John Allen, climatólogo de Central Michigan. “Y esa señal es más fuerte en invierno”.
En todo caso, aclaró que “es engañoso atribuir este evento al cambio climático”.
James Elsner, profesor de climatología en la Universidad Estatal de Florida, hace una comparación elocuente: aunque la niebla tiende a aumentar el número de accidentes automovilísticos, la causa de un accidente específico en un clima brumoso puede ser otra.
Para determinar esta causa, se necesita una investigación: la ciencia de “atribuir” eventos extremos al cambio climático está realmente en auge, pero un estudio como ese llevará tiempo si es que llega a hacerse.
Mientras tanto, ¿podemos al menos decir que el cambio climático, al crear estas condiciones favorables, aumentará el número de tornados en el futuro?
“La evidencia parece apuntar en esa dirección. Pero no creo que podamos decirlo definitivamente todavía”, reconoce Allen.
El informe más reciente de la comisión de expertos en clima de la ONU (IPCC), fechado en agosto, subrayó “un bajo grado de confianza” en relación con un vínculo entre el cambio climático y fenómenos tan localizados como tornados. Y esto aplica tanto para las “tendencias observadas” como para las “proyecciones”.
El promedio anual de tornados en Estados Unidos no ha aumentado en los últimos años: el número se mantiene alrededor de 1.300.
“La mayoría de los meses están parejos”, señala Jeff Trapp, jefe del departamento de ciencias atmosféricas de la Universidad de Illinois.
“La excepción son los meses de diciembre y enero, que han visto un aumento de tornados en los últimos 30 a 40 años”, señala. Particularmente en el sur de Estados Unidos, lo que es “consistente” con una “explicación potencialmente ligada al cambio climático”.
Esto se debe a que los dos ingredientes necesarios para la formación de tornados son aire cálido y húmedo cerca del suelo, y vientos que soplan en direcciones opuestas a diferentes altitudes.
Pero hoy observamos “una mayor probabilidad de días calurosos durante el período frío, lo que puede favorecer la formación de tormentas y tornados”, estima Jeff Trapp.
Por otro lado, los tornados parecen concentrarse en menos días. Cuando se forman, “tienden a contener más” al mismo tiempo, explica Chiara Lepore, investigadora de la Universidad de Columbia. Y “esto tiene consecuencias en términos de daños”, subraya.
Finalmente, los científicos notan un cambio geográfico hacia el este en comparación con el área de Estados Unidos apodada como Tornado Alley o “Callejón de los tornados”, trasladándose a los estados de Arkansas, Misisipi o Tennessee, tres de los afectados el fin de semana.
El problema de los investigadores al estudiar los tornados es que son demasiado transitorios y pequeños para aparecer en los modelos climáticos que se utilizan habitualmente. Por tanto, los científicos se ven limitados a estudiar únicamente la evolución de las condiciones potencialmente favorables para su formación.
Un estudio publicado a principios de noviembre estimó que por cada grado Celsius de calentamiento adicional, la probabilidad de condiciones favorables para un temporal severo (con granizadas, huracanes, etc.) aumentaba entre un 14% y un 25% en Estados Unidos.
Sin embargo, eso no significa que los huracanes azotarán cada vez que estas condiciones sean las adecuadas, incluso es muy poco probable. “Esta es una especie de techo de lo que podemos lograr con cada grado de calentamiento global”, dijo Chiara Lepore, autora principal del estudio.
Nueva normalidad
Estados Unidos enfrenta “una nueva normalidad” con la proliferación de eventos climáticos devastadores, dijo la directora de la Agencia Estadounidense de Manejo de Crisis (FEMA).
“Esta será nuestra nueva norma”, dijo Deanne Crisswell a CNN. “Los efectos que estamos viendo por el cambio climático son la crisis de nuestra generación”, agregó. La directora de FEMA destacó la dimensión “increíblemente inusual” e “histórica” de estos tornados para esta época del año.
Los fenómenos meteorológicos son “más intensos” con el calentamiento, había subrayado el sábado el presidente Joe Biden al enterarse de las decenas de víctimas provocadas por “una de las peores series de tornados de la historia” de Estados Unidos. “Todo es más intenso cuando el clima se calienta”, dijo el mandatario, sin establecer sin embargo un vínculo causal directo entre el cambio climático y los recientes tornados. (Con información de AFP).
Oficialmente, van 88 muertos
Los más de 30 tornados en seis estados de Estados Unidos dejan por ahora un saldo parcial de 88 muertos y decenas de desaparecidos.
Según el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, el número de muertos en su estado ha subido a 74, respecto de los 64 de los que informó a primera hora del lunes. A esos 74 fallecidos en Kentucky se suman seis muertos en Illinois; otros dos en Arkasas; 4 más en Tennessee; y 2 en Misuri.