AFP, EFE
El gobierno de izquierda de Gabriel Boric en Chile y el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela vuelven a tensar sus relaciones. Chile presentó el jueves una carta de protesta ante Venezuela luego de que el fiscal general chavista asegurara que en el asesinato de un militar disidente venezolano participaron agentes de seguridad chilenos.
“Recibí al embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, a quien le hicimos entrega de una nota de protesta, manifestando nuestra molestia por los dichos del fiscal nacional general de Venezuela, Tarek William Saab”, dijo la viceministra de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente.
Las relaciones entre ambos países volvieron a tensarse esta semana luego de que Saab asegurara que el asesinato en Chile del militar disidente venezolano Ronald Ojeda fue una operación para afectar los vínculos bilaterales.
Tarek William Saab levantó el miércoles una “nueva línea de investigación”, al tachar el asesinato de un “falso positivo” con supuesta participación de agentes de seguridad chilenos.
“Fue una operación de falsa bandera, un falso positivo (...) Se trata de una operación (...) que tenía como objetivo enturbiar las relaciones entre Chile y Venezuela justo cuando ocurría un importante acercamiento”, dijo el fiscal general venezolano.
“El asesinato de Ronald Ojeda (fue) para politizarlo, para instrumentalizar una campaña de ataque contra el Estado venezolano”, añadió.
Saab hizo referencia a la tesis de la fiscalía chilena, que “califica la operación, por su organización, tamaño, modus operandi y resultado, como de una macro banda”.
“Yo pudiera también decir, y es una teoría ahora que debería ser una línea de investigación, que dicho asesinato fue cometido por servicios de inteligencia extranjeros con apoyo de funcionarios de inteligencia chilenos”, lanzó.
Saab señaló que su despacho envió a dos representantes a Santiago para colaborar con la investigación, pero no fueron recibidos por el fiscal general chileno ni por los agentes asignados al caso.
El caso
Ronald Ojeda, de 32 años y militar retirado del Ejército de Venezuela, fue secuestrado el 21 de febrero por personas que simularon ser policías chilenos y que lo sacaron de madrugada en ropa interior de su departamento. Nueve días después, fue hallado muerto dentro de una maleta que había sido enterrada en una barriada en Santiago.
Según De la Fuente las palabras de Saab son “inaceptables e incomprensibles”. “No se condicen con la declaración del gobierno venezolano de prestar toda la colaboración y la cooperación posible para identificar a los sospechosos de haber participado en el asesinato del teniente Ojeda y entregar, por cierto, información”, aseguró.
“Las declaraciones del fiscal general venezolano son inaceptables, pero no nos sorprenden”, dijo por su parte el canciller chileno, Alberto van Klaveren, en un video enviado a la prensa.
“Lo fundamental es saber qué noticias tienen las autoridades venezolanas sobre los dos ciudadanos de ese país que se encuentran prófugos de la justicia chilena”, implicados en la muerte de Ojeda, un “horrible crimen”, remarcó.
Chile ha demandado a Venezuela la detención de dos venezolanos sospechosos del crimen de Ojeda que habría huido a su país. Pero la legislación venezolana prohíbe expresamente la extradicción de connacionales.
La viceministra descartó la posibilidad de que Chile rompa relaciones con Venezuela, y consideró que es una posibilidad que Santiago llame a consultas a su embajador en Caracas. “Por lo pronto estamos esperando alguna respuesta respecto a la situación y a la nota de protesta en particular que hemos planteado”, sostuvo.
“País serio”
"Chile es un país serio, donde las instituciones funcionan, donde hay separación de poderes, donde el Ministerio Público está llevando una investigación seria y responsable”, indicó por su lado el presidente Boric la hablar de este caso.
Boric dijo que “los comentarios del fiscal venezolano dan cuenta efectivamente de que no hay voluntad adecuada para resolver un caso que es tremendamente complejo” y aseguró que adoptará “todas las medidas que estén a nuestro alcance” para dar con los responsables del crimen.
“Cuando se insulta, se denigra o se pone en cuestión a las instituciones de nuestro país lo que tenemos que hacer es actuar con mucha claridad y firmeza”, indicó Boric, que también rechazó la ruptura de relaciones diplomáticas.
Las autoridades chilenas apuntaron al móvil político y señalaron como posible autor del secuestro a la banda criminal “Tren de Aragua”, de origen venezolano, con tentáculos en la región. La víctima no tenía relación aparente con el crimen organizado y desarrollaba actividades lícitas en Chile, que le concedió refugio político. Ojeda, quien escapó de una cárcel venezolana después de ser acusado de conspiración, se calificaba de “preso político” en redes sociales.