CORONAVIRUS
En Brasil, Jair Bolsonaro descartó la creación de un “pasaporte sanitario” por esta nueva variante del COVID-19 ya que entiende que “la libertad está por encima” de todo.
El surgimiento de Ómicron, la nueva variante del COVID-19, ha llevado a varios países a reimponer restricciones que habían levantado no hace mucho, además de replantear el debate sobre la vacunación obligatoria. Este punto está en la mesa de muchos gobiernos. Austria tiene previsto aplicarla desde febrero y Alemania anunció ayer jueves que también impondrá la obligatoriedad de la vacuna.
Pero, por ahora, la acción de muchos gobiernos pasa por limitar la movilidad internacional a pesar de la opinión contraria de la OMS y la ONU, especialmente ante las restricciones impuestas específicamente a Sudáfrica y sus países vecinos, zona donde apareció por primera vez la variante Ómicron.
En Estados Unidos, el presidente Joe Biden anunció una nueva campaña contra la pandemia centrada en nuevos requisitos para los viajeros y en un aumento en el esfuerzo de vacunación. (Ver nota en esta página)
Los cierres de fronteras son “profundamente injustos, punitivos e ineficaces”, denunció el secretario general de la ONU, António Guterres, calificando de “escándalo” la condena impuesta a África por no disponer de suficientes vacunas.
Alemania drástica.
La noticia más importante sobre la lucha contra el covid llegó ayer jueves desde Alemania, que ampliará las restricciones a los no inmunizados e impondrá la vacunación obligatoria, un instrumento que rechazaban tanto la canciller saliente, Angela Merkel, como su sucesor, Olaf Scholz, pero que finalmente han acordado implantar ante la aparición de la nueva variante.
Merkel, quien dejará el cargo el miércoles 8, tuvo que admitir tras su última reunión con los líderes regionales que la “laguna de ciudadanos no inmunizados” obliga a dar ese paso. Tanto su bloque democratacristiano, como los socialdemócratas de Scholz y sus futuros socios -verdes y liberales- defendieron en toda la pandemia que la vacuna sería voluntaria.
“Vista la situación, considero necesario imponer la obligatoriedad de la vacuna”, afirmó la líder alemana, para responder luego afirmativamente a la pregunta de si como diputada votaría a su favor.
La tasa de alemanes con la pauta completa está en el 68,8%, por debajo de otros países europeos.
Scholz se ha comprometido a impulsar el trámite parlamentario y adelantó que dejará en libertad a los diputados para votar, ante una cuestión que puede topar con rechazos entre sus socios de coalición.
La vacunación obligatoria deberá plasmarse, en forma de ley, en febrero.
Alemania lleva semanas con la incidencia de contagios a niveles máximos. Hasta ahora se adoptaron restricciones, en algunos casos, severas, a escala regional. En la reunión de ayer se acordaron protocolos unitarios y a escala nacional.
Entre esas medidas se incluye el cierre de locales de ocio nocturno a partir de ciertos niveles de contagios, así como restricciones en eventos públicos y en contactos, especialmente entre los ciudadanos no vacunados.
Se limitarán los encuentros de las personas no vacunadas al propio núcleo familiar o de convivencia y otras dos personas de otra burbuja de convivencia, sin contar a los menores de hasta 14 años.
Los clubes y discotecas deberán cerrar a partir de una incidencia semanal de 350 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes.
También a partir de este valor de referencia el aforo de encuentros privados de personas vacunadas o sanadas quedará reducido a 50 personas en interiores y 200 en exteriores.
En tanto, en las escuelas volverá a ser obligatorio el uso de la mascarilla.
“Todas estas medidas son estándares mínimos”, dijo Merkel, y agregó que los estados federados tienen libertad de imponer restricciones más estrictas. Por otra parte, la canciller saliente señaló que la validez del pasaporte covid se acortará a nueve meses tras haber cumplido la pauta completa, por lo que recibir una dosis de refuerzo es ahora importante.
Primero libertad
Aquí en la región, Brasil es por ahora el único país que ha reportado casos de la variante Ómicron. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, reafirmó ayer jueves que su Gobierno no tiene previsto implantar el llamado “pasaporte sanitario”, pues la “libertad está por encima de todo” y cada ciudadano puede decidir si se vacuna o no.
La adopción del “pasaporte sanitario” ha sido exigida en los últimos días por diversos sectores científicos, después que se han comprobado los primeros casos de la variante Ómicron en el país.
En un acto celebrado en el palacio presidencial, Bolsonaro dijo que la sociedad debe entender que “el virus será para siempre” y que “las vacunas, algunas todavía experimentales, otras no, tienen muchas incógnitas por delante”. Además reiteró que “la libertad” de los individuos está “por encima de todo”. Aun así, subrayó que el Gobierno adquirió “vacunas para todos” aquellos que se las quieran aplicar, en relación a quienes también defendió su “libertad” respecto a esa opción.
“No hagamos de la vacuna un caballo de batalla para intereses políticos”, instó el mandatario, quien subrayó que nadie puede “ser amenazado con perder derechos o ser despedido por no vacunarse, porque la libertad no tiene precio”.
Pese a la posición de Bolsonaro, San Pablo, la ciudad más poblada de Brasil, canceló las celebraciones de año nuevo para evitar la propagación de la nueva variante.
“Se cancela el Réveillon por indicación de la vigilancia sanitaria”, indicó el alcalde Ricardo Nunes durante una visita en Nueva York.
Con esa decisión, ya son más de la mitad de las ciudades capitales de Brasil (al menos 16 de 27), entre ellas Brasilia, Recife y Porto Alegre, que no tendrán festejos masivos para recibir el 2022. Río de Janeiro, por ahora, mantiene en pie los festejos. (AFP, EFE)
Plan Biden para pasar el invierno
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, delineó ayer jueves una estrategia para contener la pandemia en su país durante este invierno en el hemisferio norte y minimizar el impacto de la variante Ómicron, con la esperanza de no perturbar demasiado la economía ni el turismo.
El plan de Biden incluye una medida que entrará en vigor el próximo lunes y por la que todos los viajeros que lleguen a Estados Unidos deberán presentar un test negativo de coronavirus en las 24 horas anteriores a su vuelo, en lugar de las 72 horas que se exigían hasta ahora.
Esa medida se aplicará a todos los viajeros, independientemente de su nacionalidad, estado de vacunación o país de salida, y por el momento no se exigirá cuarentena a esas personas, aunque la Casa Blanca no ha descartado reforzar sus medidas si aumenta la preocupación por la expansión de la variante Ómicron.
Estados Unidos levantó el pasado 8 de noviembre su veto a la entrada de viajeros internacionales procedentes de una treintena de países, la mayoría europeos, y aunque no ha dado señales de plantearse imponer de nuevo esa medida, sí ha implementado una prohibición similar a quienes llegan desde Sudáfrica y otros siete naciones africanas donde se ha extendido la nueva variante.
Biden también impulsará clínicas móviles de vacunación, que llegarán a áreas remotas y donde todos los miembros de una familia podrán ponerse primeras o segundas dosis o las de refuerzo.
Comunitario
Un caso de la variante Ómicron fue detectado en el estado de Minnesota, en el norte de Estados Unidos, en una persona que había estado en Nueva York, pero que no había viajado recientemente al exterior. Este anuncio indica que la Ómicron ha comenzado a transmitirse entre personas en Estados Unidos. Al igual que el primer caso en California, el de Minnesota estaba vacunado y tenía síntomas leves.