EFE, AFP
El Gobierno de Israel desmiente que vaya a abandonar el corredor conocido como Filadelfia, que recorre la frontera de Gaza con Egipto, tras las informaciones que apuntan a que Israel podría retirarse de la zona si hay un acuerdo de alto el fuego. Así lo comunicó ayer viernes en una nota la Oficina del Primer Ministro de Israel.
Es más: Benjamin Netanyahu había exigido el jueves conservar el control de esa zona de Gaza que sus tropas tomaron en mayo, para impedir “el contrabando de armas” del grupo terrorista Hamás, como parte de un acuerdo para una tregua, según dijo el primer ministro.
Por su parte, durante la conferencia de prensa en el marco de la cumbre de la OTAN el jueves en Washington, el presidente de Estados Unidos Joe Biden declaró que se han hecho “progresos” para alcanzar un acuerdo entre Israel y Hamás con el que poner fin a la guerra en Gaza.
“Son temas difíciles y complejos. Aún quedan lagunas por cerrar. Estamos progresando. La tendencia es positiva, y estoy determinado a cerrar este acuerdo y poner fin a esta guerra, que debería terminar ya”, declaró a periodistas.
En tanto, Netanyahu dijo ayer que no permitirán el “contrabando de armas a Hamás desde Egipto, principalmente a través del control de Israel del corredor de Filadelfia y del paso fronterizo de Rafah”.
El primer ministro que explicó que esta exigencia forma parte de las cuatro condiciones impuestas por Israel para llegar a un acuerdo de un alto el fuego con el movimiento terrorista palestino.
Netanyahu no especificó si la medida sería permanente o sólo parte de las negociaciones para una tregua con Hamás, que pide la salida del ejército israelí de esta zona para concretar la tregua.
El corredor Filadelfia es una franja de 14 kilómetros a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto. Israel demarcó esta banda de unos 100 metros de ancho durante la segunda ocupación de Gaza, hasta que en 2005 sus tropas se retiraron del territorio palestino.
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El paso de Rafah es el único acceso a la Franja de Gaza que no tiene frontera con Israel y está cerrado desde que las tropas israelíes lanzaron una gran ofensiva terrestre a principios de mayo.
En un breve discurso televisado, Netanyahu reiteró las otras condiciones de Israel en las negociaciones indirectas con Hamás bajo la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos.
Netanyahu dijo que los negociadores israelíes, dirigidos por el jefe de los servicios de inteligencia, el Mosad, David Barnea, fueron a Catar para defender lo que denominó cuatro “principios férreos”, que tienen como eje central que se permita a Israel seguir luchando hasta lograr su objetivo de destruir a Hamás y rescatar a los rehenes.
El primer ministro declaró que el acuerdo “debe autorizar a Israel a reanudar los combates (en caso de una tregua) hasta que se alcancen los objetivos de la guerra”.
“Israel no autorizará el regreso de terroristas armados o de armas al norte de la Franja de Gaza”, afirmó Netanyahu, que planteó que en la primera fase del plan que está en discusión “se libere un número máximo de rehenes”.
El ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto.