KAZAJISTÁN

Kazajistán es un enorme país centroasiático de algo más de 18 millones de habitantes, riquísimo en recursos naturales. Está lleno de gas natural, petróleo y oro y tiene el 40% del total del uranio mundial.

En estos días, y tras tres décadas de “estabilidad” asegurada por un régimen autoritario, captó la atención del mundo por la durísima represión sobre la población que protestaba por la duplicación del precio del gas licuado de petróleo.

Quien dispuso disparar con balas reales, que parece que causaron decenas de muertos, es el presidente Kassym Zhomart Tokayev, que conduce el país desde 2019. Contó con la ayuda de tropas rusas, armenias, bielorrusas y kirguizas. Lo llamativo es que Tokayev supo ser un diplomático de modales suaves.

La prensa suiza recuerda en estas horas que fue de 2011 a 2013 nada menos que director general de la ONU en Ginebra (en esta ciudad tienen sede varias organizaciones dependientes de ella como la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo).

El atildado Tokayev fue también secretario general de la Conferencia de Desarme en esta misma ciudad. De 68 años, antes había sido diplomático soviético. Estuvo destacado en China donde aprendió mandarín.

En 2013 el mandamás de entonces, Nursultan Nazarbayev, lo llamó para que presidiera el Senado. Y tras 29 años de gobernar su país, Nazarbayev, llamado “Padre de la Nación”, lo designó sucesor. Ahora Tokayev denunció a Nazarbayev y su entorno porque descubrió que en su país hay mucha corrupción...

El diario suizo “Le temps” informó que la semana pasada llegó de Almaty (la capital económica kazaja) a Ginebra un avión Airbus, en un vuelo no programado. No se conoció la identidad de sus pasajeros. Pero Nazarbayev tiene dos preciosas casas cerca de Ginebra, a orillas del precioso lago Lemán... Quizás ya haya algún miembro de su clan paseando distendido por las calles ginebrinas.